La red de albergues del Camino exige la regulación de los centros Sótanos arqueológicos

La Red de Albergues del Camino de Santiago exigirá a la administración que regule los refugios destinados a la atención de los peregrinos en las rutas hacia Santiago de Compostela. La entidad, que reúne a veinte centros privados con 1.400 plazas totales, mantuvo ayer en Astorga una reunión a la que asistieron representantes de la mayoría de sus integrantes. El encuentro, que tuvo lugar en el Albergue San Javier, sirvió también para acordar la modificación del folleto promocional de la red, que incluirá fotografías de los refugios -situados en el Camino Francés- así como información de un buzón de sugerencias que la entidad puso en marcha con el fin de recoger las quejas de los peregrinos. Enrique Valentín, presidente de la red, y los vocales Alfredo Álvarez, de Vega de Valcárcel, y Javier Ramos, de Astorga, reclamaron a la administración la regulación legal de los albergues «en su mayoría regidos por asociaciones sin ánimo de lucro y, por tanto, excluídos de las leyes de turismo», señaló Valentín. Además, exigieron tener voz y voto en esta tarea. La asamblea general aprobó también la inclusión como socio de un albergue que pronto abrirá sus puertas en Hospital de Órbigo. Desde hace dos años La red surgió hace dos años con el fin de reforzar el papel de los refugios privados ante la administración y unificar criterios sobre la atención de los peregrinos y el establecimiento de normas de uso, cobro -no más de ocho euros- y servicios. Los representantes de este tipo de centros también adoptaron la decisión de fundar la red ante «la problemática fiscal y jurídica» derivada de la ausencia de legislación, explicó Valentín. La entidad reúne albergues entre Navarra y Galicia. Valentín recordó que el Camino Francés cuenta en la actualidad con 145 albergues, con 6.500 plazas totales. Mientras, Álvarez señaló que las asociaciones que gestionan refugios públicos «funcionan con donativos de entre 5 y 6 euros, similares a nuestro precio». QUERIDO hermano: Ayer amanecimos en Astorga con nieve; envidia me producía lo de Soria, Teruel y demás lugares. Sin embargo, ya sabes el refrán, nieve de febrero en la pata la lleva el perro; que no aguanta, vamos, se deslíe en un santiamén y no cala en los barbechos que se quedan sin sangre. Lo malo es que ha sido inoportuna en estos días de Carnaval, que espero los disfrutes, y para el próximo sábado si no tienes cosa mejor que hacer, estás invitado a Piñata. Cierto aquello que no hay mal que cien años dure, mira que ando hoy refranero; porque espero que antes de la centena esté en marcha la musealización de la Ruta Romana en Astorga, al menos en parte. Con los poderes públicos nunca se sabe, pero aquí ya estamos acostumbrados a las negativas, a los retrasos eternos, al ya veremos, al cuando haya fondos. Te digo esto porque, después de diez años, parece que lo de la musealización va en serio. Sí, querido, diez años ha que la Junta prometió esas mejoras en los yacimientos de sótanos arqueológicos; el foso campamental ni había aflorado. Transcurridos los años, se conformaron con cuatro letrerines y unos paneles infantiloides en la Puerta Romana, y si te he visto no me acuerdo. Ahora parece que va en serio, a no ser que todo sea producto de una subida de temperatura por el calentón electoral, que todo puede ser y tengamos proyecto para otra década. Desde luego este año, jacobeo y propicio para turistas y peregrinos, idóneo para tener el patrimonio medianamente cuidado, no podemos contar con ello. Entre ponte bien y estáte quieta se escurren los meses, y el jacobeo finaliza en diciembre; que si el estudio del proyecto definitivo, la aprobación por el organismo que corresponda, que si la exposición pública obligatoria, en sus distintas fases, las alegaciones y vuelta a la exposición pública, y otro mes y qué se yo, se nos fue el año. Y queda la consignación que ahí le duele, hermano; o yo multiplico mal, que es casi seguro porque en números y demás berengenales me pierdo, o esos 600.000 euros del ala que le salen al arquitecto redactor, se me convierten en cien millones de las retiradas y devaluadas pesetas. Y aunque es cierto que en los tiempos que corremos con 100 millones haces poco más que el proyecto y el replanteo, uno agradece el gesto de buena voluntad de la Consejería de Cultura, aunque hayan tardado diez años en rebullir. Porque, la sensibilidad de la Junta, hermano, para con Astorga, al menos en este aspecto -en otros como es el caso del polígono industrial todavía andamos peor-, te digo hermano que esa sensibilidad la tiene en los talones, que deben ser bancarios por lo que le cuesta arrastrarlos. Te explico una miajilla, que no quiero ser pesado; esta ciudad que se llama Astorga ha sido ejemplo, y espejo biselado, en los últimos 20 años, de entendimiento y de sintonía entre el Ayuntamiento y los constructores y promotores; de lo cual también se ha beneficiado la Junta, pues los constructores aportaban sus trabajadores para las excavaciones. Se ha sabido preservar y poner en valor el patrimonio, cuyo mejor resultado son los sótanos arqueológicos. Pero últimamente se ha podido constatar que la Junta renquea, dejando excavaciones abiertas más de seis meses con el consiguiente perjuicio para el promotor; hay un caso concreto y sangrante en el centro urbano. Son cuatro pesetas, tu; pero lo dicho que si el proyecto, aprobación, exposición y demás alifafes desde agosto están a la espera de una decisión. Me decía el constructor: si esta situación le pilla hace unos años lo arruinan. Le creo.