Un Koala silencioso, rápido y eficaz contra los incendios forestales

La campaña contra incendios en Castilla y León cuenta desde este verano con un nuevo helicóptero: el A119 Koala. Según Jesús de la Fuente, portavoz de la empresa Heliduero, S.L., una de las encargadas de proporcionar aeronaves a la Junta para la lucha contra el fuego, «aunque parte de sus componentes se fabrican en Reino Unido y Canadá, el montaje final y el diseño se hacen en Italia, habiendo demostrado su eficacia en Sicilia y en otras zonas de ese país». Su coste ronda los 2,5 millones de euros en su configuración básica, aunque se le pueden acoplar accesorios como grúa o camilla que encarecen el precio. Tiene una velocidad de crucero de 230 kilómetros por hora, a máxima carga, es capaz de elevarse a 4.000 metros de altura, tiene un bambi con capacidad de 1.200 litros de agua y apenas tarda diez minutos en recorrer una distancia de 50 kilómetros. Además de mayor potencia, velocidad y maniobrabilidad con relación a otras aeronaves del mismo segmento (tiene 200 caballos más), el Koala está dotado de cuatro palas que reducen la vibraciones y el sonido en el interior de la aeronave, así como la sensación de vértigo. Así lo pudimos comprobar en el transcurso de un vuelo de demostración en el que fue posible mantener una conversación sin necesidad de utilizar los cascos. Rápido y versátil Es la primera vez que este modelo se utiliza en España y se ha ubicado en la base que la Junta tiene en Vitigudino porque se adapta perfectamente a las especiales características orográficas del noroeste salmantino, teniendo como objetivo atender los posibles incendios que se produzcan en esta comarca, en Los Arribes del Duero de Zamora y Salamanca, e igualmente, los que se originen en las provincias limítrofes. El que se haya emplazado en Vitigudino facilita, según explica Ignacio Juárez, jefe de la Sección de Incendios de Salamanca, «que trabaje en despacho automático, lo que significa que la cuadrilla, en el momento que tiene conocimiento de una alerta, emprende el vuelo hacia el punto indicado para ganar el mayor tiempo posible y procurar que si se trata de un incendio se quede en conato. Se trata de lograr que el tiempo de respuesta sea el mínimo, algo que se está consiguiendo con este helicóptero que tiene un arranque mucho más rápido y es capaz de dirigirse en menos de diez minutos al lugar del siniestro, lo que permite ganar un tiempo precioso e imprescindible a la hora de sofocar un incendio». Los helicópteros utilizados actualmente en la lucha contra incendios son de mayor tamaño, como el Bell212, capaces de transportar hasta 10 personas, o bien más pequeños y rápidos, como el Ecuriel AS350 B2/B3, pero que sólo pueden desplazar a una cuadrilla de cuatro operarios más el técnico. Según Juárez, «junto a su rapidez y versatilidad, el Koala aporta que lleva siete plazas para el técnico y los seis componentes de la cuadrilla contra incendios (incluido el capataz). Además, tiene la ventaja de llevar un maletero de gran capacidad en el que se transporta el material contra incendios, desde el batefuego al bambi, pasando por la mochila de agua». La dotación del helicóptero es de tres cuadrillas, dos de servicio y una de descanso que hace el relevo al día siguiente en el caso de que tengan que seguir apagando un incendio. En ausencia de siniestros, sus miembros realizan continuamente ejercicios (instalación del bambi, manejo de herramienta, ubicación correcta del brigadista en el helicóptero) que permiten mantener una preparación adecuada y facilitar el trabajo de extinción.