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Altas, bajas y enrollables
Las botas se han convertido en el accesorio imprescindible de las propuestas de cada otoño-invierno. De distinta altura, color y estilo, este año arrasan las tachuelas y el estilo navajo, aunque la novedad ha llegado de la mano de las botas enrollables y desmontables.
Si las botas han contado con el favoritismo de los consumidores ha sido por su versatilidad y utilidad, ya que son fácilmente combinables con pantalones y falda, y aislan del frío, aunque el gran espacio que ocupan es su principal inconveniente.
Con el objetivo de solventar este escollo, la firma británica Hunter ha diseñado unas botas que, a pesar de sus grandes dimensiones, pueden doblarse y enrollarse, ocupando el espacio de un sencillo zapato.
Bautizadas como ‘Original Tour’, este modelo está hecho con un material flexible para permitir ahorrar espacio a aquellas personas que lo necesiten, especialmente a aquellos que viajan habitualmente y no tienen sitio en la maleta para unas botas de grandes dimensiones.
Esta temporada también ha traído a los escaparates novedades como las zapatillas de deporte con tacón, que horrorizan y fascinan a partes iguales, o las botas desmontables, que se transforman de botín a bota, desmontando la caña, y que ya aparecieron tímidamente en temporadas pasadas.
Las firmas de calzado tratan de incorporar a sus colecciones novedades como estas, y averiguar cuáles serán las tendencias de la próxima temporada con el objetivo de atraer la atención y el favor de los consumidores, tan apreciado en tiempos de crisis.
Si la primavera-verano fue de los colores flúor, este otoño-invierno le ha tocado el turno al toque roquero de las tachuelas, y al estilo western de los estampados indios, los flecos y la apariencia desgastada, explica a Efestilo Pablo Hernández, responsable de comunicación de María Mare, una firma del grupo de calzado Mustang.