Diario de León

Mariana Pineda, heroína de novela

l. José Calvo Poyato reivindica en su nueva novela el personaje de la noble granadina . Mariana pineda, los hilos de la libertad José Calvo Poyato Editorial Plaza & Janés

toni albir

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sergio perea
León

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En tiempos convulsos como los de hoy en día, adquieren envergadura figuras que, en algún tiempo pasado, se arrogaron la misión de alcanzar una sociedad más próspera, más libre. Tal es el caso de Mariana Pineda, emblema de la contestación liberal frente al despótico Fernando VII, que pagó su osado idealismo postrada en el garrote vil. La agitada existencia de la granadina es el hilo conductor elegido por José Calvo Poyato para situar su última novela: ‘ Mariana, los hilos de la libertad (Plaza & Janés, 2013), una labor de «justicia literaria», en palabras del autor.

La acción se sitúa en la Granada del ocaso fernandino, un enclave «de gran tradición literaria» que, en el primer tercio del XIX, mantenía aún «un perfil marcadamente musulmán», recuerda Calvo. En un ambiente sociopolítico enrarecido por la deriva represora del monarca, obstinado en neutralizar toda oposición y cualquier atisbo de apoyo a la revocada Constitución de Cádiz, se desencadenan varios asesinatos de tinte ritual atribuidos a un oscuro ser bautizado como ‘el verdugo de la Inquisición’. Un telón de fondo que «nos aproxima a la novela negra», como subraya el escritor, y nos sumerge en un momento «apasionante» de nuestra historia, con un enzarzado debate en torno a los castigos del Santo Oficio. Las pesquisas de los detectives que encabezan el relato, Diéguez y Marculeta, desvelan una compleja trama de intrigas políticas y religiosas y trasladan el protagonismo a Mariana Pineda, quien se aproxima, de forma paulatina, a los círculos que conspiran contra el rey opresor. La dimensión de la heroína liberal, quien como mujer y aristócrata «escapa a los moldes de su época», se engrandece cuando, ante el tétrico garrote, prefiere morir antes que delatar a los insurrectos granadinos.

¡Vivan las cadenas!

La reivindicación de Mariana de Pineda, aquí con la preposición que evidencia su silenciado linaje, como adalid de las libertades emerge de forma intermitente en la España de los últimos dos siglos. La Segunda República enalteció su mito y otro insigne nazarí, Federico García Lorca, perfiló en una obra de teatro su retrato más humano y apasionado, y cuyo espíritu flota sobre Los hilos de la libertad. Mariana encarna, defiende Calvo Poyato, valores de «lealtad y sacrificio» que «escasean en una sociedad tan materialista» como la actual.

La España decimonónica, aquella que, lastrada por el analfabetismo y la alargada sombra de la Iglesia inquisidora abrazaba el poder divino de la Corona al grito de ‘¡Vivan las cadenas!’, alberga rasgos que aún perduran enraizados en su esencia. El lector se sorprenderá al descubrir en las páginas de la última obra del egabrense que, en pleno siglo XIX, ya proliferaba como síntoma el obstáculo que marcaría en etapas posteriores la evolución social y política del país: la incapacidad, casi patológica, de los españoles de construir un proyecto común.

Con Mariana Pineda: los hilos de la libertad, el narrador cierra una suerte de trilogía después de adentrarse en las vidas de otras dos pioneras: Hipatia, inmortalizada en el último filme de Alejandro Amenábar, ‘Ágora’, y la milanesa Catalina Sforza quien, como Mariana, escapó de los privilegios de su estirpe para encarnar una de las personalidades más complejas y fructíferos del Renacimiento. Como todo escritor que se precie, Calvo ya «maquina» su próximo proyecto, en el que resarcirá su gran cuenta pendiente: Córdoba.

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