León siente el segundo terremoto en once días, con centro en Zamora

«La silla empezó a temblar y también un vaso de agua y unos lapiceros que tenía sobre la mesa. Calculo que serían unos cinco segundos», comentó ayer una joven que sintió el terremoto desde su oficina en una séptima planta de la avenida del Padre Isla de la ciudad de León. Y es que fueron muchos los leoneses que ayer percibieron claramente cómo el suelo comenzó a moverse bajo sus pies, la mayoría de ellos desde pisos altos de León, La Bañeza o Astorga. Aunque este último movimiento fue idéntico en magnitud al del pasado domingo día doce -4,4 grados en la escala Richter- el hecho de que el de ayer se produjera en día laborable y a una hora en la que muchas personas se encontraban trabajando en sus oficinas, hizo que fueran muchos más quienes percibieron el temblor. Esto fue precisamente lo que ocurrió en la sexta planta del Ayuntamiento de León, donde se celebraba una rueda de prensa ante una docena de periodistas, y a las 11.13 horas en punto todos se quedaron en silencio cuando los micrófonos y las grabadoras comenzaron a vibrar de repente. Como es habitual en estos casos, no faltaron quienes, pese a notar el movimiento, lo atribuyeron a obras cercanas o al paso de algún vehículo pesado por la calle. Un vecino de Astorga explicaba que creyó que estaba sintiendo un mareo, hasta que se dio cuenta de que era toda su vivienda la que se movía, y no sólo su cabeza. Dos avances y una réplica El terremoto que ayer se dejó notar en León, y cuyos efectos se sintieron también en toda Zamora, áreas de Salamanca, Valladolid y Segovia e incluso en Gijón y Avilés, estuvo precedido por dos movimientos que se registraron la noche anterior con epicentros muy cercanos: uno de dos grados a las 22.01 horas en Muelas del Pan y otro de 3,3 grados nueve minutos después en la localidad de Moral de Sayago. Después se produjo una réplica de 2,5 grados Richter que tuvo lugar a las 15.56 horas con epicentro en Muelas del Pan, también en Zamora. No obstante, ninguno de estos tres seísmos secundarios alcanzaron los 3,5 grados a partir de los que pueden ser apreciados. Una zona sísmicamente activa Una técnico del Instituto Geodésico Nacional explicaba ayer que la zona de Zamora de la que partió el movimiento de ayer estaba muy activa, ya que llevan contabilizados 18 eventos en sólo once días, y aunque allí no hay ninguna falla identificada, comenta que puede existir, ya que las que se sitúan en cotas de profundidad más bajas son difíciles de localizar. En cuanto la especial actividad sísmica de la zona en los últimos días, esta experta explica: «Las etapas de mayor incidencia sísmica se producen porque se liberan las tensiones que antes se han ido acumulando, y los pequeños movimientos después de un terremoto, las réplicas, tienen lugar porque después de haberse movido, el terreno tiene que volver a asentarse». Pese a esta racha, en el Instituto Geodésico no creen probable que se produzcan seísmos con una magnitud superior a los 5,6 grados, que es cuando pueden comenzar a causar daños leves en edificios. «No es algo previsible, aunque no podemos decir rotundamente que no, porque en sismología las previsiones son muy difíciles», concluye esta portavoz.