Diario de León

Así fue el juicio en la jornada de ayer

José Antonio Alonso, de Audinor. DL

José Antonio Alonso, de Audinor. DL

León

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El Juzgado de lo Penal 2 de León celebra hoy la última jornada de esta semana de la vista oral por la muerte de seis mineros en el Pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco Leonesa, ocurrido el 28 de octubre de 2013. 

Ayer comenzaron a declarar los peritos sólo de las defensas, los catedráticos Javier Toraño y Celestino Nicieza de la Universidad de Oviedo, y los directores de Aitemin. 

Para hoy quedó pendiente la declaración de Manuel José Camino Llerandi, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad de León. 

Junto a él están citados tres peritos de la empresa Auditores del Noroeste, e intervendrán además los responsables del Laboratorio Oficial Madariaga. En total, hoy está prevista la declaración de once testigos peritos. 

 

17.00

Se retoma el interrogatorio. El perito insiste en que considera que el fenómeno ocurrido en el accidente fue imprevisible. 

A preguntas de la jueza, señala cómo se cierra el postaller y cómo se rellena. "Se trata de que quede recebada hasta arriba". El perito señala que "también pude romperse el techo, cosa que aquí no pasaba". Cuando no se ha caído la bóveda no se debe sutirar todo para no dejar descalzados los pilares. La magistrada pregunta cómo se desarrollan las labores de explotación del taller.

Señala el ingeniero que descarta un derrabe gaseado y que se inclina a pensar que el accidente se produjo por un desprendimiento instantáneo de grisú.

Finaliza su declaración y la sesión de hoy.

16.23

Uno de los abogados de la defensa señala que no es posible seguir en estas condiciones, sin descanso después de horas de interrogatorios.

La magistrada señala un descanso de media hora.

15.02

Continúa el interrogatorio de las defensas. La empresa solicitó de la Escuela Superior de Minas de León un informe sobre el accidente, y la facultad le designó a él. Fue la empresa la que solicitó la realización de un informe por parte de un organismo externo a ella. 

El ingeniero señala que el golpe de techo es más característico de otro tipo de explotaciones, "con capas más tumbadas, como una gran viga en voladizo, que puede colapsar bruscamente y afectar al taller". En el caso del taller siniestrado no se daban estas circunstancias, por eso entiende que no se trata de un hundimiento de la bóveda. 

El fiscal pregunta por el proyecto de explotación que estaba aprobado para la mina, que en opinión del experto ampara la cota de la planta 7ª en la que se estaba laborando. "Se refería a la capa Competidora, según un proyecto tipo". Y que considera que al ir bajando las plantas "son las mismas circunstancias, porque la capa es la misma y el tipo de carbón, las condiciones son similares. De hecho Minas no ha requerido cambios". Y explica que las prescripciones de Minas son posteriores al accidente, "es lo mínimo tras un suceso de este tipo". 

Señala que lo normal es que la bóveda esté en las primeras fases de los talleres, pero acabe colapsando "total o parcialmente". Si ha colapsado con los minados superiores, como considera que es el caso, "es permeable, como una chimenea". 

A las acusaciones señala que no hay forma de adelantar lo que va a ocurrir, "si fuera así se tomarían otras medidas, pero no es posible". 

Las acusaciones preguntan que dado las dificultades y el peligro que evidenciaba el avance de las calles no era más aconsejable y prudente, en vez de correr el riesgo que se corrió, avanzar unos metros aunque hubiera que avanzar un nuevo taller y comenzar bajo minados superiores. El ingeniero señala que al haber contactado ya con los minados superiores "la zona está tronada". 

Las acusaciones preguntan si no debería haberse dejado de sutirar. "Si se saca carbón y hay hueco quizá es el momento para dejar de sacar carbón y avanzar". 

14.15

Comienza la declaración de Manuel José Camino Llerandi, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad de León. Que realizó también un informe sobre el accidente para la Hullera Vasco Leonesa, y es uno de los peritos testigos de la defensa. Redactó su pericial en contestación a las conclusiones del servicio de la Junta. 

El abogado de la defensa le pregunta por la desgasificación. "El carbón, dependiendo de su rango, tiene gases, sobre todo metano, que forma parte de él. A medida que avanza la explotación ese gas empieza a salir. Lo normal es que salga lentamente, pero depende del contenido que tenga. Los tiros de desgasificación, teniendo en cuenta que aquí el contenido era elevado en algunas zonas, tienen por objetivo que salga de forma más rápida. pero ordenada". 

Le pregunta por la velocidad de desorción. Y señala que la empresa tiene "medidores de metano en muchos puntos". Un control que sólo se realiza en el momento de avance de la galería, aunque se entiende que no son necesarios ya durante la explotación del taller. En carbones duros como los que había en el Pozo Emilio hay necesidad de voladura y disparos para descomponer en carbón, "en otras minas más blandas se puede sacar sólo con el martillo". La utilización de explosivos ayuda a desgasificar. 

El informe recoge la presencia de bóveda, era una capa de una pendiente de 65º que es variable en tramos relativamente cortos. "Es difícil saber si la bóveda es la misma o la longitud que tiene, a veces hay que dejar sin sutirar para rellenar. Depende de lo que se haga con ella".  La bóveda genera peligro para la explotación cuando se sobrepone a la entibación del taller. 

Las DIS establecían que si se detecta bóveda encima del taller hay que avanzar calle y correr pilas sin sutirar. "Pero la bóveda no es que quede hueco completo, por debajo de una altura de suelo queda material, ya sea carbón o estériles. Si no cae, se debe dejar carbón allí por prescripción, y así se hacía". 

La DIS dice que cuando en el postaller no se produzca una cobertura suficiente, hay que provocar la caída de la bóveda. Y el letrado pregunta qué significa provocar la rotura del techo. "Son términos bastante confusos. El techo en este taller tenía una inclinación importante, 65º, y es antracita dura y no rompe fácilmente. Por eso se genera bóveda cerca del techo". 

El ingeniero señala que lo ideal es que se contacte con los minados superiores, lo que implica que se rellena el postaller con materiales, ya sea carbón´, estériles o materiales de arriba. Será entonces "una bóveda parcial porque está rellenando". Y Camino señala que se había contactado con minados superiores. "Parece que correspondería al culatón, pero muy próximo al taller o del propio taller. Por la posición y planos que he visto, me inclino a pensar que eran del propio taller". 

Indica también que lo normal es que "haya un desplazamiento, y no se esté en vertical sobre la planta superior. Puede ser más difícil contactar con ellos, pero se acaba contactando. Y eso es fundamental para la desgasificación, para que salga el gas que hay en la bóveda". 

El letrado le pregunta si la bóveda ha colapsado, y el ingeniero señala que no. "Por todos los datos y testigos que visitaron después el taller, se mantiene igual la entibación, la malla metálica,..." El experto señala que el gas "salió durante horas, con una fuerza muy grande y las desgraciadas consecuencias que conocemos". 

Indica que la característica de los desprendimientos instantáneos es que sale gran cantidad de gas que pulveriza un carbón que sale también. Para eso tiene que salir con mucha presión, y sale con violencia, como cuando explota un globo pero en proporciones gigantescas". 

Su opinión es que no se sabe si el desprendimiento se produjo en el postaller porque no se investigó, "el gas sale, pero el carbón pulverizado sólo mancha las mampostas, porque el taller estaba recebado y el carbón se queda allí". Respalda que fue un desprendimiento instantáneo de grisú, que es impredecible. "Sobre todo si se produce en una zona alejada como el postaller, a la que no podemos acceder". Y cita casos anteriores similares que ha vivido. 

El abogado pregunta si un minuto antes del accidente todo funcionaba con normalidad. "Sí, porque los obreros estaban trabajando, nadie intentó ponerse el trabajador, ni oyeron nada porque no intentaron huir". El letrado le recuerda la concentración alta de metano del viernes anterior que hizo salir a los trabajadores. 

"Entiendo que lo que pudo ocurrir fue la caída parcial de esa bóveda, que hace ruido y desplaza algo de grisú. Entiendo que es lo que pasó ese día". Pero es "independiente de lo que ocurrió el día 28, que fue en otra zona". Señala también que era totalmente imprevisible, porque además minutos antes entraron técnicos que salieron con normalidad. "Otros técnicos y vigilantes hubieran mandado salir si vieran algún problema. Pero esto te pilla, es imprevisible". 

El ingeniero cubicó en 12.000 metros cúbicos el gas expulsado en las primeras horas. "Es imposible que en la bóveda que había en el postaller, que como mucho tenía 1.000 metros cúbicos, estuviera esa cantidad de gas. Además hubiera salido en segundos, no se hubiera mantenido durante horas". 

Además seis minutos después salió gas también en la planta 6ª. "Con un retraso porque está a más de 100 metros, y tiene que atravesar minados que lo dispersan". 

Respecto a los ruidos que se escucharon, "creo que ratifica mi teoría. El hundimiento de bóveda produce un ruido fuerte, un estruendo, que se hubiera oído en el transversal. Pero ahí notaron un soplido y una nube de carbón. Pero desde el macizo 9º, que tiene en medio un macizo compacto, se oyeron la cadena de ruidos, una de las manifestaciones clásicas de los desprendimientos instantáneos, que produce como un metralleo en milisegundos". 

El ingeniero no estudió la ventilación general, pero sí la secundaria, los electroventiladores, que canalizan el aire a los frentes. "Había uno para cada ala en cada planta". No apreció ningún incumplimiento normativo en la explotación del taller.

13.44

Pregunta la magistrada si para realizar el informe de 2014 visitaron alguna labor en el macizo 7º, responde que sí. Le pide que explique de nuevo qué es lo que no cumplía la empresa del plan de protección. 

Señala Alonso que la empresa tenía varios documentos que recogían los diferentes escenarios de emergencia que podían producirse. "Y con eso era suficiente hasta el momento". En 2007 se publicó un real decreto para actividades de alto riesgo, como las mineras, que establecía que si tenían "algo similar sería válido. Pero la Vasco le faltaba detallar algo de estructura y asignación de responsabilidades. Pero todo a nivel documental, porque la dotación de medios y la realización de simulacros anuales sí se hacía". Igual ocurrió en el ámbito de la autoprotección. 

Es decir, tenía que documentarse de  una manera diferente y completar algunos extremos, señala la jueza. Así lo ratifica el ingeniero.

Finaliza su declaración. 

13.15

La magistrada retoma la declaración del perito José Antonio Alonso Mejido. 

La acusación señala que la Hullera Vasco Leonesa mantiene una "relación comercial mantenida en el tiempo" con Audinor. 

La Vasco estaba obligada a tener su propio servicio de prevención al tener más de 200 trabajadores, pero la empresa tenía más servicios de los establecidos por la ley, por ejemplo el servicio de hospital médico. 

El abogado se pregunta cómo en 2014 se dio por buena la auditoría de Audinor cuando en 2013 se registró la muerte de seis mineros y lesiones a otros 8. El ingeniero responde que cuando realizaron la última auditoría aún estaba investigándose el accidente, "aún sigue ahora"; y lo que comprobamos estaba conforme a la ley. 

Vuelven a preguntar las defensas. 

12.35

Comienzan las preguntas de las acusaciones, que preguntan cómo les facilitó la documentación la Vasco. Fue en distintas fases. Preguntan si se les requirió el informe porque había una investigación judicial. No les consta. Cuestionan también si la empresa les comunicó el error topográfico en la situación del taller, y señalan que no les consta. 

Los ingenieros del Laboratorio Madariaga defienden que la ventilación era suficiente, aunque en algún momento el nivel de grisú podía subir por voladuras, etc. 

Señalan las acusaciones que es el único informe que dice que el taller no estaba en virgen. Cano lee la DIS y defiende que por encima de la planta 7ª estaban la 6ª, 5ª, etc. El letrado le dice que el culatón está desplazado 21 metros desde que termina la 6ª hasta la 7ª. El ingeniero insiste en que en el nivel superior hay explotación, y la DIS no dice nada de que el taller está desplazado. "La empresa puede aplicar la DIS, pero lo cierto es que cayó material del nivel superior". 

Finalizan su declaración. 

11.43

Comienza la declaración por videoconferencia de un grupo de cinco técnicos del equipo auditor de Laboratorio Madariaga. Carlos Martínez, Camilo Cano, Juan Carlos Sancho, José Luis Lorenzo y Juan Casín Noya. 

Son ingenieros de Minas, y master en ingeniería de Minas e ingeniero técnico de Minas (Cano). Explican que el Laboratorio Oficial Madariaga se creó por orden ministerial y es el oficial que asesora al Ministerio de Industria en temas relacionados con la seguridad en las minas. Depende de la Universidad Politécnica de Madrid, y realiza informes privados. Aportan uno de los informes periciales de la Hullera Vasco Leonesa sobre el accidente. A finales de noviembre de 2013 se reunieron con la empresa para solicitar la información y se bajó a la mina a un lugar similar al del accidente, porque el taller accidentado había prohibido entrar a él. En enero sí bajaron al lugar del accidente "a verificar una serie de puntos". 

La documentación la facilitó la empresa pero niegan que hubiera directrices sobre las conclusiones a las que llegaron. Sus conclusiones son libres, independientes e imparciales, aseguran. Y las mantienen. 

Entienden que la adaptación a la legalidad era total, "aunque no siempre es muy clara", y que la Vasco había adoptado a mayores disposiciones internas a instancias de la autoridad minera. No vieron ningún incumplimiento normativo que tuviera relación con el accidente. "En nuestro informe en ningún momento valoramos las causas del accidente, sólo el cumplimiento de la reglamentación, y se concluyó que se cumplía". 

La DIS de talleres en virgen sin minados superiores dice que son macizos vírgenes aquellos que no han sido explotados a niveles superiores. "Desde nuestro punto de vista sí había minados superiores, aunque ellos estaban cumpliendo esta DIS. En algún caso no sutiraron y corrieron las calles, pero este taller no estaba incluido en esa DIS a nuestro parecer". 

En diciembre de 2013 estuvieron en el lugar del accidente. Allí su objetivo era fundamentalmente si la parte posterior estaba recebado. "El postaller estaba relleno, con alguna roca de desprendimiento de techo. Nos sorprendió que no se veían grandes presiones después de más de dos meses". Los detectores de metano estaban situados en su lugar menos los portátiles que en el accidente quedaron saturados. Se comprobó que estuvieran con los mecanismos necesarios para su funcionamiento. Y los estemples tienen pegado un polvo muy fino, "pero eso no lo miramos porque no era objeto del informe". 

La empresa puso a su disposición el taller desde el comienzo hasta el día 28, del accidente. "En esa información se recogían tres días sin sutirar, que comprobamos con partes de trabajo". Solicitaron a la Vasco la formación de los trabajadores en el uso de los autorrescatadores. 

Siguen las preguntas de las defensas. El informe se limita al Pozo Emilio, concretamente planta 7ª ala Este del macizo 7º. Donde se produjo el accidente. 

A preguntas del fiscal señalan que han revisado toda la documentación de antes del accidente. Dicen que no vieron físicamente la autorización de Minas para bajar al taller, "nos fiamos de los facultativos". Sí vieron el plano sobre el buzamiento de las capas 6ª y 7ª, pero los técnicos mantienen que sí había minados encima y no era necesaria la aplicación de la DIS de explotación en virgen, aunque así se hacía. 

Insisten en que no vieron ningún incumplimiento de reglamentos, ITC, disposiciones internas y prescripciones que había realizado la autoridad minera. En los partes de trabajo que proporcionó la Vasco se recoge cuándo detectan bóveda, cuándo avanzan sin sutirar,... "Estaba en los partes de trabajo". 

11.04

Comienzan las preguntas de las acusaciones. 

El letrado pregunta si se agendaban las entrevistas y visitas de la auditora para realizar el informe. En 2014 no pudieron visitar el grupo Competidora porque ya estaba cerrado, y prohibida por la autoridad minera había prohibido entrar en el taller. En 2014 comprobaron las situaciones del accidente, pero "hacer una investigación paralela no es competencia de la auditoría". 

Pregunta si en 2014 había medidas de seguridad adicionales y había diferencias entre los grupos. "Se habían implementado medidas adicionales con dotación de equipos de respiración autónoma cercanos a los tajos, por el accidente de 2013". Para mejorar los rescates en caso de atmósferas irrespirables. Eran equipos de respiración artificial y de oxígeno medicinal, y había que aprender a utilizarlos, como el resto de los equipos. 

Las auditorías no alcanzan a investigar las cuestiones por las que se produjo el accidente, si se sutiraba o no....

La letrada le pregunta cómo comprueban que se corrigen las anotaciones que hacen en el informe de desviación. Y recuerda que en 2012 dice que se comprobaría la corrección de los puestos que no se habían recogido correctamente. Y en cuanto a los accidentes se "muestrea", seleccionan algunos para ver si se toman en cuenta las prescripciones. 

La magistrada suspende el interrogatorio para no perder el turno de la siguiente declaración por videoconferencia. 

10.51

Comienzan las preguntas del fiscal. Las auditorías son obligatorias, como el plan de seguridad y salud que tiene que acompañar el plan de labores. "Anualmente es necesario entregar la actualización a la autoridad minera". En los últimos años hubo un cambio en los responsables del departamento de prevención, pasó a dirigirlo José Eliseo Solís. El fiscal pregunta si hubo confusión sobre las funciones de seguridad en el nuevo organigrama. El ingeniero responde que no, "no entraba en conflicto ocupar esos cargos". 

Cuando se produjo el accidente se había despedido a dos ingenieros responsables de seguridad y se nombraron nuevas personas para los cargos. Pregunta el fiscal si se fijaron que había acumulación de cargos en varias personas. "Igual que en 2014, no lo vimos como un problema". ¿Y no debían supervisarse unos a otros? "Las funciones son compatibles y no tienen por qué suponer conflicto de responsabilidades". La estructura de seguridad desde 2005 "más o menos se mantuvo en el tiempo, aunque algunos cargos se agruparon. Pero el funcionamiento de ese organigrama comprimido no era menos eficiente".

En 2014 sí manifestaron a Aitemin disconformidad con algunos cargos, "en esos años hubo varios cambios, eran las mismas personas que se movieron durante varios años". 

Sobre el rescate y salvamento la empresa sí tiene obligación "como concepto general" de facilitar los elementos, pero "es un concepto muy amplio, hay que ver hasta dónde se llega". Es el empresario el que está obligado a tener personal formado para atender las emergencias, "entendemos que es la Brigada de Salvamento en este caso", al margen de que "los trabajadores tengan formación en este campo". 

 

9.25

Comienzan las declaraciones de hoy. Declara José Antonio Alonso Megido, de Auditores del Noroeste. En 1997 comenzaron a hacerse obligatorias las auditorías de seguridad. Audinor comenzó su actividad en 2001, y desde 2005 las realizaron cada dos años a la Hullera Vasco Leonesa, hasta 2014. Son sociedades independientes, no tienen relación. Es ingeniero de Minas, técnico superior en Prevención y formación como auditor.

España es el único país donde se exige la realización de las auditorías a los sistemas de prevención, que consisten en evaluar los riesgos que ha hecho la empresa, contrastar que se han planificado actividades preventivas y que se llevan a cabo, verificar los recursos humanos y materiales y que son los adecuados para ser eficaces. Valora también el grado de integración de la prevención de riesgos dentro de la empresa. 

Alonso señala que el sector minero es el más complejo en este sentido. La auditoría contempla entrevistas con todos los sectores de la empresa, y visitas a todas las instalaciones. En construcción, minería o industria química, por ejemplo, las auditorías se realizan cada dos años, en el resto cada cuatro.

La defensa pregunta a su testigo perito por las Disposiciones Internas de Seguridad (DIS), de las que se dota la empresa a mayores de las normas establecidas.

Señala que alguna categoría puede no estar identificado "por una errata" con su riesgo, como si parar un sutirador no aparece el riesgo de grisú, "no implica que no esté establecido el sistema". Y confirma que la Hullera Vasco Leonesa tenía contemplado dentro de las DIS internas el reconocimiento de los riesgos para todas las categorías de trabajadores de la empresa. 

El ingeniero explica que había un cumplimiento normativo por parte de la empresa en materia de seguridad, aunque se señalan desviaciones en los riesgos normativos. En 2012 encontraron irregularidades en "temas documentales, cómo tiene que estar documentada la evaluación de los riesgos, no su contenido". También de las medidas de emergencia. Una deficiencia "relativa" porque era documental. 

Señala que las deficiencias detectadas en 2012 se corrigieron en 2013, y que esas deficiencias se debían a un "cambio en la metodología". Los vigilantes eran un recurso preventivo, que existían tradicionalmente en la minería, pero faltaba la designación formal de que realizaban esa función. "No faltaba el trabajador, sino su designación formal".

En todo caso, "desde luego que no" tuvieron que ver estas circunstancias con el accidente de octubre de 2013. Y estaban subsanados.

También detectaron defecto por las medidas de emergencia. Se planteaban distintas situaciones de emergencia, y contemplaba expresamente la invasión de metano (a partir de 14º grisú); y el plan de emergencia para actuar en estos casos. "La empresa tenía contemplados todos los planes de emergencia, pero no recogidos de acuerdo con el índice que pedía un real decreto. Era un defecto de documentación, las medidas sí existían". Se regularizó a principios de 2013. 

El plan de evacuación era "conocido y practicado" con simulaciones en todos los ámbitos de la empresa, que tenía tradición en estas medidas de seguridad. 

El autorrescatador es el método de rescate básico en la minería del carbón. Y los trabajadores hacían entrenamiento periódico. "Es conveniente practicar su uso, cuando se activa da sensación de quemazón y hay que estar acostumbrado". La formación se ofrecía anualmente. 

Los comités de seguridad e higiene se mantuvieron, estaban formados por empresa y trabajadores. Primero había varios en los grupos, luego se redujeron cuando lo hizo la actividad. Alonso señala que fue el propio comité el que se autoimpuso visitar semanalmente todas las instalaciones de interior, en el exterior la visita era mensual. "Y es algo a valorar que tomaran esta decisión". 

El canal habitual de denuncia de las irregularidades eran los comités de seguridad, aunque no le consta que se hicieran de forma anónima. "Adicionalmente están los delegados mineros, otro mecanismo al que los trabajadores pueden acudir". 

Auditores del Noroeste volvió a realizar la auditoría en 2014, y comprobaron que las deficiencias habían sido subsanadas. 

La dotación presupuestaria de prevención de riesgos laborales se redujo en el tiempo que auditó Audinor de 1,6 a 1,3 millones de euros, "algo que no fue parejo con la reducción del personal, que en ese tiempo quedó prácticamente en la mitad". Niega también que el plan de prevención estuviera sin actualizar desde 1998.

Un letrado de la defensa pregunta por las condiciones de trabajo, en su informe de 2012 sobre ventilación, el técnico considera que la ventilación era adecuada en función de las comprobaciones que realizaron. Y en 2014 dicen lo mismo. "El accidente no tiene nada que ver con una ventilación deficiente ni falta de control atmosférico". Y para las condiciones de trabajo los medios de prevención eran suficientes. Y se verificó en los dos años la existencia de personal de vigilancia. 

Insiste el perito en que las mejoras que se produjeron en 2013 exigidas por la auditoría de 2012 eran de carácter documental y no tuvieron influencia en el accidente. 

 

 

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