Diario de León

Q4 de última generación Brera, un singular coupé que lanzará Alfa Romeo en el 2006 Crosswagon, las exploraciones de Alfa Romeo

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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|||| Los tres diferenciales de los que dispone en el renovado sistema Q4 que ahora propone Alfa Romeo, heredero de aquellos que se montaban en los 155 y 164 de 1992 y 93, se configuran en un central Torsen C que, en condiciones normales de adherencia reparte el par en 42/58 (delantero/trasero); reparto que puede variar automáticamente hasta el 60/80 en caso de pérdida de adherencia (adviértase la constante preferencia por la propulsión). Este avanzado sistema Torsen permite también la perfecta integración con el control de estabilidad (VDC), así como la asistencia ABS de los frenos sin «intrusiones» entre ambos. La mayor altura al suelo no supone penalización alguna en la conducción sobre asfalto, como tampoco -por la preferencia de potencia sobre el tren trasero- se evidencia excesivamente el efecto subviraje (deslizamiento del tren delantero) típico de los tracción integral cuando el conductor se «despista» en sus actuaciones sobre el pedal del acelerador. Es posible que incluso pueda verse rodando a finales de este mismo año 2005, aunque todo apunta a que será definitivamente el próximo 2006 cuando el sueño que comenzó a pergeñarse, hace casi cuatro temporadas, en los trazos de Giorgetto Giugiaro se convierta en realidad. Escultural belleza y avanzada tecnología son los mimbres sobre los que ha trabajado el fabricante transalpino, con el concurso del también famoso estilista italiano. La consecuencia es un coche rompedor, de esos que nacen una vez cada muchos años y que se convertirá en escaparate de un marca que siempre ha tenido a gala asombrar a sus incondicionales... y a quienes sueñan con serlo. En el Salón de Ginebra, a primeros de marzo, ya podrá verse el Brera; de momento, habrá que seguir conformándose con mirar -admirar- las primeras fotografías oficiales distribuidas por Alfa Romeo y que se traducen en unas espectaculares formas, muy próximas a las del prototipo de concepto, dado también a conocer en la exposición de Ginebra 2004. Como es fácil adivinar, el Brera está llamado a sustituir al actual coupé GTV y, como él, el Brera dispondrá también de una versión descapotable (Spider) aunque para eso falte tiempo todavía. Por aquello de la cotidiana practicidad, el Brera sustituye las puertas «de tijera» que lucía el prototipo inicial por unas de apertura convencional, mientras en la zaga se adopta una luneta que evidencia una innegable herencia 147, por mucho que, eso también, los grupos ópticos traseros muestren una acusada originalidad. El aire de familia se pone también de manifiesto en un frontal que «avisa» de lo que será el futuro 157 (sustituto del actual 156): tres pequeñas ópticas, dos pronunciadas nervaduras y un tercer rasgo enmarcando, en la parte superior del scudetto, la circunferencia del emblema del Biscione de la Signoria Viscontea y la Cruz de Lombardía... no dejan lugar a dudas de lo que se nos aproximará al retrovisor. Las generosas bocas de toma de aire bajo el perfilado paragolpes, redondean estéticamente un conjunto que, dicho sea de paso, ha recibido ya numerosos premios de diseño desde que Alfa diera a conocer el Brera en fase de concept. Configurado como un automóvil coupé 2+2, mide 4,41 metros de largo; 1,83 de ancho y 1,37 de alto, cotas que confieren al Brera el típico aspecto de un «deportivo dos puertas de siempre»... trufado de evidentes concesiones -nada que objetar- a la modernidad de principios del XXI. El techo de cristal traslúcido es una de estas concesiones, capaz de «descubrir» un interiorismo en el que, según el fabricante, el conductor se encontrará con materiales de muy buena calidad, capaces, como la generalidad del conjunto, de propiciar un ambiente de lo más acogedor. Dos gasolina y un... turbodiesel Tres serán los propulsores propuestos por Alfa para mover al Brera: dos gasolina y un... ¿turbodiesel? Quién lo diría hace sólo un puñado de años. Un áttimo, que nadie se rasgue vestidura alguna, los diesel de última hornada no son ni sombra de lo que fueron... la mayoría, y éste es el caso de nuestro protagonista, son capaces hoy, no sólo de salir airosos, también de mojarles la oreja a las más enjundiosas realizaciones de gasolina: 200 caballos en un JTD Multijet de sofisticada rampa común y turbocompresor de geometría variable. Para quienes sostengan que conducir un gasóleo en este sofisticado envoltorio es una aberración rayana en la ordinariez, apuntar que puede optarse por sendos JTS (inyección directa de gasolina) que cubican 2.2 y 3.2 litros y que entregan 185 y 260 caballos respectivamente. Las mecánicas vendrán asociadas a cajas manuales o automáticas secuenciales de 6 marchas. Incluso estará disponible en alguna de las versiones -todavía sin concretar- la evolucionada tracción integral Q4, dotada de diferencial central Torsen. En cuanto a los trenes de rodaje, el Brera adoptará una inédita plataforma en Alfa (también la montará el futuro 157) de sofisticadas suspensiones, cuyas geometrías se configuran en torno a dobles triángulos superpuestos delanteros y multibrazo trasero, de forma que el coche conjugará a la perfección el confort de marcha con unas elevadas prestaciones ruteras... sin sobresaltos. Tanto en tracción como en frenada, el control dinámico del Brera recibe sofisticadas ayudas electrónicas con las que domar la elevada caballería a disposición del conductor. Así que, parece bien clara la intención de Alfa de seguir mandando oleadas de mágica atracción a un público ávido de sensaciones. |||| Realizado sobre la base del 156, el Crosswagon se perfila como una excelente opción en el cada día más competido segmento de los SUV, coches de vocación deportiva en cualquier medio. Lo de los SUV es un fenómeno en alza dentro del cada vez más abigarrado panorama del mercado europeo. La exploración y colonización de nuevos territorios en los planteamientos comerciales de Alfa se traduce en una versión 4x4 del 156 de carrocería familiar, una realización de evidente incidencia emocional que, ahora, se transforma en un «todo camino» cuya primera declinación se centra en el verbo... disfrutar. Tracción integral, carrocería elevada -también un tanto «musculada»- y el turbodiesel Multijet de 150 caballos confieren al Crosswagon una personalidad tan acusada como para convertirlo en un interesante opción de compra para quienes pretendan «algo» distinto en sus pretensiones automovilísticas. Uno de los chasis más logrados de los últimos tiempos, vestido con la recientemente renovada estética del 156 y trufado con elementos inherentes al concepto SUV (aletines ensanchados, protectores en los bajos, barras de techo, rejillas de refrigeración «nido de abeja», neumáticos todo uso...) y la inclusión del actual sistema Q4 de tres diferenciales con reparto del par preferentemente sobre el tren posterior, que propician sensaciones deportivas en la conducción, acaban por hacer del Crosswagon un coche muy apetecible, cuya tarifa se sitúa en 33.103 euros. Los consumos contenidos (alrededor de 7 litros como media) y la elasticidad del propulsor (muy de agradecer en utilización off road) resultan ser toda una excelente panacea para la versatilidad de uso que se propone. También los 6,5 centímetros suplementarios de altura al suelo (con respecto a un 156 normal) le permiten al Crosswagon «explorar» caminos generalmente vedados a un turismo convencional.

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