Diario de León

el cultivo del futuro

Raúl de la Puente investiga la genética para mejorar el rendimiento en cereales . L a diversidad bacteriana en la fermentación anaerobia, la fauna microbiana de un terreno, las variaciones genéticas en el centeno o en la lenteja son algunos de los campos en los que ha investigado Raúl de la Puente, especializado en biología molecular. El objetivo: la mejora agroganadera.

Raúl de la Puente es doctor en Biología Molecular, especializado en genética vegetal.

Raúl de la Puente es doctor en Biología Molecular, especializado en genética vegetal.

León

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«Los alimentos transgénicos están aún mal vistos, pero los científicos estamos en el momento de recopilar el mayor volumen de información posible. Luego está la parte legal, que debe decidir qué hacer con estas investigaciones». En las que de momento se vuelcan los científicos de la mano del enorme avance que la genética y la metagenómica que han realizado en los últimos años y que tiene su aplicación también en el campo de la genética vegetal. Ese es el campo de Raúl de la Puente, que tras terminar Biológicas en la Universidad de León realizó sus investigaciones y sus tesis en el Departamento de Biología Molecular («entonces Genética, Microbiología y Ecología», apunta). Tres han sido sus principales campos investigadores: las mutaciones genéticas en el centeno, las variaciones en la lenteja y el análisis de la diversidad bacteriana en cultivos generados en fermentación anaerobia, así como la fauna microbiana de cultivos y suelos.

El objetivo final de todas las investigaciones es conseguir una mayor eficiencia en el rendimiento de los cultivos, así como lograr mejoras en los suelos tanto en abonos como en utilización de microorganismos para enriquecimiento y control de plagas en los terrenos.

Su primer trabajo en colaboración con los laboratorios del Instituto de Recursos Naturales Agrícolas de la ULE se centró en la utilización de marcadores celulares para detectar variaciones genéticas en el centeno. «Se trataba de realizar cultivos in vitro de las plantas, en los que se introducían variaciones mediante marcadores moleculares». El estudio se realizó sobre variedades de centeno de la zona.

«Queríamos modificar ciertas hormonas, obtener una variación genética y estudiar qué variables de producían en qué zona del ADN. La investigación se centró también en desarrollar las técnicas utilizadas para la obtención de estos avances, que luego son la base de estudios más largos que tratan de comprobar si las variaciones genéticas pasan de una generación a otra».

El objetivo final, señala De la Puente, «es que los cultivos sean más resistentes, a través de la determinación de genes de interés agronómico. Estudiamos las variaciones más cercanas a estos genes de interés, para comprobar y la eficiencia mejora o va a peor. Lo importante es obtener la mayor cantidad de información posible para conseguir cultivos con más rendimiento».

La dificultad está de momento, quizá más en este campo que en los de la investigación en general, en que los descubrimientos pasen a la práctica en las empresas y los cultivos. «Todavía estamos en fase de mejorar las técnicas para inducir los cambios genéticos. En los últimos años se le ha dado un fuerte impulso, con el desarrollo de los invernaderos en la Universidad, y sus sistemas de riego automatizados, por ejemplo. Pero la mayor parte se realiza en investigación, la aplicación es aún muy restringida».

Después de realizar las investigaciones sobre el centeno, entre otras, Raúl de la Puente volvió a este campo para realizar su tesis doctoral, centrada en el cultivo de la lenteja. Un estudio el colaboración con científicos de otros veinte países, dentro de un programa de I+D europeo, orientado también a la mejora genética de los cultivos vegetales, en este caso de distintos tipos de leguminosas.

En este caso el investigador leonés realizó parte de su trabajo en laboratorio de Hungría, desde donde trajo a la Universidad de León nuevas tecnologías para el análisis de las mutaciones genéticas.

«En primer lugar desarrollanos técnicas nuevas para la detección de mutaciones genéticas, y las utilizamos para colocar los genes en los distintos cromosomas, para construir un mapa genético. Ahora se utiliza mucho en todas las investigaciones el marcados molecular de polimorfismos de un solo nucleótico. Se trata de detectar las mutaciones mediante una proteína que es una encima que corta justo cuando se encuentra un cambio en la secuencia de ADN, Eso hace posible ver el tamaño de la secuencia y dar un patrón para hacer el estudio del mapa genético».

Al realizar el estudio sobre muchos individuos (en este caso, cultivos de plantas) y con la ayuda de las nuevas tecnologías informáticas, se consiguen colocar en un mapa «las pequeñas mutaciones, para lograr un mapa genético e identificar cuáles son los genes de interés parablo desarrollar futuras aplicaciones», explica el científico.

El estudio de diversas leguminosas a través de un consorcio internacional permitió realizar un intercambio internacional entre las técnicas y los avances de las distintas instituciones investigadoras.

La investigación trata de obtener una mutación en la primera generación, y observar el comportamiento a partir de la segunda generación. «En genética, cuanto más lejos se llegue en las generaciones se pueden obtener resultados más seguros. Porque la herencia que se recibe a través de distintas generaciones también va cambiando».

Ahora este doctor en Biología Molecular especializado en genética vegetal intenta hacerse un hueco en el universo investigador nacional. Aunque todos los pasos científicos apuntan a la investigación en centros internacionales, Raúl de la Puente apuesta («las cuestiones familiares tienen mucho peso aquí») por insistir en hacerse un hueco en la investigación española, si es posible leonesa.

Entre contrato e investigación, sigue matando el gusanillo (el científico, pero también el tecnológico, que lo tiene y muy fuerte) con un proyecto personal de divulgación que ya lleva años en las redes.

blogdelaboratorio.com y doctor Genoma son sus proyectos de divulgación, que tienen su epicentro en el mundo científico, pero cuyo ámbito de curiosidad abarca un universo tan amplio y rico como es el de todo lo que avanza en cualquier disciplina del conocimiento.

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