La carrera de El Salvador, un homenaje a los discapacitados

Desde las once de la mañana, se fueron sucediendo las competiciones, según las categorías. En total, según fuentes de la organización, alrededor de quinientos atletas tomaron parte en la docena de carreras previstas, incluidos nueve internos de Nuestra Señora del Valle, centro de la Diputación provincial para la atención de disminuidos psíquicos, que cubrieron el recorrido acompañados por un monitor del centro. Los nueve llegaron a meta, como es habitual -ya que participan todos los años-, arrancando los fuertes aplausos de los que se congregaron en la línea de meta para observar el desarrollo de la competición. Los atletas de Nuestra Señora del Valle encarnan a la perfección la filosofía de esta carrera popular, en la que lo principal es participar. Además, su participación en esta decimoséptima edición tuvo un carácter especial, ya que los organizadores quisieron honrar la labor del centro con motivo de la celebración del Año Internacional de las Personas con Discapacidad. Alejandro García Montiel, su director, recogió una placa conmemorativa por este motivo, en la ceremonia de clausura. Ejemplo de participación y de buen hacer deportivo fue la familia Lozano Redondo. Todos sus miembros corrieron y se llevaron premio: Jesús fue tercero en veteranos, Rosa María, segunda en Amas de Casa; mientras Ángela y Monserrat, las hijas, sacaban sus trofeos en benjamín y alevín. El alcalde, José Manuel Rodríguez, el concejal de Deportes, Ignacio Prieto, el líder de la APB, Emilio de la Mata, y el concejal del PSOE Luis Pérez entregaron los premios. Los mejores deportistas absolutos fueron Javier Cabeza de Castro, del Graf 93, y Marta Nieto Valderrey, del Atletismo Bierzo. Manuel Ángel Prieto Marqués fue el mejor corredor local.