Diario de León

Al volante… invernal

En la visibilidad está la clave. En invierno, la clave de la seguridad es la visibilidad. Mucho frío fuera del coche y un ambiente cálido y húmedo en el interior, propician el empañado del parabrisas. Consecuencia: visibilidad «a cero».

En invierno, mantener limpias las superficies acristaladas del coche es todo un seguro «de seguridad vial».

En invierno, mantener limpias las superficies acristaladas del coche es todo un seguro «de seguridad vial».

Publicado por
J. F. Z.
León

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Objetivo visibilidad. Con sólo apretar un botón, el opcional parabrisas»ThermaTec garantiza una óptima —y constante— visibilidad; el sistema firmado por Opel elimina la condensación y el hielo rápidamente. También la luneta trasera térmica y los retrovisores exteriores eléctricos y calefactados propician una visión ilimitada al conductor. Mientras el retrovisor interior con efecto de oscurecimiento automático, supone otra excelente ayuda cuando se circula de noche: tan pronto como el vehículo que circule detrás nuestro entre el campo del retrovisor, este se oscurece para evitar deslumbramientos.

Eso, por no hablar de los faros bi-xenón, con luz diurna tipo led que, unidos a las luces de curva —giran su haz luminoso con la dirección—, resultan ser también de gran ayuda en la conducción invernal.

Claro que nada como preparar convenientemente nuestro coche, y nuestra cabeza, para el invierno.

Un líquido limpiaparabrisas con anticongelante incluido, evitará que se congele el depósito, los manguitos y las salidas del «agua del limpia».

Compruebe el nivel del líquido refrigerante anticongelante del motor.

Los usuarios que vivan en zonas especialmente frías o que circulen frecuentemente por carreteras con nieve o hielo (aficionados al esquí, por ejemplo) los neumáticos de invierno se convierten en unos excelentes aliados (mejor agarre y reducción de la distancia de frenado en clima frío); eso sí, tras la época invernal, conviene volver a sustituirlos por los «normales». Si no se quiere «sofisticar tanto el invierno», las tradicionales cadenas son otra buena opción siempre, eso sí, que sean apropiadas para las dimensiones de llanta/neumático (no es la primera vez que nos encontramos con sorpresas de última hora) y lo más importante: las cadenas solamente nos ayudarán en una emergencia y en tanto las llevemos con nosotros en el coche… aunque parezca de Perogrullo.

Anticiparse y evitar maniobras bruscas (acelerones, frenazos, volantazos…) lo que ayudará a mantener el vehículo sobre la carretera de forma segura.

Y lo mejor… tomarse su tiempo porque, a menudo, la nieve llega inesperadamente; no importa cuán «bonito» se vea el coche cubierto de nieve, lo verdaderamente importante es retirar la nieve y el hielo antes de arrancar. Esto incluye las ventanas laterales y el techo; así, en una hipotética frenada de emergencia, evitará quedarse «a ciegas»… y los demás conductores agradecerán que las bolas de nieve de nuestro vehículo no impacten sobre el suyo; por no hablar de prevenir una posible sanción.

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