Diario de León
Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

Creado:

Actualizado:

Elegancia, estilo, modernidad... Lancia se «lanza» a la batalla de los monovolúmenes compactos con el sello del buen gusto. Eso sí, habrá que estar dispuestos a pagar un precio algo más elevado que la competencia, entre 15.700 y 20.400 euros se sitúa la tarifa de la gama Musa Dentro del Grupo Fiat, Lancia es la encargada de ofrecer las realizaciones más elegantes. Así que, sobre la plataforma del Idea, el Musa se viste gala y proporciona un evidente glamour a una realización que, sin aportar nada técnicamente nuevo respecto a su primo hermano, sí que abre nuevos horizontes: techo acristalado panorámico -Gran Luce lo llama el fabricante- con accionamiento eléctrico (de serie en la versión Platino), versatilidad interior que se traduce en una treintena de configuraciones de asientos, volante regulable en altura y profundidad, prácticas guanteras con tapa en la parte superior del salpicadero, pantalla multifunción en el cuadro de instrumentos, pomo de la palanca de cambios en piel, tapicerías específicas y, en general, un conjunto visual y estético bastante alejado de lo que viene siendo norma en un segmento tan en alza como el de los monovolúmenes compactos. La consecuencia es un coche que «entra por los ojos», de esos que hacen volver la vista, por mor de sus exquisitos trazos exteriores y, desde luego, por la generosa parrilla, típica de Lancia, que preside su frontal. Los 2.240 euros «a mayores» que hay que desembolsar por el Musa, con respecto al Idea, pueden parecer excesivos... hasta que el conductor se sitúa ante el volante y los pasajeros ocupan plaza. El Musa mide un poco más que el Idea (55 milímetros más) por unos mayores voladizos de carrocería y, lo mejor, el coche ofrece una habitabilidad «panorámica» en sus escasos cuatro metros de largo. Con, además, una luminosidad excepcional gracias a la adopción del comentado techo acristalado. Ya ven que esos dos mil y pico euros... pueden llegar a pagarse sin complejos. Lo único que no es panorámico es el maletero, aunque su capacidad se encuentre dentro de lo que es habitual en el segmento de militancia: 320 litros de capacidad básica, que aumentan a 390 con el asiento trasero (deslizante) en su posición más adelantada y que llegan hasta los 1.420 litros en su máxima expresión, con los asientos abatidos. También a su favor una rueda de repuesto de emergencia, la conocida «galleta», mientras algunos rivales obvian la rueda a favor del cuestionado kit de reparación de pinchazos. En el plano dinámico el Musa se defiende muy bien con el turbodiesel Multijet (turbodiesel de inyección directa common rail) de 100 caballos, unido a una caja manual de 5 marchas, cuya timonería resulta bastante más cómoda y precisa de accionar que la del Idea. También como en aquel, la palanca se encuentra -pura filosofía monovolumen- situada en la zona alta de la consola. Estable en el paso por curva, con las lógicas inclinaciones de una carrocería más alta que la de un turismo convencional, con un buen guiado del tren delantero (la dirección cuenta con la función «City» para facilitar las maniobras ciudadanas) y con unos frenos que cumplen perfectamente con su cometido, por mucho que haya quien cuestione la dualidad disco/tambor, el Musa puede redondear su comportamiento rutero con la adopción opcional (630 euros) del control de estabilidad ESP. En suma, una sugestiva elección, la del Lancia Musa, si lo que se quiere es despegarse de la generalidad de integrantes del emergente segmento de los monovolúmenes compactos.

tracking