Diario de León

FERMÍN HERRERO. POETA1397124194

«En un mundo tan pragmático, sólo su inutilidad puede salvar a la poesía»

Fermín Herrero, natural de Ausejo de la Sierra, Soria, es uno de los poetas actuales de más clara personalidad. Alejado de la moda urbana y de lo artificial, su poesía ancla en el origen, en el campo y la natural

Fermín Herrero. Afirma el poeta soriano: «Nací y pasé mi infancia en un mundo que ya no existe

Fermín Herrero. Afirma el poeta soriano: «Nací y pasé mi infancia en un mundo que ya no existe

Publicado por
JOSÉ ENRIQUE MARTÍNEZ
León

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-”El hecho que motiva esta entrevista es tu condición de poeta con varias obras publicadas, de Echarse al monte , en 1997 a De la letra menuda en 2009. ¿En qué momento sentiste el roce primero de la poesía, tan ardiente que ya no podrás desasirte de ella?

-”No recuerdo cuándo sentí por vez primera el aletazo del misterio, pero fue definitiva. De hecho, por suerte, aún cada mañana, cuando me levanto, como si el mundo acabara de estrenarse para mí, me conmuevo con todas las cosas. Eso sí, sobre todo los días laborales, al cabo de unas horas la sensación se pierde. Pero suelo recuperarla de atardecida, incluso antes.

-”¿Y comenzaste a escribir en cuanto te sentiste tocado por la gracia de la poesía?

-”En general, cuando alguien deja de ser poeta -“en sentido estricto al terminar la niñez- y tiene nostalgia de esa pérdida, se pone a escribir versos. Es una enfermedad propia de la adolescencia, pasajera, de la que algunos, sin embargo, no nos curaremos nunca. En mi caso, el vicio de darme a la poesía fue tardío, ya cerca de la treintena, pero me dio fuerte y no he podido controlarlo, ni podré, me temo.

-”Se publican muchos poemarios cada año; sin embargo, es frecuente la queja sobre la dificultad de publicar. ¿Cuál fue tu caso en los comienzos?

-”Si alguien no está relacionado con otros escritores ni integrado en ningún grupo literario o artístico, como me sucedía a mí, no queda más remedio que presentarse a los concursos y tener muchísima fortuna. A mí me acompañó pronto, así publiqué mi primer libro y el segundo, que fue galardonado con el Hiperión, un premio mítico para mí -“el Adonais de la democracia-, que nunca pensé ni por asomo ganar. De no haberlo hecho, seguramente hubiese dejado de escribir -“y de publicar, claro-, pero no de leer, que es lo esencial.

-”Naciste en un pueblo de la provincia de Soria, Ausejo de la Sierra. Cualquier lector de tu poesía daría a tal hecho mucha trascendencia, dada la importancia que cobra en tu obra la vivencia campesina y el léxico rural, etc.

-”En efecto, nací y pasé mi infancia en un mundo que ya no existe y del que estoy empeñado en dejar memoria. Aprendí dos cosas fundamentales: la humildad y la pobreza, que no se pueden enseñar, o al menos yo soy incapaz de transmitírselas a mis hijos. Hay gente que considera un mérito tener una ascendencia humilde, yo lo considero una ventaja de partida, siempre y cuando pueda uno luego leer y estudiar cuanto quiera.

-”En general, la poesía de hoy es la del hombre urbano, con escasos contactos con la naturaleza. En este sentido, tu poesía ¿representa un adiós a labores agrícolas periclitadas o una denuncia, si así podemos decir, de la desnaturalización y lo artificioso de la vida contemporánea?

-”La lentitud del tiempo agrícola, su sosiego que procede de lo natural y un lenguaje lírico de por sí, decantado durante siglos, está desapareciendo, si no lo ha hecho ya, y es una pena. En cuanto a las ciudades, son materia más bien narrativa.

-”Contemplado el panorama de la poesía de este momento, en la tuya me parece que cuaja una voz diferente, original por ello, singular de léxico, de tema y de técnica.

-”No soy el más indicado para responder. Te agradezco esta alabanza tan desmesurada, máxime procediendo de quien procede, pero de los elogios es imposible defenderse. Desde luego, cada poeta debe intentar nombrar de nuevo el mundo, a partir y en contra de todos cuantos le precedieron. Y de alcanzar un estilo propio, es conveniente no repetirse, sino intentar que el camino, sin desviarse, se ensanche y aclare lo máximo posible.

-”En relación con lo anterior, pienso en palabras que acaso respondan a lo que tu poesía es, como autenticidad y verdad.

-”Ay, la verdad. No soy moderno ni relativista. Pero si alguien figura en algún sitio o le hacen una entrevista como ésta, es que algo ha hecho, y por supuesto es fijo que ha mentido con frecuencia. Al menos en lo que a mí respecta.

-”Otros términos definidores tal vez puedan ser sensibilidad, memoria y emoción...

-”Es una pregunta que requeriría como mínimo el espacio de una poética; me limitaré a señalar que, respecto a lo último, a partir de las vanguardias, buena parte del arte contemporáneo renunció a la emoción y que eso lo considero un error garrafal. En este sentido, por ejemplo, la poesía debería ser oída, es muy importante escucharla para entender su sentido, para comunicarlo.

-”Otro hecho importante de tu biografía es la profesión de profesor de enseñanza secundaria. Yo creo que es inevitable preguntarte por la función de la poesía en la educación.

-”Cada reforma de enseñanza que he conocido ha orillado más la literatura en beneficio de la lengua instrumental. En estas condiciones y con el ambiente imperante -“sólo hace falta enchufar la tele- es heroico transmitir algo. De todas formas, la poesía no se enseña, sólo puede, raramente, contagiarse.

-”Más allá de los ámbitos de formación, la pregunta de para qué vale la poesía no es infrecuente. Lo pregunto porque en algún escrito tuyo leí algo sobre la inutilidad radical de la poesía como uno de sus valores principales. ¿De verdad es tan inútil para la vida del hombre?

-”Pienso que en un mundo tan pragmático, únicamente su inutilidad puede salvar a la poesía. No hay sentimiento ni reflexión que no sean hermosos si no son gratuitos, en el amplio sentido del término. Lo que depende de lo que se pide a cambio está condenado de raíz al olvido. La grandeza última de lo poético -“más allá de la escritura, donde también- radica ahí.

-”Para ir terminando, y dada la singularidad de tu voz en el conjunto de la poesía actual, ¿qué tradición poética es la tuya? ¿Cuáles son tus poetas y por qué?

-”Puedo compatibilizar a Mozart con Tom Waits, a Mahler con Lou Reed. Hay poetas grandes en todos los estilos: admiro por igual a Vallejo y a Gil de Biedma. Descubro constantemente escritores, filósofos, pensadores que desconocía, incluso en nuestro idioma; de los últimos, por citar alguno, Gómez Dávila. Aunque suela escribir sobre lo que conozco bien -“no siempre, tengo libros de todo- no soy lector terruñero, tengo una sección en el suplemento de El Norte de Castilla donde cualquiera puede comprobar la amplitud heterogénea, y heterodoxa, de mis lecturas y gustos. Y hay ahora mismo en España editoriales como Pre-textos, Acantilado, Minúscula, Impedimenta, Menoscuarto-¦ que son un lujo increíble, que esperemos dure mucho.

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