Cóctel Beethoraveliano

ONDINE TRAE olas de ninfa en sus alegres escamas de enamorada. Ondine sufre desamor y se revuelve contra la tristeza de no ser correspondida. Mientras, en el piano del auditorio «Angel Barja» del conservatorio profesional de música de León «José Castro Ovejero», Miguel Ángel Fernández Vega, virtuoso del piano y querido hijo de Veguellina de Órbigo, mantiene el mar de sus manos firme para que Ondine en su agitación no pierda la cordura, y lo logra de tal manera que al mismo Ravel, su compositor, le hubiese llegado la sensación de sentir la espuma de ese hermoso mar de magistrales dedos posados en la arena de las teclas, consiguiendo que Ondine nos llegase a todos los presentes como si la tuviésemos allí delante. Ondine se nos hace presente nadando entre las manos de un virtuoso pianista que nos columpia, durante el concierto, en las olas que la música rompe en la playa de cada alma que escucha. La Cazuela de Manuela Receta:«Cóctel Beethoraveliano» Ingredientes: Miguel Ángel Fernández Vega / Auditorio Ángel Barja del Conservatorio de León /Público / Musas, ondinas y sirenas que acudieron al oír tan magistral interpretación. Preparación: En tan magnífica coctelera como es el Auditorio «Ángel Barja» del Conservatorio de León, se agitaron sonidos, presencias, público y la extraordinaria interpretación de un músico que cuenta desde sus primeros pasos en la música, con una excepcional profesora como lo es Elena García, jefa de estudios del Conservatorio Profesional de Música de León y también hija de Veguellina de Orbigo. Este pianista acaparó la atención de los presentes y de las invisibles musas que hicieron constancia de su presencia dando energía para que Beethoven a través de su Sonata Op. 111, tuviera la fuerza de la tempestad que anunció su nacimiento y le acompañó en el viaje definitivo, tal y como la creara cuanto ya llevaba treinta años ciego. En verdad dejó tanta fuerza en sus partituras que su energía flotó entre el público allí presente de tal forma que se bebió el cóctel de esta ambrosía tan especial a grandes sorbos de arte y saber hacer de un joven artista que supo mostrarnos el virtuosismo de su alma y la calidad de su técnica, así como su incondicional entrega a este viento poderoso llamado música que nos lleva a territorios sensoriales no hollados antes.