Diario de León

MESA REDONDA | SOSTENIBILIDAD EN EL MEDIO AMBIENTE

"Las políticas ambientales en España son un corta y pega de lo que se dicta en Europa, están totalmente alejadas de la realidad"

Mesa redonda con Javier Martínez Santos, Jaime Rodríguez y Manuel Mantecón, moderada por Maite Rabanillo.

Mesa redonda con Javier Martínez Santos, Jaime Rodríguez y Manuel Mantecón, moderada por Maite Rabanillo.

León

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La sostenibilidad ha llegado al sector agroalimentario para quedarse, y los productores tienen que adoptar a una ser de medidas para adaptarse a las nuevas exigencias europeas. El problema, se exige pero no se dan medios ni alternativas. La incertidumbre impera en el sector.

Para Javier Martínez Santos, director técnico de Agromar, “el productor esta obligado a cumplir determinadas medidas y nadie ha contado con nosotros, es una normativa muy bonita pero alejada de la realidad”. Considera que las políticas se han olvidado de la rentabilidad del agricultor. “Es indudable la riqueza que han generado los embalses de la provincia, y ahora hablar de nuevos embalses que nos ayuden a regar y es como mencionar al demonio, cuando la provincia de León le debe mucho a los embalses. Parece que el agua viene del grifo, pero viene de donde viene, hay que almacenarla”. 

Para Javier Martínez la convocatoria de ayudas y las normativas “es tanta y en tan poco tiempo que es muy difícil de trasladar al agricultor”.

Para él, “es una pena que el agricultor decida qué cultivo poner en función del agua de la que dispone y no de la rentabilidad que le pueda suponer” y pide a los políticos que no se olviden de que el beneficio que han introducido “es indiscutible”, por lo que “no se entiende que se ponga tantas trabajas a las nuevas regulaciones”.

Jaime Rodríguez, asesor técnico de Rajorsa, considera que el principal fallo de la normativa ambiental es que “nadie ha contado con nosotros, con la experiencia que podemos aportar, y encima no nos dan medios para llevarlas a cabo”. Afirma que “nos pintan esas ayudas como que nos van a dar una ayudas concretas, pero al final es el agricultor el que paga toda esa infraestructura, ese agua, la energía, y luego encima te dicen que es lo que tienes que plantar sin tener en cuenta la rentabilidad, y disparado los costes de semillas que ahora nos obligan a plantar y que encima no sabemos si en nuestras tierras van a salir adelante”. Por eso, Rodríguez insiste en que “no podemos poner la norma sin antes poner los medios, y no podemos apostar históricamente por un un cultivo, como el Páramo con el cereal, y ahora obligarnos a apostar por otros cultivos de dudosa rentabilidad”.

Explica, que en la zona en la que está implantada su empresa,  La Bañeza, es “una zona hortícola, son zonas modernizadas y gestionan muy bien al agua, tanto que están abandonados, ya que las inversiones en nuestras infraestructuras es nula. Por eso nos piden cumplir unas normas que no nos dicen como. En la Valduerna, que siempre ha tenido agua, ahora viene CHD y prohibe regar en base a unas normas generales, que dicen que un pozo tiene una sola finca, eso en Valladolid está muy bien, en una finca de 60 hectáreas, pero si son muchas de 65 metros, ¿qué pasa, ya no se riega?”.

Rodríguez considera que “el futuro de los productos frutícolas está en las vegas de León ya no está en la huerta murciana, tenemos agua, latitud, buena tierra, el problema es que nos falta mano de obra, por eso tenemos que modernizarnos y concentrarnos, ya que no hay jóvenes que quieran apostar por el campo. La modernización de esta zona, es de lo mejor de la provincia, se está dejando para el final”.

Afirma que l”a mejor sostenibilidad ambiental que existe es que los pueblos estén vivos y que haya gente que se desarrolle laboralmente en ellos. De donde nace todo es del campo y la ganadería, del sector primario, que es quien mejor gestiona sus recursos y evita el abandono rural”. El problema, cree, es que “en España no se sabe a qué se quiere jugar. Aquí se copia y pega la normativa europea sin leerla, sin saber si es aplicable a nuestro territorio, esto no lo hace ningún país. Lo único que se crea es desilusión, desasosiego e incertidumbre. Todavía no sabemos lo que tenemos que plantar este año”, lamenta.

Manuel Mantecón, secretario del Sindicato Central de Barrios de Luna, afirma que como reguladores y suministradores de agua, “efectivamente el agricultor se tiene que ir adaptando a las norma”. Explica que  “aunque se nos tache de individualistas e inmóviles estamos demostrando lo contrario, ya que somos los primeros que nos hemos acoplado a estas exigencias con la modernización de los regadíos, y ahora tenemos muchas  comunidades esperando financiación para modernizarse, y esto va ayudar a que la agricultura pueda cumplir con los objetivos del pacto verde”.

Considera que “al margen de que nos obliguen a otros cultivos lo que más preocupa a la gente es la inestabilidad de los impults, todos los costes que el agricultor tiene que asumir para poner en marcha una explotación con una situación mundial que está distorsionando todo”. 

Mantecón cree que “realmente, lo primero que debemos hacer para acumular más agua, es garantizar lo que tenemos, que no está garantizadlo, si luego podemos ampliar el regadío, mejor. Hay que asegurar que todo el regadío modernizado y el comprometido tenga un recurso garantizado, sino todo se puede ir al traste”. Para él, la modernización es evidente que produce un ahorro de agua. “Tenemos que ser los primeros en poner los medios en esta gestión”. En el sistema Órbigo, uno de los más deficitario, deben apostar por modernizar para poder ahorrar agua, ya que “la modernización tiene además otros beneficios en la utilización del agua”.

Explica que hay que diferencias dos zonas, el Páramo y las Vegas, que se adoptan mejor a rotar los cultivos porque ya de por sí tienen mucha variedad. El cambio en el Páramo es monocultivo del maíz por lo que puede haber un problema.

Sobre la polémica de las balsas del Órbigo, recuerda que “el rechazo de este proyecto viene por que se recuerda el cierre de Riaño como un hecho traumático. Ahora no se valora el impacto ambiental con criterios científicos, sino políticos, por eso no se hicieron más embalses que estaban previstos como el del Carrión y se optó por los trasvases, y de ahí radican los problemas del agua del Órbigo. De esa falta de agua sale el proyecto de la regulación con las balsas, y ahí seguimos con esa pelea. Nosotros no hemos decidido que se hagan en Rial y Los Morales, nosotros solo pedimos la regulación del sistema, la ubicación la ha decidido el Gobierno y como quieren contentar a todo el mundo no se está haciendo nada”.

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