Diario de León

Audi Sport. 4 x 40… ¡Cumpleaños Feliz!

Audi Sport cumple 40 años resaltando la imagen deportiva de la marca germana y con equipos «competión/cliente». AD

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León

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JAVIER FERNÁNDEZ

De quattro… a Sport. En octubre de 1983, nacía quattro GmbH, hoy conocida como Audi Sport GmbH, la filial de ‘altas prestaciones’… el orgulloso rombo rojo de Neckarsulm: «Miramos con orgullo los últimos 40 años y queremos ser aún más fuertes en el futuro» (Rolf Michl, director general de Audi Sport).

En 1979 Audi registró la marca ‘quattro’ (cuatro en italiano), término que hace referencia a la cadena cinemática de un automóvil que transfiere la potencia a sus cuatro ruedas. En marzo del año siguiente, el Audi quattro se convertía en el primer modelo de la marca con tracción permanente a las cuatro ruedas; aplicación tecnológica que marcó un hito en su momento. El 10 de octubre de 1983, la fundación de quattro GmbH —filial ‘cien por cien’ Audi— sentaba las bases, a escala internacional, de una cartera tan selectiva como sofisticada en los catálogos de Audi.

Para identificar al precursor de los modelos con tracción total, al pionero Audi quattro se lo bautizaría posteriormente como «Ur-quattro», un ‘musculado’ coupé de 200 CV, que se situaba en la ‘pole’ entre los deportivos de la época: generosos —abombadísimos— pasos de rueda (‘blisters’, ya saben) para visibilizar la tecnología y, por ende, una filosofía —también en lo estético— que enfatiza en buena medida el diseño los actuales modelos RS.

Rombo… rojo. Santo y seña de Audi Sport, el rombo rojo remonta sus orígenes a 1981, con registro en la Oficina Alemana de Patentes y Marcas el 23 de enero de ese año, justo un día antes del inicio del Rallye de Montecarlo, donde debutaría el Audi quattro.

A partir del de 16 de marzo de 1981 la Oficina protegería el rombo —todo ‘muy germánico’… ¡sólo faltaba!— en el que se incluían tres identificativos colores: rojo, gris y marrón caoba perfilando un emblema de tres franjas, lo mismo que la decoración de los coches de rallye y, más tarde, los coches participantes en la Trans Am, IMSA GTO y el DTM alemán. En 1990, el modelo más deportivo de producción en serie, el Audi S2, lucía por primera vez un rombo de color rojo sólido que integraba los ‘Cuatro Aros’; en la temporada DTM 1992, el fabricante transformaba visualmente su logotipo de competición para utilizar, a partir de 2004, el rombo rojo con el nombre de Audi Sport en lugar de los cuatro aros.

Registrado en 1996 como fabricante independiente, quattro GmbH, con el concurso de la filial deportiva de Audi, presentaba su primer moxdelo de altas prestaciones: el S6 (326 CV), al que seguiría (1999) el primer RS desarrollado de forma independiente a partir de un modelo de gran serie: Audi RS Avant (serie B5), con motor V6 de 2.7 litros y 380 CV, que rompería moldes en el segmento de coches familiares de alta gama.

A principios de ese año 1999, quattro GmbH traslada su sede de Ingolstadt a Neckarsulm, donde Audi fabrica automóviles desde hace más de cien años.

Cinco… cilindros. Después de que Audi fabricase motores de cinco cilindros entre 1976 y 1997, Audi Sport retomaría el testigo en 2009 con el icónico TT RS que, a diferencia de sus predecesores en los modelos grandes, aquel cinco cilindros turboalimentado de 340 CV no se montaba longitudinalmente, sino en posición transversal delantera del coupé; mecánica que también se utilizaría en las distintas generaciones del RS 3 y RS Q3.

En 2002, el Audi RS 6 debutaba como Berlina y familiar Avant con motor V8 Biturbo (450 CV); apuntar, como curiosidad, que el Audi DTM del equipo ABT, con el Laurent Aïello se alzaba con el título en esa temporada… también rendía 450 CV; así, la combinación de una elevada potencia con la practicidad en el uso diario, han venido caracterizando las distintas generaciones del RS 6, tanto Berlina como Avant, durante más de dos décadas y con potencias de 580 CV (V10, 2008), 560 CV (V8 Biturbo, 2013) y 600 CV (V8 Biturbo, 2019).

R8… un icono. Presentado en 2006 como primer coupé deportivo de altas prestaciones con motor central, el R8 fue el pionero en desarrollo propio firmado por quattro GmbH. Desde 2015, la segunda generación del R8 se ofrece en las dos arquitecturas de carrocería, Coupé y Spyder, y su V10 atmosférico ha llegado hasta los 620 CV en diversas realizaciones de series especiales: R8 Decennium —los diez años del motor V10—, RWS —propulsión trasera— y el R8 GT; también de división ‘competición/cliente’ de Audi Sport ofrece el R8 LMS, para las categorías GT2, GT3 y Gt4.

Otro ‘imprescindible’, el biplaza TT RS, que debutó en 2009 como Coupé y Roadster, tampoco ha podido resistirse a la magia de los cinco cilindros y 2.5 litros de 340 CV: purista y atemporal en un diseño reducido a lo esencial, y directamente centrado en el conductor, ha cautivado a los incondicionales… y a quienes han acabado por abrazar su magia en, por ejemplo, el ‘Infierno Verde’ del célebre circuito alemán Nürburgting-Nordschleife, un «fijo’ en las pruebas de resistencia de cada nuevo modelo RS: 8.000 kilómetros sobre el ‘infernal’ trazado (20 kilómetros de longitud) sito en las montañas de Eifel, donde el piloto-ingeniero Frank Stippler somete a las versiones R y RS… a una auténtica ‘tortura’.

Hablando de ‘magias’… Entre 1980 y 1986, los Audi equipados con tracción quattro, disponían de un diferencial central que sólo podía boquearse manualmente para distribuir la potencia entre ambos ejes. El primer diferencial autoblocante central Torsen, se utilizaría en el Audi 80 quattro (1986) para, tres años después, introducirse la tecnología quattro con embrague multidisco controlado electrónicamente en el segmento de los compactos con motor transversal. El siguiente paso (2005), vendría de la mano del diferencial central con distribución dinámica asimétrica 40/60 entre los ejes y, con la aparición del primer R8 (2007) debutaría un acoplamiento viscoso en el tren delantero seguido, un año después, por el diferencial deportivo en el eje trasero. En 2016, se añadiría el sistema quattro de eficacia optimizada —tecnología ‘ultra’—; y el 2019, Audi proponía la tracción integral eléctrica en el e-tron.

Actualmente, el catálogo de modelos más potentes en Audi Sport lo conforman el RS 6 Avant ‘Performance’ y el RS 7 Sportback ‘Performance’. La estrategia ‘Performance’, que Audi aplicó por primera vez en la anterior gama A6 (generación C7) significa, sobre todo, más potencia: el V8 Biturbo TFSI (turbo con inyección directa de gasolina) de 4.0 litros que se utiliza en el RS 6 Avant y RS 7 Sportback rinde 630 CV, una treintena de caballos más que en la versión base.

Para redondear… tecnología extrema: los discos de freno de carburo de silicio cerámico, reforzados con fibra de carbono, son mucho m´´as resistentes al calor que los de acero; así, que los «frenos cerámicos» evitan pérdidas de efectividad por sobrecalentamiento. En los actuales RS Q3 y RS Q3 Sportback, se montan discos de freno cerámicos (380 milímetros de diámetro) con pinzas monobloque de aluminio.

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