Festivales de literatura y música para todos los gustos

Alguien dice que un día se va a romper la cuerda y los festivales van a saltar por los aires. De hecho, ya ha pasado y aquel festival elefante que era el Summercase es historia. Una vez pasado el verano, la fiesta continúa. Y nacen encuentros de lo más variopinto, y otros, con solera, como el Purple Weekend de León, dan sus primeras señales de vida.

El encuentro con sello mod leonés, de hecho, vivió ayer su primer día grande con la presentación en el Auditorio, con la actuación de los locales Los Platillos Volantes. En diciembre llega lo gordo de este festival que viste de púrpura, revivalismo actualizado y que retrotrae a los tiempos eufóricos de Los Flechazos.

Pero como no hay uno sin cuatro, en Madrid coinciden este fin de semana hasta tres festivales urbanos: El debutante Eñe, que impulsa la también leonesa Camino Brasa, con la literatura como hilo conductor -”Julio Llamazares, entre otros será uno de los autores presentes-” pero con conciertos y demás actividades; el novedoso Hypersounds, en el Museo Reina Sofía, una apuesta por los sonidos electrónicos, y el veterano Tanned Tin, evento de música independiente y vanguardia para paladares exquisitos y que, desde su aparición, siempre ha aspirado a una concreción espacial que le hace ser referente del futuro: los festivales que no aspiran a lo macro.

Y todos, cada uno de su madre y de su padre, coinciden este fin de semana en ejecución o presentación, en lo que ya no se sabe si es una excelente demostración de la buena salud del mercado cultural, o que este descontrol, bienvenido o no, ya no hay quien lo pare. Sin olvidar que el pasado fin de semana se celebró el Rockin´Over León, y hace unas fechas el Twoday Festival, en Salamanca y Valladolid.