Alicia ya cumple los cien

Rubia, morena, niña o incluso tipo Lolita, así es como ven algunos de los ilustradores más relevantes a la protagonista de Alicia en el País de las Maravillas , un personaje eterno de la literatura que, en el 150 aniversario de su creación, protagoniza la exposición Feliz no cumpleaños .

A través de las ilustraciones de maestros del dibujo como Juan Zabala, Benjamin Lacombe, Ana Juan, Fernando Vicente o Rebeca Dautremer, la muestra, organizada por la editorial Edelvives y en el Museo ABC de Madrid hasta el 3 de abril de 2014, hace un recorrido por este cuento de Lewis Carroll, que, como ha contado Gonzalo Hormigos, comisario de la exposición, se «conserva mágico».

Y es por considerarse una obra «eterna» que ha conseguido traspasar la línea del «cuento mágico» para convertirse en «género literario con identidad propia», por lo que la exposición celebra un «no cumpleaños».

Compuesta de cuatro bloques, la muestra propone al visitante iniciar ester viaje, real e imaginario a partes iguales, siguiendo al conejo blanco, auténtico culpable de que la niña Alicia se sumerja en esa madriguera que la llevará al País de las Maravillas.

Personajes alocados que proponen problemas matemáticos o acertijos y que han hecho, según el ilustrador Javier Zabala, que Alicia sea «el segundo personaje más difícil» después de El Principito , de Antoine de Saint-Exupéry.

«Yo he dibujado al conejo porque representa la tradición británica, el statu quo inglés, esa tensión fuerte entre la vida real y lo que se imaginaban», ha expresado este autor sobre el personaje de esta historia, que nació como un encargo que Charles Lutwidge Dodgson, nombre real de Lewis Carroll, recibió de la niña Alice Liddell, en quien está basada el libro.

«Alice Liddell motivó el relato, porque Carroll era amigo de su familia y le contaba pequeños relatos para entretener a ella y a sus hermanas. Alice le pidió que siguiera con esos relatos y así nació el libro (1865)», ha explicado Hormigos.

Para profundizar en la parte de la ilustración original de Alicia en el País de las Maravillas , la organización ha incluido también un pequeño recorrido por la evolución de este cuento a lo largo de la historia, aunque hace hincapié en los dibujos de John Tenniel, el primero en ponerle rostro y cuerpo a Alicia.

Las ilustraciones

Aunque antes de que Tenniel llegara a la vida de Carroll, el propio autor creó 37 ilustraciones para acompañar a su manuscrito, que nació con el nombre Las aventuras subterráneas de Alicia .

«Fueron los amigos de Carroll los que le animaron para que de los dibujos del libro se encargada un ilustrador profesional —relató el comisario—. Entre Tenniel y él decidieron que Alicia fuera rubia, pese a que la niña original era morena».

Fue en 1911, como se cuenta en la exposición, cuando el editor Alexander MacMillan encargó al ilustrador Harry Theaker una nueva versión basada en las ilustraciones originales de Tenniel. Fue entonces cuando apareció la Alicia que ha llegado a nuestros días: vestida de azul y con calcetines a rayas.

Detrás de esta imagen cándida e infantil, que será con la que disfrutarán los más pequeños (también para ellos hay montajes de pasajes del cuento con los que interactuar), las ilustraciones que la componen son un alarde de ese manejo de los juegos matemáticos y del uso del subconsciente, que tan magistralmente incluyó, con un lenguaje infantil, Carroll, el cual era profesor de matemáticas. El visitante podrá también conocer cómo Alicia y sus aventuras han ido creciendo a lo largo del tiempo en otros lenguajes artísticos, como los que usaron, entre otros, The Beatles (compusieron «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» pensando en este cuento) o el cineasta Tim Burton, que en 2010 estrenó su visión psicodélica y gótica de este personaje.