El fuego del domingo hizo temer a los vecinos por el barrio alto de la villa

El incendio que se declaró en Alija del Infantado el domingo por la tarde hizo temer por las viviendas del barrio alto de la villa. El siniestro comenzó sobre las tres de la tarde en el pinar que corona la localidad del sur de León, en un paraje muy cercano a las casas del pueblo.

Según testimonios recogidos ayer de vecinos del pueblo, los vecinos de la villa del Infantado acudieron a hacer frente a las llamas al escuchar las campanas de las iglesias de San Esteban y San Verísimo tocar a fuego. «El fuego llegó a 200 metros de las bodegas y hasta el depósito de agua del pueblo», explicaba uno de los vecinos. Fue en este punto donde los empleados del Ayuntamiento «enchufaron las mangueras» para tratar de hacer frente a unas llamas por las que los voluntarios se veían superados.

El agradecimiento. El alcalde de Alija, José Antonio Prieto, confirmó los temores de los vecinos. «La cercanía del fuego a las casas provocó el pánico entre los vecinos», manifestaba ayer. El regidor felicitó «a los responsables del operativo» que extinguió el incendio. «No sólo han salvado la estampa del pueblo, sino que, además, evitaron su propagación por el monte de Bécares», añadió el regidor, que manifestó su deseo de que la Junta «hubiera respondido de la misma manera al problema sanitario que con este incendio».

Prieto destacó además el papel de los vecinos «que formaron una barrera humana de calderos de más de un kilómetro» para defender el pueblo. El alcalde señaló que, pese a la alarma, no se llegó a plantear la evacuación de la parte del pueblo.

El incendio estaba controlado a las seis y media de la tarde y, según contaron los vecinos, los trabajos de extinción se prolongaron hasta la media noche. Posteriormente se reavivó un foco, que un retén que permanecía de guardia se encargó de apagar. Según informó la Consejería de Medio Ambiente, el siniestro pudo ser intencionado.