Diario de León

Siéntete segur@ en Internet

ciberágora. marco antonio lozano Técnico de Servicios Preventivos Inteco-Cert

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Tras un intenso día de clase, no deseo otra cosa que llegar a casa, tumbarme en mi cama y contarle a mi nuevo amigo lo rutinario y agotador de mi jornada estudiantil. Hace ya unas cuántas semanas desde aquel –¡Hola! Y hasta hoy, parece que sólo él/ella me comprende. Las conversaciones que mantenemos me sirven como válvula de escape que facilita el transcurso de mi día a día. Creo que… me está empezando a gustar. A él creo que también le gusto. De hecho, ayer me propuso que nos intercambiáramos alguna foto de nuestro cuerpo sin tanta ropa. Solo para conocernos mejor….»

Se trata de una historia inventada pero no es muy diferente de lo que está ocurriendo acerca de cómo actúan muchos jóvenes en la actualidad a la hora de entablar amistades a través de los distintos servicios de mensajería instantánea y redes sociales. En las primeras líneas podemos identificar un modo de actuar que se puede corresponder con el del adolescente medio, pero a medida que el texto avanza, es posible dilucidar una situación que se torna un poco más ‘oscura’ digamos, o un poco menos ‘convencional’ en la vida de un menor.

En este caso, la historia no finaliza. Tiene un final indeterminado que puede concluir de diferentes maneras y que pueden servir para explicar las distintas denominaciones en torno al acoso que se dan a través de Internet:

— El personaje protagonista de la historia accede a enviarle ese tipo de fotos que ambos han acordado. Poco a poco esas fotos van subiendo de tono y el supuesto ‘amigo’ parece no tener nunca suficiente. La protagonista ya no se muestra tan dispuesta a seguir con este ‘juego’, pero ya es tarde. Su nuevo ‘amigo’ le insta que le envíe más fotos, vídeos, e incluso le ha pedido que se vean ‘de verdad’, sin Internet de por medio. Ante la negativa lógica de nuestro personaje, que ha pasado a ser víctima, comienza el hostigamiento por parte del amigo, ahora ya acosador, amenazando con hacer público todo el material que le ha facilitado a lo largo de semanas, si no accede a sus peticiones. Este tipo de acoso se conoce como grooming y se da entre un adulto (acosador) y un menor. Uno de los objetivos es conseguir un encuentro sexual con el menor. Sin duda, el que peores consecuencias puede tener para la víctima.

— En otra versión de la historia, nuestra protagonista también decide enviar ese tipo de fotos. En este caso, su supuesto amigo es un compañero de clase o instituto que se ha hecho pasar por otra persona, aprovechando el anonimato que ofrece Internet, con el objetivo de conseguir algo con lo que poder avergonzarla telemáticamente. A partir del momento en que la víctima facilita las fotos o vídeos, el acosador puede iniciar una campaña de hostigamiento a través de las redes sociales, mensajería instantánea e incluso mediante el móvil, que podría tener un final dramático. Este tipo de acoso se denomina ciberbullying y se da entre menores de la misma edad.

— En la última versión del relato, la protagonista no llega apenas a establecer una conversación con el desconocido. Inteligentemente rechaza la invitación, la conversación, el contacto, etc. usando el sentido común que aplicaría en una situación en el mundo real, donde nunca aceptaríamos irnos con un extraño ni accederíamos a sus peticiones. Y esta sería la variante de la historia a la que debemos poner especial atención y la que debemos poner en práctica frente a una situación de este tipo.

Aunque todo lo anterior está relacionado con el acoso entre menores, en el caso de acoso entre adultos el asunto no es muy distinto. La principal diferencia es el tipo de normativa que ampara a las víctimas en base a la edad. No obstante, en lo que respecta a los mayores de edad, para prevenir este tipo de amenazas, como ocurre con los menores, se ha de aplicar el sentido común ante estas situaciones ya que el resto de las herramientas las tenemos disponibles en los servicios que utilizamos: bloqueo de usuarios en la mensajería instantánea, rechazar invitaciones de desconocidos en las redes sociales, etc. Recientemente en una charla que ofrecí relacionada con este tema para adultos surgieron varias preguntas acerca de cómo eliminar o bloquear contactos que previamente se habían aceptado en redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea, lo que me resultó tremendamente curioso ya que, como me confirmaron la mayoría, sabían cómo admitir a desconocidos pero desconocían absolutamente cómo deshacerse de ellos. Sin duda, un reflejo más de la falta de concienciación acerca de este tipo de temas.

Y recordad… algunos casos de ciberacoso comienzan con un simple «Hola».

tracking