Porsche Turbo. Tinte… ‘Turbonite’
- Escudo especial de la marca en el exterior y en el interior
Rasgos… marcados. Porsche reafirma el diseño de las versiones Turbo con, entre otros elementos, un renovado emblema de marca, en el que predomina el color ‘Turbonite’ en lugar del dorado, una nueva pintura aún más inconfundible: «En 1974 presentamos el primer 911 con motor turboalimentado —apunta el vicepresidente estilístico Michael Mauer—; ahora, queremos hacer que los Turbo resulten aún más reconocibles y que se diferencien en mayor medida de las versiones GTS».
La nueva generación del Panamera, será la primera en adoptar los cambios distintivos en el renovado catálogo Turbo del fabricante, exhibiendo una apariencia muy marcada en todas sus series: elegante estética y de alta calidad.
Así, el innovador tono metalizado ‘Turbonite’ se reserva exclusivamente a las versiones turboalimentadas, como todas las pinturas que han formulado los especialistas del área de ‘Color y Acabados’ de Porsche: elementos dorados creando un elegante efecto metalizado, con la capa superior en una satinada tonalidad de contraste.
Desde hace casi medio siglo, las versiones Turbo ocupan un destacado lugar en los catálogos de Porsche, situándose en la cúspide de sus respectivos modelos como máximo exponente de prestaciones. Ahora… renuevan su emblema.
Más adelante, la gama Turbo adoptará esta nueva tonalidad en las letras zagueras y en los laterales, además de en los marcos de las ventanillas. Dependiendo del modelo, los faldones frontales o los radios y los ‘aeroblades’ de las llantas, podrán también estar pintados en color ‘Turbonite’; incluso las molduras decorativas interiores, los cinturones de seguridad, el panel de control de la climatización y en los mandos de selección de los modos de conducción.
La historia del conocido emblema de Porsche se remonta a 1952: el caballo rampante central procede del sello Stuttgart, cuyo nombre —el de esa ciudad— tiene su origen en la cría caballar («Stutengarten», literalmente ‘jardín de yeguas’ o yeguada).
El negro y rojo, y la estilizada cornamenta de ciervo, vienen del escudo tradicional de Württemberg-Holhenzollern. Un concurso, convocado en marzo de 1951 por el médico y coleccionista de arte stuttgartense Ottomar Domnick en las academias artísticas alemanas, dotado con 1.000 marcos y que quedó desierto, fueron los primeros pasos para que, a renglón seguido el talentoso artista Franz Xaver Reimspiess (autor del logo de VW en 1936) esbozase, a principios de 1952, la primera versión del escudo de Porsche que lucirían, a finales de ese mismo año, los modelos de la marca en el aro del volante para, en noviembre de 1954, integrarlo también en el asa del capó del icónico 356 Speedster.
A partir de 1959, el reconocible emblema ya adornaba los tapacubos de los deportivos de Zuffenhausen; y la historia… continúa.