Chevrolet. Orlando, primer monovolumen «europeo»
Llamativo «crossover» de 7 plazas, tres motores y tres niveles de acabado Chevrolet lanza su primer monovolumen para el mercado europeo. Tres filas de asientos, con capacidad para siete plazas y una competitiva tarifa de precios son sus mejores
El Orlando ofrece una personalizada imagen, poco vista en los monovolúmenes al uso.
Diseño sugestivo. El Orlando tiene suficientes argumentos para batirse el cobre sin complejos en el mercado europeo de monovolúmenes, donde tendrá que vérselas con enemigos tan correosos como el recién llegado Grand C-Max de Ford y los ya más veteranos C4 Grand Picasso de Citroën o el Renault Grand Scénic.
Se diría distinto en su planteamiento estético, el recién llegado de Chevrolet hace gala de un diseño inspirado en los crossover , lo que tampoco ha impedido a sus diseñadores abundar en las superficies planas en los laterales de la carrocería, un agresivo frontal y unos generosos pasos de rueda. Consecuencia: un monovolumen de lo más llamativo por lo musculado .
La versatilidad es la norma en el espacio interior del Orlando, no sólo por las siete plazas, también por la calidad de acabados y por la infinidad de huecos portaobjetos distribuidos por el habitáculo. Uno de ellos especialmente ingenioso, el que se oculta tras la radio-CD y el navegador, al que se accede pulsando un botón, que plegará entonces la estructura del equipo de audio -y del navegador-, «aparecerá» entonces un espacio muy útil para colocar esos objetos, no demasiado grandes, que nunca se sabe donde colocar (llaves, teléfono portátil, gafas...).
Lo mejor es que esas dos plazas suplementarias no tienen nada de testimoniales y sí de perfectamente utilizables por personas adultas aunque, como tantas veces en los monovolúmenes de configuración 2+3+2, el maletero se queden entonces reducido a la mínima expresión: apenas 89 litros de capacidad con, además, una boca de acceso algo justa, por su elevada posición. Sin la tercera fila, el maletero alcanza los 739 litros, ampliables hasta los 1.499 si se abate la segunda fila.
Tres propulsores, un gasolina atmosférico y dos turbodiésel, conforman la oferta del Orlando para el mercado español.
En el caso del gasolina se trata de un 1.8 litros de 140 CV, que entrega 18 metros/kilo de par y consume 7,3 litros de media (172 g/km de CO 2 ).
Las dos posibilidades turbodiésel, tetracilíndricos multiválvulas de rampa común, cubica 2.0 litros y se declinan en 131 y 163 CV.
Como fácilmente puede suponerse, será la versión más alta (163 CV) de los gasóleos la que obtenga mayor predicamento comercial en nuestro mercado. Viene unida a una caja manual de 6 marchas y opcionalmente a un cambio automático de 5 velocidades. Los 6 litros de consumo medio, para 1.655 kilos, ya es una buena carta de presentación para el Orlando que, dicho sea de paso, ofrece un equilibrado comportamiento dinámico.
En suma, una interesante oferta, la de Chevrolet con el Orlando, que viene a animar el escalón comercial de los monovolúmenes grandes.