Diario de León
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León

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|||| Nada disuasorio en el precio y con todos los elementos -y más- para encandilar a los amantes de los deportivos de siempre ... bien puestos al día, el Brera se presenta en los mercados como la última -por el momento- tentación de un fabricante que ha sorprendido históricamente con propuestas tan sugestivas como innovadoras. Sin sacrificar excesivamente la funcionalidad (habitáculo 2+2 con un maletero correcto, 300 litros ampliables a 610 abatiendo los asientos) el Brera acaba por situar al Biscione un punto por encima en el escalón de preferencias con un coche «de libro» en cuanto a cánones estilísticos y dinámicos. Pocos como Alfa -y Giugiaro- para conjugar los trazos de «dos mundos». Un estilizado frontal que recuerda poderosamente al de la berlina 159 y una agresiva zaga en la que el Brera encuentra, definitivamente, su acusada personalidad estética. Y para que nada falte... cuatro poderosas salidas de escape. Consecuencia: un conjunto capaz de atraer tantas miradas como cabe suponer. La mejora en los acabados de Alfa es también una constante en el interiorismo del Brera, elaborado con materiales de calidad, a la par que estéticamente vistosos, que se ponen de manifiesto en la realización del salpicadero, las tapicerías y las inserciones de los paneles. A la vez, eso también, que se mantiene el característico estilo de la marca en unos generosos relojes circulares, justo debajo de la vista del conductor, y en unos asientos de diseño marcadamente envolvente. La curiosidad añadida se convierte en toda una primicia para Alfa: el techo acristalado -fijo- panorámico «Sky View», que se ofrece de serie en el superior acabado Selective (ver cuadro de precios) y que refuerza poderosamente el ya de por sí acusado atractivo del coche. Incluye en su parte interior una cortina eléctrica formada por láminas plegables en tres etapas. El capítulo mecánico rinde culto a la inyección directa de gasolina (también a la tracción integral Q4 en la versión más potenciada) dejando la opción turbodiesel (2.4 JTD 200 CV) para bien entrada la primavera (finales de abril, presumiblemente). La gama comienza con el tetracilíndrico de 2.2 litros y 185 CV, mientras el techo del escalonamiento se centra en un multiválvulas (24) V6 de nueva factura, que cubica 3.2 litros y rinde 260 CV unido, como el cuatro cilindros, a una caja manual de 6 velocidades, aunque en este caso se sustituye la tracción delantera por el sistema integral Q4 cuyo reparto «normal» se cifra en 43/57 (preponderancia a la propulsión) y puede variar automática y paulatinamente (72/28 o 22/78) conforme cambien las condiciones de adherencia o de «tipo» de conducción. Apuntar también que, además de completarse la gama Brera con el turbodiesel, Alfa tiene también prevista la implantación (finales de año) del cambio secuencial Selespeed en el 2.2 JTS y también llegará la tracción Q4 al turbodiesel en enero de 2007. Por cierto, ¿de dónde le viene el nombre?. Como el lector no ignorará, Alfa Romeo es originaria de Milán (Anónima Lombarda Fabrica Automobili; Romeo es el apellido del ingeniero Nicola)... así que, nada mejor que bautizarlo con el nombre, Brera, de uno de los barrios más chic de la capital de la Lombardía.

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