Renovación todoterreno
Actualización estética y mecánica. Jeep pone al día el Grand Cherokee en clave de mejoras estéticas y, sobre todo, mecánicas. Comenzará a venderse el próximo mes de julio, con una tarifa que arranca en 52.000 euros.
El Jeep Grande Cherokee adopta una nueva estética en su «histórico» frontal.
El Jeep «Grande». Asentado sobre el chasis de la anterior generación Mercedes ML, el renovado Jeep Grand Cherokee adopta un frontal mucho más deportivo que su antecesor, lo que se traduce en la adopción de una parrilla recortada, faros con tecnología led y un parachoques más alto.
En el interior, el fabricante propone unos acabados más artesanales, con tapizados y maderas de mayor calidad; además de una nueva pantalla táctil (8,4 pulgadas) y la también nueva pantalla (7 pulgadas) en el cuadro de instrumentos, configurable a gusto del usuario, y el sistema «UConnect» con comandos de voz.
Aunque lo más significativo en la actualización del Grand Cherokee hay que buscarlo en el capítulo mecánico, sobre todo por la adopción de un cambio automático de ocho marchas, que viene a sustituir al anterior de cinco relaciones que, no sólo agiliza las aceleraciones, también —lo más significativo— reduce drásticamente las cifras de consumo y emisiones.
A la vez que otras de las novedades viene dada por el turbodiésel V6 de 3.0 litros, que sube una decena de caballos, de los anteriores 240 CV a los actuales 250 CV y, además, con una significativa reducción del consumo (el 10%) homologando una media de 7,5 litros por cada centenar de kilómetros. Esta misma mecánica cuenta con una versión rebajada a 190 CV.
La nueva gama motorística del Grand Cherokee se completa con otras tres mecánicas de gasolina: 3.0 litros V6 de 286 CV y el V8 de 5.7 litros que rinde 352 CV; además de la joya de la corona, el V8 de 6.4 litros y 468 CV (257 por hora de punta) que se monta en la deportiva versión SRT.
El sistema «Quadra-Trac II» optimiza la tradicional filosofía todoterreno que ha venido acompañando a Jeep desde la noche de los tiempos; opera, mediante un sencillo interruptor situado en la consola central, de dos formas: «4WD High» (el par se dirige automáticamente al eje delantero y trasero en proporción variable) y «4WD Low» (distribución de par 50/50 entre ambos ejes, para condiciones extremas de conducción fuera de carretera).
Junto con el diferencial trasero de deslizamiento limitado y control electrónico, el corazón del sistema viene es la caja de transferencia central y un embrague controlado electrónicamente para la distribución del par de tracción.
En condiciones normales de adherencia, la caja de transferencia distribuye el 48% del par disponible sobre las ruedas delanteras y el 52% en las traseras.
Sobre superficies deslizantes, el sistema distribuye automáticamente el par de tracción entre ambos ejes, según convenga y en «tiempo real», lo que proporcionará unas envidiables condiciones dinámicas en utilización off road. El sistema también utiliza controles electrónicos que multiplican la tracción a las cuatro ruedas, evitando pérdidas de tracción en caso de aceleraciones repentinas
Gracias al diferencial trasero de deslizamiento limitado con control electrónico (ELDS), el sistema «Quadra-Drive II» detecta instantáneamente si las ruedas traseras patinan, en cuyo caso se distribuirá suavemente el par a través del eje; incluso el vehículo puede anticiparse a la baja tracción y se regula para limitar, o eliminar, el deslizamiento de forma preactiva.