Diario de León

INNOVA

El calor que esconde santo Martino

La calefacción de biomasa de la colegiata de San Isidoro ha demostrado ser eficaz contra el deterioro del templo. U n centenar de edificios gobernados por instituciones religiosas en España, muchos de ellos de carácter histórico y artístico, han incorporado en los últimos años instalaciones de biomasa como fuente de calor. La Colegiata de San Isidoro fue pionera hace ocho años y su balance es positivo: más ahorro, limpieza y comodidad. Además, se frenó el deterioro del templo la vieja calefacción ‘quemaba’ las paredes del monumento románico. la biomasa acabó con ese deterioro, es más cómoda, según el abad, y ahorra

Los bancos de san Isidoro se fabricaron en madera de fresno por su resistencia al calor sin deformarse, ya que incorporan radiadores alimentados con las calderas de biomasa. En los meses más fríos son necesarias hasta dos toneladas de pellets. En los otro

Los bancos de san Isidoro se fabricaron en madera de fresno por su resistencia al calor sin deformarse, ya que incorporan radiadores alimentados con las calderas de biomasa. En los meses más fríos son necesarias hasta dos toneladas de pellets. En los otro

Publicado por
PILAR INFIESTA | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

La mano incorrupta de Santo Martino, aquel que rellenó, según la leyenda, en el siglo XII y por primera vez, la barrica de vino de 256 litros de la que sigue manando el apreciado líquido cada Jueves Santo desde entonces, ha sido providencial para solucionar uno de los problemas que causaban más escalofríos en el templo: el frío. Bajo su capilla, funcionan desde hace ocho años dos calderas de biomasa, alimentadas con pellets, que han caldeado la Basílica, la Hospedería y la Casa de Espiritualidad. Ocho años son suficientes para valorar la eficacia del modernísimo y ecológico sistema. El abad, Francisco Rodríguez, lo califica de «gran acierto» por limpieza, al sustituir a la antigua calefacción de carbón; por eficacia, ya que se alcanzan los veinte grados; por economía, al ser más baratas las astillas; por comodidad y por contribución al medio ambiente, al evitarse emisiones contaminantes.

La Basílica de San Isidoro constituye uno de los conjuntos arquitectónicos de estilo románico más destacados de España. Logró desterrar el frío con una alternativa verdaderamente novedosa, que se completa con radiadores en el interior de todos los bancos de madera de la iglesia. Elaborados con madera de fresno americano, «de ahí el color rojizo que los caracteriza», añade el abad, fueron realizados a medida para albergar la instalación, que ha conseguido aumentar considerablemente el confort de los visitantes a pesar de las bajas temperaturas de la capital. Las calderas PZ100RL de pellet son obra de Biotech, y han generado «un considerable ahorro tanto en mantenimiento por sus reducidas exigencias, como en combustible, además de un conjunto mucho más limpio que con el carbón», insiste.

Cada vez son más empresas, instituciones y particulares las que apuestan por fuentes de energía renovables, especialmente, por la bioenergía. Biotech, la empresa austríaca líder en el sector de calderas de biomasa, llegó de la mano del Ente Regional de la Energía (Eren) y de la Junta, que apoyaron el proyecto de calefacción para San Isidoro. Las calderas de biocombustible forman un sistema con una potencia de 200 kilowatios y un consumo que podría alcanzar las 100 toneladas al año de biomasa forestal en forma de pellets. Rodríguez aclara que en los mese más fríos del invierno el consumo es de dos toneladas de esta madera y de 8.000 kilos, en meses más templados. El calor se distribuye a través de suelo radiante por toda la Colegiata. Es un proyecto con gran mérito y de gran envergadura, dada la extrema precisión que requirió su instalación en un emblemático edificio de arte románico. La ejecución del proyecto fue espectacular y la llevó a cabo la empresa instaladora Cenit Solar. Ayudó, según recuerda, el hecho de que las calderas fueran modulares, lo que facilitó su transporte y colocación en una sala ya construida, gracias a que la caldera y el depósito intermedio llegan por separado y permiten una conexión flexible, ideal para un habitáculo que debe permanecer intacto como el de este edificio monumental.

Con estas nuevas calderas han conseguido un ambiente confortable. Han ganando en comodidad y fiabilidad, disfrutando del sistema de regulación de combustión denominado DCC, con sonda lambda, que logra un rendimiento de hasta el 96,3%. El sistema de calefacción con biomasa instalado en la Colegiata puede considerarse pionero por tratarse de un monumento en el que las exigencias son más elevadas. Es un ejemplo y referente para su aplicación en otros edificios de especial interés histórico-artístico. De hecho, veinticuatro iglesias, catorce universidades, veintitrés residencias de mayores, una decena de colegios, once monasterios, cinco seminarios y un hospital relacionados con la iglesia católica en España disponen de instalaciones térmicas alimentadas con biomasa similares a la de San Isidoro en León.

El sistema de calefacción alimentado por biomasa de la Basílica de San Isidoro recibió el premio Bioenergía 2010, galardón que entrega Ategrus, la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos, Aseo Urbano y Medio Ambiente. El galardón se otorgó en el marco del Conferencia sobre Bioenergía y Tratamientos Energéticos de Residuos 2010 que organizó esta asociación en Madrid. El proyecto, desarrollado por el Eren permitió substituir el ya obsoleto sistema de calefacción de carbón por el nuevo que integraba las energías renovables.

El premio valoró y distinguió las actuaciones llevadas a cabo para implantar energías renovables y el uso de biocombustibles. Reconoció la realización de proyectos singulares para estimular los avances tecnológicos y la implantación de nuevas tecnologías. La Junta de Castilla y León invirtió 240.000 euros en la nueva instalación, que favoreció, además, substituir los bancos del templo por otros fabricados en fresno que albergan radiadores en su interior.

La anterior calefacción de la basílica isidoriana estaba basada en calderas con hornos de carbón que ya estaban deteriorados y generaban gran suciedad y emisiones de CO2 a la atmósfera. El sistema de biomasa posee una potencia de 2x100 kilovatios térmicos y requiere pellets para abastecerse. «Hay que tener en cuenta que el templo permanece abierto todos los días del año. Además del ahorro energético, el proyecto contempla la mejor conservación del monumento, un aumento de la comodidad de visitantes y feligreses y el aprovechamiento de los recursos naturales de Castilla y León», destaca el abad, Francisco Rodríguez.

La biomasa es eficaz para dar confortabilidad a los edificios con grandes estancias y un elevado paso de personas. Son una solución perfecta por el ahorro en los gastos energéticos y por las sinergias socioeconómicas que se generan por su uso. Parte del calor que se genera en las calderas y sobra para calentar los bancos se distribuye a la Casa de Espiritualidad y a la Hospedería. El cambio fue urgente por el deterioro que producía el antiguo sistema a los muros del templo.

tracking