Diario de León

| Reportaje | Retablo leonés |

Tras las claves de Quintana de Rueda

Memoria histórica de un pueblo que camina fuerte hacia el futuro desde unos orígenes ligados al campo y a la gandería, además de al río Esla en cuya ribera se asienta

Publicado por
Enrique Alonso Pérez - león
León

Creado:

Actualizado:

La tierra de Rueda, con la densidad histórica que la caracteriza, presenta tantas variantes como pueblos integraron en su día la amplia jurisdicción que abarcaba. Aquellos 42 lugares, que un día fueron patrimonio semifeudal del Almirantazgo de Castilla a partir del año 1439, con su primer Almirante, don Fadrique Enríquez, tenían ya su impronta muy marcada, pues desde los siglos IX y X fueron repoblados y mantenían unos matices diferenciales que dificultaban una unidad convencional nacida de la imposición política. Es el caso que nos ocupa, el pueblo de Quintana de Rueda, cuya personalidad se fragua y consolida a principio de la Reconquista, cuando desde la monarquía asturiana del siglo IX, en tiempos del rey Ordoño I, se comienza tímidamente la repoblación del valle del Duero y aparecen, con ciertos titubeos, los topónimos derivados de la lengua dominante, unas veces el latín y otras, en latitudes más hacia el sur, el árabe. Pues bien, así llegamos a una de las cuestiones que más curiosidad despiertan entre los lingüistas de ocasión, investigadores de afición e historiadores locales. El porqué de Quintanas, en plural, o Quintana en singular. Partiendo de la base de que los lugareños del entorno, y de quienes de allí proceden, usan con preferencia el plural, mientras que de forma oficial, en ningún Nomenclátor de los tres últimos siglos, consultados por este cronista, aparece de aquella manera, sino siempre en singular. Creo y defiendo el hecho de que una vez conocida la secuencia histórica de este pueblo y de haber pateado en profundidad sus espacios más primitivos, no es extraño lo del plural, pues nos encontramos con el precedente documentado de un «Quintana de Santa Eulalia» (año 979); «Quintana de Valdepolo» (año 1046) «Quintana de Robledo» (año 1240) y finalmente «Quintana de Rueda», que aparece en un documento fechado en el año 1104, y queda asociado a la villa de Rota (Rueda), que desde tiempos inmemoriales ejerció la cabecera de un señorío pujante y un reducto fortalecido por sus sólidas torres y murallas. El nombre Todo ello, sin querer agotar ninguna otra vía que nos llevase a reconsiderar este juicio, fortalece nuestra opinión de considerar el nombre de Quinta o Quintana, como un genérico que señala lo que hemos visto en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua de la edición de 1726: Caserío o sitio de recreo en el campo, donde su retiran sus dueños a divertirse durante algún tiempo del año. Llámase así, porque los que las cuidan, labran, cultivan o arriendan, solían contribuir con la quinta parte de los frutos a sus dueños». Y después del genérico, que se prodigó hasta la saciedad -sólo en la provincia de León hay 24 pueblos con el nombre de Quintana o Quintanilla- viene el topónimo diferencial asociado a la zona, el río o la cabecera de la que dependió en su día. Los caseríos Las Quintas, Quintanas o caseríos, fueron creciendo autónomamente formando núcleos familiares arraigados a la tierra, y lo que empezó siendo una parte, fue constituyéndose en un todo, hasta que surgió un pueblo con entidad independiente, como el caso que nos ocupa, que muestra signos inequívocos de antiguos asentamientos desplazados, como la torre de la iglesia vieja, el antiguo molino de los Bedoya, que se supone adscrito al desaparecido pueblo de Robledo... Muchos han sido los avatares vividos por el pueblo de Quintana y sus gentes. Su población se estabilizó durante los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, oscilando en una horquilla de 24 a 26 vecinos, que le proporcionaban unos 125 habitantes, hasta que ya en el siglo XX, el censo oficial del Padrón de 1926, le adjudica 249, que hasta el actual, cifrado en 500 habitantes, ha pasado por sus mejores momentos en los padrones de los años 1950 y 1960, en los que aparece con 553 y 587 habitantes respectivamente. Se deduce, pues, que Quintana de Rueda es uno de los pocos pueblos leoneses que mantiene una cierta estabilidad poblacional, ya que la tendencia generalizada en la provincia es de una considerable merma, que en ocasiones ha llegado a una ausencia total de habitantes de hecho, como ocurre con el vecino pueblo de Cañizal de Rueda, adscrito al municipio de Gradefes.

tracking