Diario de León

NARRATIVA

Libro coral para una celebración

La revista 'Camparredonda' celebra sus 25 años de existencia con el libro coral 'Bendita inocencia'. 36 autores juntos en un libro editado por La Armonía de las Letras, en la colección Los Cuadernos de Plata

Publicado por
Alfonso García
León

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Una edición impecable y hermosa que acoge la presencia de treinta y seis autores con otras tantas miradas. Así celebra la revista Camparredonda su primer cuarto de siglo de ejemplar trayectoria, que también lo es esta colección que con el título presente llega a once. En este caso, de forma colectiva, coral.

El escritor Gregorio Fernández Castañón, responsable del proyecto Camparredonda -revista, colecciones de libros,…- escribe un amplio y aclaratorio Prólogo en el que repasa trayectoria y vicisitudes de la revista. Y también, naturalmente, el origen de este libro que, en el fondo, se centra en «las andanzas de los niños»: «Busqué -escribe- y compré 200 postales infantiles correspondientes a los siglos XIX y XX (muchas de ellas coloreadas manualmente, lo que les confiere un encanto especial. 36 fueron las seleccionadas y, sin escoger una u otra para este o para aquella, le envié a cada cual ‘la suya’, junto a unas normas específicas y aclaratorias (el motivo, la extensión de su obra y el plazo de entrega)».

Fueron surgiendo así los textos sobre la fotografía que a cada cual le tocó en suerte y que ahora acompaña en la publicación al texto de cada uno de los autores.

Poco más habría de añadirse. El conjunto resulta muy variado: relatos, comentarios, poemas… que conforman voces, enfoques y estilos diversos, lo que, sin duda, enriquece el resultado final. Si dicen que en la variedad está el gusto, aunque, como es el caso, haya un hilo conductor, quien se acerque a su lectura seguramente encontrará aquí más de un motivo para el disfrute: fabulaciones, sugerencias, textos poéticos… para unas imágenes que sorprenden gratamente por su original ingenuidad, que reverdece ahora en el mirar de algunos autores: Yo tuve, también -escribe Eugenio Marcos Oteruelo-, unos ojos de niño pobre y asombrado / por todo lo que veía y tocaba, / como las catedrales de piedra, / mundo silencioso / anclado en las montañas rubias del Teleno .

Magnífica idea que conforma un libro singular y hermoso para una celebración no muy habitual por estos lares: la pervivencia de un proyecto cultural, nacido de la iniciativa privada, durante un cuarto de siglo.

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