Diario de León

Ford. Fiesta… ‘a todo trapo’

Misma plataforma, aunque con sofisticados materiales. Ford desvela la octava generación del ‘superventas’ Fiesta, que comenzará a venderse el próximo verano. Motores de hasta 140 CV y versiones Vignale (lujosa), ST-Line (deportiva), Titanium (elegante) y el crossover Active.

La ‘rompedora’ zaga del Fiesta evidencia una línea más marcada, unos exclusivistas grupos ópticos (acabado Vignale).

La ‘rompedora’ zaga del Fiesta evidencia una línea más marcada, unos exclusivistas grupos ópticos (acabado Vignale).

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ
León

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Cuarenta años después… El óvalo vuelve a confiar en su histórico abanderado en el segmento de los utilitarios… con aspiraciones ‘premium’ .

El Fiesta se viste ‘de gala’ para seguir dando la batalla en un siempre disputado escalón de mercado que, para nadie es un secreto, cuenta con infinidad de ‘enemigos naturales’ nada dispuestos, desde luego, a ponérselo fácil a cualesquiera de los modelos que militan allí.

Así que, el Fiesta 2017, que tampoco puede considerarsele como un coche totalmente nuevo —mantiene la plataforma ya conocida—, tampoco se para en barras a la hora adoptar aplicaciones de última hornada: acero al boro y soldaduras por láser, técnicas sofisticadas que aumentan la rigidez del conjunto, el primer techo acristalado practicable del Fiesta (dos láminas tintadas y reforzadas que cubren la anchura del techo), acabados exteriores de mayor prestancia (sensores de estacionamiento más disimulados en los paneles del chasis); tampoco hay ‘tornillería a la vista’ en la zaga del coche ni en los grupos ópticos traseros, y se reduce en más del 30% la línea de cierre entre el techo y el portón trasero… por citar sólo algunos ejemplos de la optimización en los procesos de ingeniería productiva.

El actualizado Fiesta, crece 7 centímetros hasta alcanzar los 4,04 metros de longitud (también es ligeramente más ancho) y, eso además, mantiene ‘ese’ peculiar estilo de inspiración Aston Martin en su generosa parrilla frontal, a la vez que la versión ST-Line reduce una docena de milímetros su altura libre al suelo, lo que se traduce en una imagen mucho más atractiva por deportiva.

Como fácilmente puede suponerse, el aumento de longitud —también de batalla— redunda en un mayor espacio para las rodillas de los ocupantes de las plazas traseras y se ofrecen ahora más huecos portaobjetos. Significar una novedad en el capítulo de seguridad: un sistema acoplado de seguridad, que permite retenerlo más eficazmente gracias a un dispositivo de activación mecánica, evitando deslizamientos en la parte baja del cinturón cuando se produce un accidente, lo que obvia la necesidad del airbag de rodillas para el conductor.

El salpicadero reduce significativamente la cantidad de botones, y existe la posibilidad de elegir entre dos pantallas táctiles ‘flotantes’, de 6,5 u 8 pulgadas, según versiones de acabado, situadas en un llamativo salpicadero que sorprende por su calidad y diseño modernista. En general, el desarrollo del habitáculo es ahora muy superior a las anteriores generaciones.

El abanico mecánico de esta octava generación del Fiesta, que se venderá con carrocerías de 3 y 5 puertas, se ‘abre’ en un amplio espectro: 75 y 85 CV para el tricilíndrico de gasolina 1.1 litros y 100, 125 y 140 CV para el ya conocido tetracilíndrico EcoBoost de 1.0 litros. Las variantes turbodiésel 1.5 TDCI rinden 85 y 120 CV. Se estrena una caja de cambios automática (opcional) asociada al motor de gasolina de 100 CV.

Para que nada falte en esa filosofía ‘premium’ que Ford imprime al Fiesta… dos ‘perlas’ : el protector de puertas, que utiliza una aleta escondida en la propia puerta, que se despliega en una fracción de segundo impidiendo deterioros de pintura cuando estacionamos en plazas reducidas, y el optimizado diseño del techo, que canaliza mejor el agua de lluvia para evitar ‘mojaduras’ cuando se entra o sale del coche… ¡ahí queda ‘eso’ !

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