Micofagia y micofilia en Picos

A pesar de lo avanzado de las fechas y los fríos otoñales que ya han aparecido en la zona, los alumnos participantes en el curso de Aprovechamientos Forestales celebrado en Posada de Valdeón, durante el pasado fin de semana, han podido comprobar la elevada tasa de diversidad existente en el valle, también en el mundo de los hongos. Los primeros en dejar de verse han sido varias especies de setas comestibles, aunque algunas especies han llegado a poder ser degustadas por los alumnos, persistiendo muchas otras que, sin valor gastronómico, son muy buscadas por los aficionados a este peculiar e interesante mundo de los hongos para disfrutar de su observación y de los lugares donde crecen, ya que en muchas ocasiones suele tratarse de parajes de alto valor ecológico y paisajístico. En opinión del director del curso, el profesor Arsenio Terrón, las especies encontradas durante los itinerarios realizados por los participantes en el curso, ponen de manifiesto, una vez más, el altísimo valor ecológico de los ecosistemas forestales de los valles de Valdeón que, aún con el manejo tradicional que de ellos hacen los habitantes del lugar, conservan una alta biodiversidad micológica. En este sentido y antes de la clausura del curso el pasado domingo, algunos participantes argumentaron sobre la creciente importancia de los hongos como atractivo turístico en sí mismo, independientemente de su aprovechamiento gastronómico o no, dado el creciente número de aficionados a los hongos. Se habló así de «turismo micológico», como de aquel tipo de turismo que tiene por objetivo principal captar a los amantes de los hongos (micófilos) y no sólo a los amantes de comer hongos (micófagos). Sería ésta una forma de turismo con la que se podría captar al potencial visitante de Picos de Europa que busque en la zona no sólo la posibilidad de escalar sus altas montañas o realizar largas caminatas, sino de poder disfrutar de itinerarios micológicos, susceptibles incluso de ser guiados o señalizados. En esta misma línea, el profesor Arsenio Terrón argumentó contra el establecimiento de cotos de setas comestibles y a favor del aprovechamiento turístico de los lugares de excelencia micológica. «Los rendimientos económicos asociados a estos seres vivos son mayores cuando lo que se atrae al territorio es a aquellos visitantes dispuestos a disfrutarlos que cuando se pretende convertir a los mismos en otro elemento vedado a todos aquellos que no puedan o no deseen pagar por disfrutar de estos manjares», manifestó Terrón. Este curso de Aprovechamientos Forestales es el último programado para este año en el seno del Aula Picos de Europa de la Universidad de León, cuyo departamento de Biología Vegetal puso a disposición de los alumnos el material de laboratorio necesario para observar las estructuras microscópicas.