El peligroso baile de Bardem

Javier Bardem, demandado Me llama la priora de la Cofradía de la Morcilla de Burgos y vinos dela Tierra de Arlanza y Ribera del Duero para decirme que me han nombrado cofrade y que me piden que acuda a Burgos a la ceremonia que van a organizar. Se lo agradezco y prometo ir. A Javier Bardem le ha demandado la ex modelo Jill Marshall. Bailando el actor, en la discoteca Gipsy Tea, le rompió la nariz, sin duda sin querer. La modelo acusa a la discoteca, incluso, por negligencia a la hora de prohibirle que siguiera bebiendo. El abogado del actor no duda de las habilidades de su cliente para moverse en la pista y sí pone en duda las de la lesionada y cuestiona la conducta de Jill Marshall. Esta señorita se queja de que no ha podido salir de casa en una semana, que padece dolores, que tiene que ser operada y que está deprimida. Ya se sabe que los americanos son unos expertos en reclamaciones y conocen todos los trucos para obtener grandes indemnizaciones. De hecho, la demanda no se ha interpuesto hasta conocer que es el protagonista de la película nominada para el Oscar, Mar Adentro . Sin duda es una manera de amargarle la vida, pero la prensa neoyorquina se ha hecho eco del suceso y ha puesto su grano de arena para magnificar las cosas. Martina Klein ha dado a luz un niño. He hablado con la madre de Alex de la Nuez y me cuenta que su hijo está como en una nube. Le van a poner de nombre Pablo, como un sueño que tuvo Martina y como el abuelo de Alex. Me alegro porque son una pareja encantadora. Llega Penélope Almuerzo con mi madre en La Gran Peña, invitado por Pep Mari Bassols, antiguo secretario general del cuerpo de la nobleza de Cataluña, en el que también están el ex corredor de coches Alex Soler-Roig y su mujer Fusy Juncadella. El primero ha venido de Barcelona y los segundos de Nueva York, donde viven, para el cóctel de presentación de mi libro. Penélope Cruz llega a Madrid para pasar unos días y estar presente en la gala de los Goya. Ella no habla nada de su situación personal. Tan sólo ha dicho que va a entregar un Oscar junto a Salma Hayek en la noche más importante para el cine mundial. Para hablar ya está su tío el ferretero, que en un continuo ejercicio de márketing posa siempre delante de su negocio. Hace muy bien. La casa de la Mazagatos Hace tiempo que andan a la gresca la modelo Sofía Mazagatos , ¿o es actriz?, y su ex novio, José María González de Caldas. Sofía ha decidido contarle a la prensa que digan lo que digan, pasarán años hasta que puedan obligarla a dejar la casa. No sé si es ignorante u osada o las dos cosas. En una revista la he visto posando en la citada casa, amueblada y decorada no con un dudoso gusto, si no con un mal gusto que asombra. Hay gente que no ha aprendido nada, o casi nada, y lo más increíble es que se creen la última coca-cola en el desierto. No sé que dirá, ni que pensará su novio iraní, que dice ella que es tan potentado, que no poderoso. Esto último lo digo yo. En Florida Park se han presentado las Diabéticas Aceleradas con un espectáculo dedicado a Pedro Almodóvar. Y allí están presentes todos sus amigos. Desde Loles león hasta Bibiana Fernández. Todos divertidos, un tanto displicentes y muy, muy, estrellas. Los Goya, ni aburridos ni divertidos La ceremonia de los Goya no resulta ni aburrida ni divertida, ni larga ni corta, ni vulgar ni original. No hubo protestas, no hubo sorpresas, no hubo corbatas en los trajes ni pajaritas en los esmóquines. Hubo mucho traje prestado, alguna joya prestada, por aquello de la promoción y Elena Benarroch visitó a Sonsoles Zapatero de actriz de cine, evocando o haciendo un homenaje a Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. Y ya ha conseguido ponerle tacones. Tiempo al tiempo, me dijo un día Elena, y lo ha conseguido. La nota más sorprendente, la única, fue la dedicatoria del Goya de José Luis López Vázquez a un amor tardío. Se refería, sin duda A Carmen de la Maza. A él, tan discreto, le pudo su amor por ella. ¿Estaba presente la actriz de teatro en los premios? ¡Qué decepción fue oír cantar a Victoria Abril! No canta, susurra y hace tímidos ejercicios de recitado. Me pareció que cantar boleros con la estética y los modos de Edith Piaf es, cuanto menos, poco original, antiguo y falto de imaginación. El recurso de la silla, de la provocación sensual y de la miradita «si te cogiera te ibas a acordar de mí» está tan fuera del tiempo que incluso llegó a no interesarme. No entendí la presencia de Montserrat Caballé en una entrega de premios de cine. Hay papeles que es mejor no representar nunca. La Campanario y las sardinas Alguna prensa apunta a que María José Campanario ha sufrido una crisis de ansiedad. Ella lo niega, aduciendo que acudió a una clínica para que le diagnosticasen lo que le sucedía, que resultó ser un problema sin importancia. Unos dicen que se aburre sola, otros que ha dejado de fumar. Yo digo que además está enfrentada al mundo, lo que siendo tan joven es una pena. El otro día le oí decir que estaba comprando sardinas para asarlas y dárselas de cena a Jesulín. Ahí puede estar la cuestión, en los olores a sardina asada por la noche, en el adosado, algo que puede provocar cualquier cosa. La segunda edición Me llaman de la Esfera para felicitarme, porque se ha agotado la primera edición de mi libro. Aprovechan para fijar fechas. Iré a A Coruña, a Vigo, a Marbella, a Barcelona y a donde quieran. Jesús Fernández-Miranda y Beatriz de León Caicoya celebran el cumpleaños de Jesús en Mayte Commodore con una cena y doscientos amigos. Comparto mesa con los duques de Hornachuelos, los condes de Laviana y los García de la Peña, ella, María José González del Valle, apasionada de la política, que por algo fue diputada del Partido Popular por Cáceres.. Cinthia Rossi, en Gaudí La promoción del libro me impide ir al carnaval de Santa Cruz de Tenerife. Ando como dicen los modernos, devorado por los programas de radio y televisión. Sofía Mazagatos dice que no tiene miedo a dormir debajo de un puente. Ahora puede ser que tenga que dejar la casa. Odio el victimismo. En Barcelona, en Gaudí, aparece Cinthia Rossi como nuevo personaje. Se parece mucho a su madre, Carmen Martínez-Bordiú, a la que adora. Y la princesa de Asturias repite traje largo con reformas. Me parece colosal. Cuántos horteras hay que piensan que un traje no se puede repetir.