Diario de León

Una mirada a la historia desde la arqueología

Desde Galicia hasta Puebla de Lillo y pasando por La Ercina. Este historiador leonés especializado en arqueología y profesor en la Universidad de León es el coordinador del equipo responsable del hallazgo de la que es posiblemente la inscripción más antigua datada en territorio leonés

Eduardo González Gómez de Agüero, jefe del yacimiento de Peña del Castro en La Ercina.FERNANDO OTERO

Clara Barrio
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Conocer la historia no solo nos permite aprender cómo vivían nuestros antepasados, sino conocernos a nosotros mismos y entender de dónde venimos, e, incluso hacia donde vamos. Los historiadores y arqueólogos son esa llave que conecta a la sociedad con su pasado, ya que en sus estudios se abren pequeñas ventanas para conocer nuestra historia.

En la provincia de León, existen numerosos restos arqueológicos que son la huella de un pasado de mucho antes de la existencia de un Reino o, incluso de la vida de moradores extranjeros que pasaron por la Península y cambiaron su rumbo como fue el caso de los romanos. En La Ercina, un grupo de investigadores conformado por miembros de diversas Universidades e instituciones logró un hallazgo que ya ha pasado a formar parte de la historia del territorio. El equipo liderado por Eduardo González, historiador leonés especializado en arqueología y profesor de la Universidad de León, encontró una fusayola, un contrapeso de un huso de hilado, con un carácter grabado en su superficie que se trataría de una letra del alfabeto celtíbero del siglo I A.C. Esta inscripción es hasta el momento la más antigua datada en territorio leonés.

A pesar de la relevancia de este descubrimiento, no es el único en el que ha participado el historiador. Eduardo González realizó su licenciatura en Historia en la Universidad de León. Desde el primer momento gracias a la «oportunidad» que les dio el área de prehistoria de colaborar en los trabajos de laboratorio, pudo aprender la metodología de la arqueología y acceder a participar en prospecciones y excavaciones en algunos de los yacimientos más importantes del norte peninsular como Lezetxiki en el País Vasco, la cueva del Castillo en Cantabria o la cueva de la Uña en León. Según el leonés, esta experiencia «me abrió la puerta al estudio de materiales arqueológicos y a que ya en tercero de carrera pudiera formar parte del equipo técnico de las excavaciones en el Castro de Neixón, sin duda uno de los hitos clave de mi formación y mi forma de ver la arqueología».

Su formación profesional le ha llevado a participar en importantes excavaciones de proyectos nacionales e internacionales y siempre vinculado a la investigación como la tesina de su licenciatura sobre la explotación de moluscos en el norte de Lugo durante época romana, y posteriormente la tesis doctoral centrada en la pesca desde la Edad del Hierro a la Edad Moderna en el noroeste de la Península Ibérica. Esta actividad la ha combinado con la arqueología de gestión y la docencia universitaria.

Vista frontal de Peña del Castro.CARONTE PATRIMONIO

Retos durante su carrera

A lo largo de su trayectoria, el historiador ha tenido que superar importantes desafíos no solo por la «dureza» que supone la propia profesión, sino también por las necesidades que ha requerido cada proyecto. «Además de los estudios sobre la Peña del Castro, mi línea de investigación se ha centrado en la explotación de recursos marinos, tanto de moluscos, como de peces, tema que centró mi tesis doctoral abarcando una amplia cronología desde la protohistoria hasta la Edad Moderna. Este tipo de estudios han supuesto un gran reto debido a la dificultad que presenta su estudio. La mala conservación de los restos, así como su pequeño tamaño hace que sea complicada su recuperación en las excavaciones si no se aplican metodologías muy minuciosas. Esto supuso dedicar largas jornadas de trabajo para conseguir los restos para su estudio», recuerda González.

«Por otro lado, también supuso un reto conseguir una colección comparativa de referencia, que permitiera identificar las especies a las que pertenecían las espinas de pez recuperadas, siendo además una labor complicada debido a la gran variabilidad de especies que existen en nuestras costas y los pocos investigadores que se dedican en España a este tipo de análisis. Sin embargo, creo que son muy satisfactorios los resultados obtenidos, ya que aportan importante información sobre aspectos económicos y sociales de nuestros antepasados, pero también información de cambios en clima, el nivel del mar y configuración de la costa o de la evolución de las especies y el impacto del ser humano en ellas, todos temas muy de actualidad hoy en día», añade.

Su trayectoria le ha llevado a participar en excavaciones de proyectos nacionales e internacionales

Por otra parte, el historiador puntualiza que siempre han querido abrir sus proyectos de investigación a la sociedad con las propias dificultades que esto conlleva. «En 2011, realizamos uno de los primeros proyectos en la provincia leonesa en un enclave donde excavamos restos de trincheras de la Guerra Civil en Puebla de Lillo y después comenzamos las excavaciones en La Ercina. Nosotros siempre hemos intentado que nuestros proyectos sean de arqueología comunitaria para que la gente pueda participar de las actividades científicas, aprender sobre la importancia del patrimonio y cómo conservar los yacimientos y los restos en ellos. Esto es un gran desafío porque no es algo que estén habituados a ello y tampoco a la propia investigación arqueológica. Hay muchas barreras para que se desarrollen este tipo de proyectos que son muy necesarios para la sociedad», recalca.

Reconstrucción del poblado de Peña del Castro.CARONTE PATRIMONIO

La Peña del Castro

Sin duda, uno de sus proyectos más destacados ha sido las excavaciones de Peña del Castro en La Ercina. El leonés mantiene buenos recuerdos de este lugar, aunque si tuviera que destacar alguno, el leonés recuerda con cariño un filandón organizado con los vecinos del municipio. González cuenta que la idea era «que ellos nos contaran sus vivencias en la Peña del Castro y la verdad que fue una actividad muy interesante porque juntamos la arqueología con sus experiencias». «La Peña del Castro es un yacimiento vivo y que se ha seguido utilizando por parte de las gentes locales hasta hoy en día. Fue un momento bastante bonito el poder hacer una tertulia entre la gente y los científicos», puntualiza.

Entre 2013 y 2019, se realizaron nueve sondeos arqueológicos y una prospección geomagnética en la zona. Aunque el hallazgo de la fuyasola ha sido el más sonado, el historiador recalca que el propio yacimiento ha sido «el gran descubrimiento». «La información que está dando y cómo está conservado nos está permitiendo llegar a importantes descubrimientos tales como saber cómo vivía aquella gente, cómo se organizaba socialmente, cómo eran sus creencias o cómo era su economía. Yo creo que el propio yacimiento es un gran hallazgo debido al buen estado de conservación de los materiales y el haber podido encontrarlos en su lugar original de uso en el yacimiento», recalca.

Este enclave es muy importante debido a varios factores, entre ellos su ubicación privilegiada. En primer lugar, la conservación de los restos ha sido crucial. González explica que como «se conserva tan bien todo» la información obtenida es de «gran calidad». Por otro lado, está situado en una zona de «frontera cultural». «Estamos en las estribaciones de la zona cantábrica y la cordillera cantábrica y ahí se da una cultura, pero en la zona de la meseta se da otra cultura diferente. Por un lado, estarían cántabros y astures y luego los vacceos. Esas zonas de contacto son espacios muy permeables: hay un montón de matices que unas culturas adoptan de otras. Las diferencias sociales y culturales son muy grandes. Los espacios son muy ricos culturalmente y ese es uno de los elementos a destacar. La Peña del Castro es un lugar fronterizo y, por lo tanto, es un enclave muy singular», afirma.

Este año tienen previsto intervenir gracias a la financiación otorgada por la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de La Ercina, la Universidad de León y la Universidad de Burgos. El historiador avanza que quieren «seguir profundizando en el conocimiento de la sociedad y la cultura de los habitantes». «Sabemos muchas cosas sobre ellos como las formas de explotación económica, pero vamos a intentar conocer más y mejor cómo se organizaban socialmente o sus creencias religiosas. Vamos a intervenir un edificio aparentemente comunal y que, por lo tanto, nos puede dar información sobre esas organizaciones políticas y culturales», detalla.

Vista actual del yacimiento de Peña del Castro en La Ercina.CARONTE PATRIMONIO

Previsiones

Aunque el leonés declara no poder avanzar hacia donde seguirán las investigaciones en el yacimiento, recalca que para ello es imprescindible asegurar «una seguridad económica para poder intervenir porque esto no es juego». «Es complicado establecer previsiones porque dependemos de financiación externa. Nosotros hacemos investigación científica y eso cuesta dinero en personal y también después el análisis. Sin embargo, me gustaría seguir actuando sobre el yacimiento para saber cómo se distribuían las casas, qué tipo de viviendas había y seguir profundizando en los periodos más antiguos del poblado, ya que se empezó a ocupar en el siglo XI A.C. y queremos saber cómo cambia esa sociedad porque hemos visto que ocurrieron cambios importantes a lo largo del tiempo», expone.

El leonés mantiene buenos recuerdos de este lugar, aunque si tuviera que destacar alguno es un filandón con los vecinos del municipio

Por otro lado, González asegura que están «muy agradecidos por cómo se han volcado las instituciones en temas de financiación desde el año 2013 tanto la Junta de Castilla y León como el Ayuntamiento de La Ercina y la Diputación de León». No obstante, recuerda que «es necesario establecer una previsión a medio plazo con presupuestos para poder asegurar las excavaciones y la investigación».

«No ha habido financiación para dejar visibles las excavaciones ni señalización o un vallado del recinto que creo que está aprobado, pero a la espera de que la Diputación de paso a que se puedan comenzar las obras. Yo creo que lo que faltaría ahora es esa estabilidad y el poder acercar el yacimiento a la gente y lograr la socialización de los restos arqueológicos», señala.

En cuanto a su futuro profesional cuenta que le gustaría seguir con «los frentes abiertos como el caso de la Peña del Castro y sería interesante ampliar a los castros de los alrededores para ver si ocurría lo mismo que en La Ercina y también seguir con la investigación de la utilización de recursos marinos». No obstante, recuerda que es una profesión «muy inestable» y se «vive casi a día a día», especialmente en el tema de las excavaciones, la Universidad o el instituto, por lo que es difícil ver «donde puedo estar en un futuro».

«Es una tónica constante en el mundo de la arqueología. Lo que sí me gustaría es que haya más estabilidad porque el mundo de la investigación es muy precario y el nivel de exigencia es altísimo. Espero poder tener algo más estable que me permita realizar de forma mucho más sosegada las investigaciones», concluye Eduardo González.

Reconstruccion del interior de una vivienda de Peña del Castro.CARONTE PATRIMONIO

Equipo y otros proyectos

Las excavaciones han estado financiadas por la Junta de Castilla y León, ADSACIER (Asociación para el desarrollo de Sabero, Cistierna y la Ercina), la Diputación de León y el Ayuntamiento de La Ercina, que además ha apoyado de diversos modos el desarrollo de las intervenciones. Después también ha participado la Universidad de León en el estudio e inventario de los materiales, así como la Universidad de Burgos en el caso del centro de interpretación y trabajos de divulgación.En cuanto al equipo que actualmente se encarga del trabajo de campo y los diferentes estudios, estaría formado por Lucía Ruano, que se ocupa del estudio de la arquitectura en tierra, Carlos Fernández Rodríguez de la Universidad de León, que está desarrollando el estudio de la fauna del yacimiento, Natividad Fuertes Prieto de la Universidad de León y Diego Herrero Alonso de la Universidad de Vigo, que se encargan de los estudios de los objetos de piedra, María Martín Seijo, del INCIPIT-CSIC, encargada del estudio de los restos de madera, así como de Ana Paz y Carmen Martín que se ocupan de las labores de registro y laboratorio. Por otro lado, también contamos con Mario Alaguero de la Universidad de Burgos que se ocupa de la difusión. Además, la Universidad de Burgos fue la responsable de 'revivir' La Peña del Castro de La Ercina a través de una reconstrucción digital. La reconstrucción virtual es una nueva disciplina prometedora, que facilita la comprensión del patrimonio y pone en valor los avances en investigación arqueológica e histórica. En este proyecto han trabajado tres técnicos en modelado 3D y un programador.Por otro lado, La Ercina estrenó el año pasado un centro de interpretación que cuenta con reproducciones, maquetas y paneles informativos que muestran detalles acerca del castro, sus habitantes y la zona en la que se ubica. El visitante se debe registrar online para concertar la visita gratuita y obtendrá un código con el que acceder al recinto de forma autónoma.
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