Diario de León

Agua que has de beber

Dolores de cabeza, mareos, cansancio, calambres o falta de concentración. Estos son los síntomas si no se ingieren dos litros de líquido al día. El experto aconseja tomar medidas

Pablo Rodríguez Bernal. Ángelopez

Carmen Tapia
León

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Somos agua. Nuestro cuerpo está compuesto, en su mayoría, por este líquido que representa entre el 50 % y el 70 % de la masa corporal. El dolor de cabeza, los mareos, el cansancio o la falta de concentración pueden estar provocados por una deshidratación de la que apenas se puede ser consciente. «Durante nuestro día a día podemos subestimar las consecuencias de la deshidratación que silenciosamente puede estar lastrando nuestro rendimiento físico y mental, ya que el agua es esencial en funciones tan importantes como la eliminación de toxinas, la regulación de la temperatura corporal o el transporte de nutrientes». Pablo Rodríguez Bernal, del servicio de Dietética y Nutrición del Hospital San Juan de Dios, alerta de los problemas de salud que puede provocar una escasa ingesta de agua en cualquier época del año, pero especialmente, en los meses de primavera y verano.

«A nivel celular, el agua es esencial para realizar los procesos metabólicos y mantener la estructura de cada tipo de célula. Para nosotros como organismo el agua es imprescindible para mantener una temperatura estable a través del sudor que al evaporarse enfría nuestra piel. Además, es el componente mayoritario de la sangre, encargada de llevar nutrientes esenciales y oxígeno a cada célula de nuestro cuerpo».

Causas de la deshidratación.DL

El agua también ayuda a eliminar toxinas a través de la orina, las heces y el sudor «y tiene un carácter estructural y protector de tejidos blandos tan importantes como el cerebro que está rodeado del líquido cefalorraquídeo, que por supuesto es un 99% agua».

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recomienda una ingesta de líquidos de 2 a 2,5 litros diarios que, aunque a priori puede parecer mucho, también incluye los líquidos que provienen de los alimentos como frutas, verduras y otros productos ricos en agua. «Ya sabemos de la importancia del agua y de la cantidad aproximada que debemos consumir diariamente pero, ¿cuáles son los síntomas que pueden hacernos sospechar que podemos estar sufriendo de deshidratación?», se pregunta Rodríguez.

Los síntomas son claros si se saben interpretar con detenimiento. Los primeros son leves y se pueden diferenciar en el día a día:

1. La sed.

El cuerpo te esta avisando, necesitas agua porque has comenzado a estar en un estado de deshidratación. No esperes a tener sed, puesto que es una señal clara de que pueden empeorar los síntomas.

2. Boca seca.

Esa sensación nos indica que el organismo ha empezado a restringir la producción de saliva para tratar de ahorrar agua.

3. Concentración de la orina.

Los riñones están trabajando para retener el agua de la manera más eficiente posible. La orina puede indicarnos el grado de deshidratación. Esta debe ser cristalina con una ligera tonalidad amarilla, si el color es más intenso podría significar que no hemos aportado agua suficiente en las últimas horas.

4. Fatiga.

La sangre se concentra y es más complicado que esta desarrolle su actividad normal, por lo que los nutrientes y el oxígeno no llegan de manera eficiente a las células.

5. Calambres musculares.

El desequilibrio entre electrolitos y agua en los músculos causan contracciones dolorosas.

«Si no ponemos remedio pronto rehidratándonos, los efectos cada vez serán más graves pudiendo llegar a pérdidas de conciencia y consecuencias fatales. No debemos tomarnos a la ligera la deshidratación ya que los síntomas pueden evolucionar rápidamente y comprometer muy seriamente nuestra salud».

Consejos del experto

1. Ten siempre una botella de agua a mano. Siempre será más fácil hidratarnos si tenemos agua cerca. Recomiendo botellas que indiquen medidas para controlar el consumo. La importancia de mantener un buen estado de hidratación no puede subestimarse, ya que contribuye significativamente al bienestar general y a la prevención de enfermedades. Así que no olvides llevar tu botella de agua contigo y darle un buen trago cada vez que te acuerdes.

2. Crea una rutina. Establece horarios para beber agua para generar un hábito, un vaso de agua antes de dormir, antes de cada comida, al despertar... Si lo haces el tiempo suficiente lo incorporaras a tu vida casi sin darte cuenta.

3. Incorpora frutas y verduras. Con un alto contenido en agua, como sandía, pepino, naranjas, fresas, todos los aportes de liquido cuentan.

4. Evita bebidas azucaradas y alcohólicas. Aunque la sensación sea refrescante hace que perdamos líquidos rápidamente.

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