Flores, niños y devoción

Astorga celebró ayer la festividad del Corpus Christi con la tradicional procesión que siguió a una misa presidida en la Catedral por el Obispo de la diócesis, Camilo Lorenzo. El cortejo estaba compuesto por la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía del Bendito Cristo de los Afligidos, así como por los niños de primera comunión que desfilaron agrupados por parroquias y acompañados de sus respectivos sacerdotes. La carroza con el Cuerpo de Cristo ocupaba un lugar preponderante en la comitiva, y era custodiada por canónigos de la Catedral ataviados con capas. El prelado bajo palio y las autoridades civiles, militares y eclesiásticas tampoco faltaron al recorrido, que completaban la cruz y los ciriales, los fieles repartidos en dos hileras y la Banda Municipal de Música de Astorga, que cerraba el cortejo. La comitiva desfiló por el trayecto habitual hasta llegar a la plaza Mayor. Allí, los miembros de la brigada municipal de jardines del Ayuntamiento habían realizado sendas alfombras florales, una en la entrada de la plaza y otra a las puertas de la casa consistorial, a base de especies vegetales como rosa, retama, tomillo, o brezo. Los adornos, para cuya elaboración los operarios utilizaron dos contenedores de flores y arbustos, lucían motivos religiosos, y acapararon la atención de quienes desfilaban en la procesión y de los numerosos curiosos y devotos que abarrotaron por la mañana la plaza. El cortejo realizó una parada frente al Consistorio para rezar unas oraciones, entonar unos cánticos y realizar unas peticiones, así como para recibir la bendición del Obispo, antes de continuar su marcha hacia el primer templo de la diócesis. Los niños que este año realizaron su primera comunión arrojaban pétalos de flores durante el recorrido, que discurrió por calles cuyos balcones aparecían engalanados con banderas de España y con mantones. Al llegar a la plaza de Calvo Sotelo, como novedad, la comitiva hubo de desviarse por la calle Doctoral para enfilar de nuevo hacia la Catedral por la glorieta de Eduardo de Castro. El motivo del cambio es la realización de obras en el muro del Convento de Sancti Spiritus abocado a la calle de Leopoldo Panero, que mantienen cortado el vial salvo para los peatones.