Diario de León

JAGUAR

El XF cambia de cara... y de motor

Motorizaciones diésel unidas al cambio automático de 8 marchas. 1397124194. Jaguar entra en la batalla del gasóleo con un nuevo cuatro cilindros turbodiésel (190 CV), que conjuga la lujosa representación del «Gran Gato» con unas renovadas expectativas comerciales. A partir de 45.900 euros.1397124194

El sugestivo XF recibe un nuevo motor diésel de 4 cilindros y 190 CV, unido al cambio automático de 8 marchas.

El sugestivo XF recibe un nuevo motor diésel de 4 cilindros y 190 CV, unido al cambio automático de 8 marchas.

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Nuevo rumbo. Hasta la fecha, el modelo más vendido de la marca, uno de los buques insignia de Jaguar, el XF, «sólo» disponía de una refinada mecánica V6 de 3.0 litros, con tres potencias, pero que también consumía «algo» más de la cuenta con respecto a los motores de cuatro cilindros.

La llegada del tetracilíndrico de 2.2 litros y 190 CV… pone las cosas en su sitio.

Básicamente calcado —tampoco es la primera vez— del que firman los galos de PSA tanto para sus catálogos de Peugeot y Citroën, como para el óvalo de Ford, viene a sustituir al anterior V6 de 211 CV con evidentes ventajas tecnológicas: reducción de fricciones internas, entrega constante de un elevado par máximo (45,9 metros/kilo desde sólo 2.000 vueltas), precalentadores mucho más rápidos (2,5 segundos para ponerse «en situación»), inyectores piezoeléctricos —¡no faltaba más!— y, en general, un comportamiento mucho más equilibrado y agradable.

Solamente la rumorosidad y las vibraciones inherentes a la arquitectura tetracilíndrica «preocupaban» a los ingenieros del «Gran Gato»; unos minuciosos cambios de diseño en el «AJ-i4D» (tal es su denominación interna en clave de fábrica), además del imprescindible aislamiento acústico «bajo cubierta», solucionarían al instante el hipotético problema. ¡Por favor! ¿Quién escucho nunca el plebeyo clak-clak bajo el capó de un Jaguar?

Es verdad que el renovado XF tampoco recibe cambios estructurales, ni siquiera tan percibidos que lleguen a romper con la magia de uno de los diseños más celebrados del fabricante… pinceladas, en realidad: faros más estilizados, luces diurnas en forma de «J» —¿lo dudaban?— que ya se estrenara en el XJ y que ahora toma también carta de naturaleza en el XF y en el deportivo XK. Salpimentado, todo ello, con unos rediseñados paragolpes, el capó —también—, y la reinterpretada rejilla frontal; unas nuevas «branquias» en los laterales de las aletas delanteras y la adopción de faros led en los grupos ópticos zagueros… acaban por redondear un conjunto que sigue descoyuntando cuellos a su paso.

En el interior, se ha rediseñado la consola central, pantalla TFT de 7 pulgadas incluida; los asientos delanteros ofrecen ahora mayor sujeción lateral y adoptan más combinaciones de tejidos y colores.

Eso, por no hablar de otra adopción de bandera en la remodelada gama XF: el nuevo cambio automático de 8 velocidades, con levas en el volante y modo «S», firmado por ZF —toda una garantía de funcionamiento—, que estrena nuestro protagonista en todas sus mecánicas diésel y que también «heredarán» los Evoque, Range Rover Sport y Discovery.

A la vez, la incorporación del tetracilíndrico diésel a los catálogos del Jaguar XF, trae aparejado el sistema «Start&Stop» de arranque/parada automática del motor en detenciones prolongadas, que Jaguar bautiza TSS («Tandem Selenoid Started») y que —según la marca— es un 40% más rápido en su funcionamiento que los de la competencia por, entre otras cosas, la «interacción» entre el conductor, el pedal del freno y el del acelerador. Lo mejor: se rebaja el consumo entre un 5 y un 7 por ciento, de forma que el XF 2.2D homologa 5,4 litros de media, lo que se traduce en 800 kilómetros de autonomía.

Tampoco son grano de anís los 6.000 euros de rebaja de esta nueva versión con respecto al V6; un aliciente más cuando llegue septiembre, y el XF 2.2D a los concesionarios de Jaguar, con un precio «de salida» cifrado en 45.900 euros.

tracking