Diario de León

Emilio Blanco: «Por salud, a veces hay que prescindir de algunos familiares o amigos»

Entrevista al especialista en Nutrición y Dietética

El nutricionista Emilio Blanco.

El nutricionista Emilio Blanco.Ramiro

León

Creado:

Actualizado:

Especialista en Dietética y Nutrición, colaborador de diferentes asociaciones, mediático divulgador sanitario y asesor de nutrición del Avanca Ademar, lleva toda una vida empeñado en educar en salud.

—Hágame un breve currículo de su carrera.

—Tengo tanto miedo a la mediocridad y a la insignificancia que me produce verdadero pavor hablar sobre mí; no obstante, algunas pinceladas si que se pueden dar. Nací a finales de los años 50 en Villarroañe, Ayuntamiento de Villaturiel, León, aunque mi infancia y juventud discurrieron en La Robla. Lo demás, muy de aquella época: escuela, internado que me produjo una maduración temprana, fin del internado, momento en el que tuve que abandonar mi formación para ir a la Universidad donde me di cuenta que la ‘maduración’ no había sido completa. Eso sí, conseguí en la Universidad esos tan ‘ansiados’ papeles en diversas disciplinas, y una vez conseguidos, seguí con mi formación, formación que aún continúa. Una vez jubilado me deshice de todos esos papeles y dejé de ser ‘algo’ para convertirme en ‘alguien’.

—Usted colabora con muchas asociaciones de León para divulgar conocimientos sanitarios y de prevención. ¿Con cuántas y para qué actividades?

— Recuerdo, cómo no, mis primeras colaboraciones: en la Orden de San Juan de Dios y Fundación Clínica San Francisco, ahora HM Hospitales, de esto hace ya más de 40 años. Estas dos instituciones me proporcionaron visibilidad y a partir de ese momento se fueron agregando más y más asociaciones e instituciones. No sé el número exacto; lo importante es que espero y deseo haya sido de utilidad, ya que de eso se trataba. He impartido infinidad de cursos de reanimación cardio pulmonar, superando el número de 25.000 las personas formadas en colegios, asociaciones e instituciones. El número de conferencias o charlas sobre alimentación ha sido aún mayor ya que es un tema que atrae e interesa y sobre el que existe demasiada información que da paso a la confusión. Probablemente, lo más satisfactorio ha sido colaborar con asociaciones e instituciones que se ocupan de personas en riesgo de exclusión social; principalmente jóvenes y mujeres. Ahí es donde tomas verdaderamente el pulso de la sociedad, y la verdad, no podemos estar muy orgullosos de la situación.

Emilio Blanco, con su equipo de primeros auxilios.

Emilio Blanco, con su equipo de primeros auxilios.Ramiro

—¿Cuántos años lleva en esta actividad sanitaria?

—Como decía anteriormente, comencé a colaborar con las instituciones antes mencionadas por el año 1979; han pasado muchos años, pero la ilusión sigue intacta, el físico no, pero las ganas de continuar no desaparecen. Espero que en un futuro esta labor tenga continuidad; hay personas extraordinariamente capacitadas para seguir con ello; muchos de ellos han sido alumnos míos y me han superado con creces.

—¿Qué importancia tiene el autocuidado para conseguir una vida saludable?

—Se habla del autocuidado, pero yo iría más lejos; lo verdaderamente importante es saber y si no sabes debes arrimarte a quien sabe. Formación, formación y formación; esto es lo que de verdad nos empodera y nos capacita para tomar las mejores decisiones de manera personal. Cuanto menos dependamos de los demás, más garantías de supervivencia tendremos y esto solo se consigue con formación; es la que nos habilitará para procesar la información que recibimos. Actualmente vivimos en tiempos de propaganda y el objetivo de esta no es precisamente cuidar de nuestra salud, por lo tanto, debemos tener una capacidad inmensa para filtrar y tomar las decisiones acertadas, sobre todo en lo que a alimentación se refiere y por supuesto: la actividad física.

—Si tuviera que elegir una actitud, costumbre o hábito, solo uno, ¿que elegiría como más importante para estar sano?

— Yo creo que nos han ‘depositado’ en este planeta con un propósito y hay que tratar de averiguar cual es; a partir de ese momento, la vida tendrá un sentido y las decisiones que tomemos, algunas se convertirán en hábitos, van a ayudarnos conseguir determinados objetivos, aunque lamentablemente, el fracaso también forma parte de nuestra existencia y deberemos saber gestionarlo para que no hipoteque ese propósito.

—Desde que usted comenzó ¿cómo han cambiado los hábitos en salud de los leoneses?

—Es evidente que el paso del tiempo transforma la sociedad y León no ha sido ajeno a este cambio. Las nuevas tecnologías, la mezcla cultural y étnica, los conflictos, las crisis sanitarias y económicas obligan a adaptarse a este tipo de situaciones. La sociedad como tal exige más y más información, pero como había dicho anteriormente, la información sin formación, no sirve para nada. El tiempo disponible ha sido un condicionante clave a la hora de priorizar y por eso, cuando no se tienen las cosas claras, se pueden tomar decisiones que nos afecten negativamente.

—Pese a las campañas de divulgación y concienciación, la Asociación contra el Cáncer, con la que colabora, se queja de la poca aceptación que tiene el cribado de cáncer de colon en León. ¿A qué cree que se debe?

—Cómo no se van a quejar. Hoy día sabemos que la prevención es lo más eficaz para conservar la salud. Han puesto una herramienta utilísima a nuestra disposición como es el cribado de cáncer de colon y no se utiliza lo que debería utilizarse. Esta sociedad no puede permitirse ciertos lujos; resulta económicamente mucho más costoso recuperar la salud perdida que preservar la misma y de ahí que este tipo de campañas deben gozar de la aceptación de los ciudadanos. Lo mismo ocurre con el cáncer de mama y otras patologías.

—Ejercicio, alimentación saludable, nada de alcohol ni tóxicos. A estas variables ahora hay una corriente que añade rodearse de personas mentalmente sanas. ¿Cómo nos podemos proteger de las personas que no nos hacen bien?

—Todo esto que se nombra, claro que resulta importante y, efectivamente, el ambiente que nos rodea también influye en nuestra salud y no solo hablo del ambiente físico, hablo del ambiente psicológico. A veces hay que dedicar más tiempo a uno mismo. Yo siempre digo que la caridad bien entendida comienza por uno mismo. Eso no se llama egoísmo, eso es amor propio. En ocasiones uno tiene que detenerse a hablar un rato consigo mismo, se dará cuenta que está en la mejor compañía y es el momento para repasar tu círculo familiar o amistoso y ver de quién puedes prescindir sin que tu salud se resienta; tu salud física y mental.

—¿Qué efecto tiene sobre la salud el abuso de los móviles, las pantallas y la falta de sueño?

—Las nuevas tecnologías también han traído una dependencia excesiva de las mismas y esto está provocando un mayor sedentarismo, sobre todo en la juventud. Si una persona no se alimenta correctamente, no descansa las horas que le corresponde y no hace ejercicio conforme a su capacidad, su salud se va a resentir; ya lo estamos viendo, enfermedades como hipertensión, diabetes y obesidad, que están en constante aumento y, si además las campañas sanitarias para disminuir las mismas, no gozan de la aceptación del ciudadano, no hay ninguna duda: la situación empeorará.

—Estamos rodeados de narcisistas. ¿Por qué cree que cada vez hay más?

— La pregunta se las trae. Yo creo que la ignorancia y la mediocridad nos están ganando la partida. Las personas que deberían ser un espejo en el que mirarnos tampoco ayudan; no hemos hecho caso a Platón cuando nos decía que teníamos que escoger muy bien a las personas que nos debían representar. Los políticos son unos seres que piensan que el futuro es una cosa que aparece cada cuatro años. Los profesores han perdido la autoridad y no olvidemos que la educación es un pilar fundamental de la sociedad y un espejo en el que mirar el éxito social. Recuerdo una época en la que los jóvenes querían ser como Mario Conde, ahora sus preferencias son otras bien distintas y la ambición por destacar en la sociedad no tiene nada que ver con su capacitación. Hay una reflexión de Antonio Banderas que me ha parecido muy interesante: «Cuando la máxima aspiración de la juventud es obtener un puesto de funcionario...».

—En su experiencia profesional ¿de qué está más carente la sociedad y cómo evitarlo?

— De líderes; hay demasiados jefes y pocos líderes. A un líder se le imita, se le sigue; a un jefe se le obedece. Hay que volver a los clásicos y hacer caso de vez en cuando a sus recomendaciones.

—Usted es un gran aficionado al Quijote. ¿Qué es lo que le apasiona de su lectura?

—Este libro que me martirizó de niño y me tiene cautivo desde entonces. Soy un estudioso de el Quijote y de la persona a la que se atribuye su autoría. No soy un entendido; los estudiosos no tenemos más que preguntas, los entendidos no contestan ninguna. Yo daría todo lo que sé sobre este tema por la mitad de lo que ignoro Para mi este libro constituye una verdadera incógnita, similar a las Pirámides de Egipto o a la celebridad de tanto mediocre que anda suelto por ahí. Hace casi medio siglo que persigo a ese ‘loco’; a veces me persigue el a mí; pero no nos causamos daño.

—¿Qué es lo que tiene el Quijote que tanto le apasiona y qué ejemplo se puede trasladar de ese personaje a la vida actual?

—Para mí este libro es un auténtico enigma; se que lo que voy a decir no gustará, pero…A día de hoy y después de más de medio siglo de estudio de este libro, no estoy en condiciones de adjudicar su autoría a una sola persona. Es una obra grandiosa, fantástica; pero la obsesión enfermiza de los ‘cervantistas’ por «blanquear» la figura de su autor está llegando a contaminar la obra. Para mi hay un personaje destacado en esta obra: Marcela, mujer, bella, inteligente, independiente y totalmente empoderada. Su discurso feminista (hay que valorar que estamos hablando de finales del siglo XVI y principios del XVII), está muy por encima de los postulados de las denominadas organizaciones feministas actuales. Y volvemos a Platón: hay que ser muy meticulosos a la hora de elegir a quienes nos representan. No podemos poner a la zorra a cuidar de las gallinas. A veces no nos damos cuenta y tenemos el enemigo en casa. Más Marcelas y menos...

tracking