Polémica
El sueño incumplido de banderas
El actor malagueño renuncia a un proyecto cultural y teatral los «insultos» y «el trato humillante»
Antonio Banderas tiene desde hace al menos trece años un sueño que, por el momento, no se ha visto cumplido: construir un teatro en su Málaga natal, donde dio sus primeros pasos profesionales y ahora había ganado un concurso de ideas para un proyecto al que ha renunciado por el supuesto trato recibido.
El complejo cultural que abandonó esta semana Banderas —aludiendo al «trato humillante» experimentado— no es el primer proyecto en el que se embarca el malagueño en la capital costasoleña, donde ya apostó por un teatro-escuela en el 2004 por el que llegaron a interesarse Dustin Hoffman y Sting y que tampoco llegó a materializarse.
El escrito del actor en el que se despedía del proyecto, participado también por la empresa Starlite —del festival marbellí homónimo—, generó distintas interpretaciones por parte de los partidos presentes en el consistorio malagueño que apuntaron a dispares factores causales.
El PSOE ha achacado a la «mala gestión» del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), la renuncia del artista y ha puesto el foco en la transparencia del próximo concurso que adjudique la ejecución del proyecto, ya que el certamen de ideas no era vinculante y el concepto ganador no tenía porqué ser el ejecutado.
De la Torre trató en primera instancia de «convencer» a Banderas de que no renunciara a la idea, aunque ha reconocido que cree «difícil» que se pueda «cambiar» la posición adoptada y ha apostado por reanimar el interés de su propuesta, pero también de hacer lo propio con el resto de agentes que concurrieron al concurso de ideas. Ciudadanos —socio de investidura de De la Torre— presentó una moción para que se anulara el concurso ganado por Banderas y que no siguió adelante por la abstención del PSOE y el voto en contra del PP.