Renault Twingo. Vuelta a la fuentes… visuales
La nueva estética adelanta la «imagen de familia» del fabricante. Atrevido en lo estético y práctico en lo dinámico, el nuevo Twingo mantiene las esencias del ancestro. Actualiza su imagen y ofrece dos mecánicas, con una tarifa que arranca en 9.750 euros para el gasolina y en 11.750 para el diésel.
Renault vuelve a recuperar el impacto estético en la nueva generación del Twingo.
Regeneración de ADN. Nadie duda que la primitiva generación del Twingo (1993) supuso toda una revolución en los catálogos del fabricante; como tampoco nadie… que la segunda (2008) decepcionó por lo aburguesado y conservadurista de su planteamiento estético.
Ahora, Renault se «autoenmienda» la plana con una estética —clave en el segmento de militancia— que retoma el camino del impacto… visual: frontal con los faros principales escoltados por unos «redondos-redondos» (siempre tan tractivos) que, además, incluyen las luces de posición y los antinieblas. Por cierto, el Twingo huye de las —¿imprescindibles… hoy?— luces diurnas, bueno… tampoco hay porqué plegarse a todo.
Además, un sobredimensionado rombo que, a partir de ahora, se enseñoreará paulatinamente de los catálogos en todas las gamas de Renault.
También en la zaga los elementos estético-lumínicos adquieren protagonismo: luces de marcha atrás integradas en el portón y paragolpes más envolventes y redondeados (como los delanteros).
El interior mantiene el salpicadero con el cuadro de instrumentos «centralizados» y, eso también, una sensible mejora en la calidad y ajuste de materiales con, eso además, múltiples posibilidades de personalización (molduras, tapicerías, tonalidades…) que hasta pueden combinarse con aplicaciones en el exterior de la carrocería. Nada menos que 500.000 combinaciones, publicita el fabricante.
Entre las opciones más interesantes: el techo acristalado (780 euros), también por el mismo precio un techo de lona corredizo «original Twingo»; la pintura metalizada (375 euros) y, asociadas al «Pack Look», las llantas de 15 pulgadas (400 euros).
La capacidad del maletero oscila entre 165 y 959 litros, si se abaten las plazas traseras; también se ofrece de serie una banqueta trasera «monopieza», que puede abatirse y permite 230 litros de capacidad de maletero.
Por aquello de la filosofía práctica, Renault simplifica la oferta mecánica del Twingo, dejándola en un motor de gasolina y otro diésel: 1.2 litros de 75 CV, en el primer caso y 1.5 dCi de 85 CV, en el segundo; con unos consumos medios tan ajustados como los 4,5 litros del gasolina y los 3,4 del diésel que, lógicamente, parece «revelarse» como la opción de compra más lógica… con matices, porque «esos» 2.000 euros a favor del gasolina pueden acabar siendo determinantes, habida cuenta que el usuario de un modelo como el Twingo es muy raro que cubra más de 10.000 kilómetros anuales —eso, «tirando» por lo alto—, con lo que el plazo de amortización se dilataría hasta los ocho años.
Así que, por mucha veteranía que tenga el gasolina… su elección juega sobradas bazas a favor.
En suma, una sugestiva reinterpretación del Twingo con, además, una ajustada tarifa que servirá como argumento añadido.