Diario de León

PONENCIA | NOEMÍ BUSTILLO

El Capricho hace un alegato de “lo pequeño para ser grandes”

Noemí Bustillo, jefa de Desarrollo de Proyectos de Bodega El Capricho. RAMIRO

Noemí Bustillo, jefa de Desarrollo de Proyectos de Bodega El Capricho. RAMIRO

León

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La tercera ponencia de la mañana del III Congreso Agroalimentario del Diario de León estuvo protagonizada por Noemí Bustillo, Jefa de Desarrollo de Procesos de la Bodega El Capricho de Jiménez de Jamuz, uno de los máximos exponentes de la gastronomía de calidad, no sólo de la provincia de León, sino de toda España, que recibe a diario turistas llegados de todo el mundo para disfrutar de sus excelentes carnes.

Bustillo leyó un emotivo discurso en el que hizo un alegato de “lo pequeño para ser grandes. Aquí todo es posible. Me gusta El Capricho porque es una empresa pequeña que pensamos a lo grande”.

Nombrando a varios pensadores, señaló que “el hombre no está hecho para la cantidad sino para la calidad” y que “una persona fracasada es aquella que nunca ha fracasado”, como filosofía que inspira a El Capricho y a su alma máter, José Gordón, y a todo su equipo.

También hizo una ardua defensa de los valores tradicionales de la familia y las gentes de los pueblos. En este sentido, aseguró que “José todo lo que ha hecho es porque tiene respeto a su tierra” y subrayó la sensibilidad de Gordón en el trato a los animales y a las carnes.

La pasión es otro de los valores de la empresa. “Es lo más importante. Ese ha sido el éxito de El Capricho”.

Al tiempo defendió la vida en los pueblos que “es muy complicada. Ver sobrevivir a esos paisanos… me parecen héroes. Hacen falta estructuras en los pueblos que hagan que la vida no sea tan complicada”.

Bustillo también abogó por una educación diferenciada que fomente en los niños el amor a la tierra en la que viven. “No puede ser que un niño de Mósteles tenga los mismos libros que uno de nuestros pueblos”.

También se refirió a algunos de los problemas con los que el restaurante se encuentra a diario, como es el de encontrar personal, personal cualificado, para lo que dijo que debe dignificarse la profesión tanto desde las administraciones como por parte de las empresas ofreciendo unas buenas condiciones laborales. Las mismas dificultades que tienen para encontrar trabajadores para el campo y el cuidado de los animales.

En este sentido abogó porque se hagan campañas de márketing potentes que pongan en valor la vida en los pueblos.

Igualmente defendió la necesidad de potenciar un turismo gastronómico de alto poder adquisitivo que se salga de los núcleos de Madrid y Barcelona porque Castilla y León tiene el potencial suficiente para ser destino para gentes de todo el mundo que buscan, precisamente eso, la tranquilidad y autenticidad, lo que los ingleses llaman “los caminos no pisados”, según afirmó.

Ese amor a la tierra y lo pequeño se vio reflejado en José Gordón, aseguró, en la importancia que le dio al haber recibido la Alubia de Oro de La Bañeza, después de haber conseguido galardones por todo el mundo.

Su ponencia concluyó con un vídeo que terminó con las palabras del propio Gordon: Quiero dar las gracias a mi padre, por su sentimiento de arraigo a la tierra y al Capricho. A mi abuelo, por ser un adelantado a sus tiempos. Por su fortaleza para vaciar la montaña en tiempos austeros y difíciles donde no había medios. Por el amor que pasó al plantar sus viñedos eligiendo los terruños más adecuados”.

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