Diario de León

| Crónica | Laciana se vuelca con la música |

Más sentimiento que Pentimento

David Bustamante deleita a 4.000 personas en Villablino con hora y media de espectáculo dedicado a un público muy variado, procedente incluso desde provincias como Castellón

Un momento de la actuación de David Bustamante en Villablino el pasado miércoles

Un momento de la actuación de David Bustamante en Villablino el pasado miércoles

Publicado por
Cristina Vergara - corresponsal | villablino
León

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Diez grados de temperatura a las doce y media de la noche para ver a un cantante cojo, no son mucho reclamo, la verdad. No importó. Bustamante es diferente. El tercer producto de la celebérrima OT metió 4.000 almas en el campo de fútbol de Villablino, para desgranar con mucho sentimiento una parte de Pentimento , el último álbum, otro disco de platino en su carrera, y una recopilación de temas de autores conocidos y partituras famosas que, en directo, suenan de otra manera. Ataviado con un bastón para hacer frente a las secuelas de la lesión prematrimonial que aún arrastra, el concierto central de las fiestas lacianiegas se convirtió en un mapa de España en forma de club de fans. Por aquí, de Castellón, por allá, de Barcelona. En aquel lado, de Navarra y a la esquina de al fondo, de Zaragoza. Lo de bercianos, asturianos y nativos de la zona, ya tiene menos valor, y menos aún si la pancarta con la que se atrevió el personal de Ribadesella. Bang, bang abrió el concierto y El aire que me das lo cerró. De los gorgoritos previos a la puesta en marcha del concierto, nadie supo, excepto el personal del backstage, presto a comprobar que si de los polvos televisivos no vienen los lodos de la fama, en el fondo, la cabra siempre tira al monte, la verdad, y aquellos viejos vicios que tanto le criticó el personal docente de la academia de canto más famosa del país, todavía se dejan ver de vez en cuando, aunque solamente sea para poner a punto las cuerdas vocales. Ya en el escenario, el bastón de apoyo que hace las veces de tercera pierna improvisada, pasó pronto a ser parte del mobiliario auxiliar, y sin números de danza especialmente señalados, el marido de Paula Echevarría fue dando cuenta de los temas como lo había hecho antes de la tortilla española, la cecina y la empanada lacianiega que había solicitado como parte esencial del catering. Y se marchó, que dijo un día José Luis Perales. Pero rumbo a León, donde pernoctó en un establecimiento hotelero de la capital, antes de seguir la gira. Una joven de Cantabria, que durmió las dos noches previas al concierto en un iglú plantado junto al escenario, también pudo descansar. Es lo que tiene la música...

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