Las mejores de España se crían y entrenan junto al Torío y en el 2009 hicieron doblete
«Cuando nace un pichón, a los 22 o 23 días empieza a hacer sus primeros vuelos. Cada día, se les saca una hora, más o menos. Al mes, ya están fuertes y es cuando se les saca por primera vez. Esta primera suelta se hace a unos 35 kilómetros. Las siguientes se hacen más lejos, más lejos y así hasta que llegamos a más de 700 kilómetros», explica Manuel Juan Dacuña, presidente de los colombófilos de Castilla y León. «A mayor distancia que tiene que recorrer, menos tiempo tarda». Las palomas, dejes donde las dejes, regresan a su hogar como una flecha.
El arte de criar y entrenar palomas mensajeras es un mundo aparte. Los egipcios, los griegos, los romanos y los árabes lo hicieron en la antigüedad. Existen incluso palomas condecoradas por méritos de guerra por su labor irremplazable como enlaces seguros en el paso de información entre zonas estratégicas en conflictos bélicos, caso de la Guerra Civil española.
Teodoro Rodríguez es uno de los casi 80 aficionados federados en León. Su palomar se encuentra en la perifera de la capital leonesa, donde cada día se encarga del cuidado de docenas de estas aves. «Sólo comen grano limpio de maíz, guisante, arroz, lenteja, pipa, trigo y cebada», explica mientras enseña las anillas que tiene preparadas para este año. «Son el DNI de las palomas», indica al mostrar las que señalará este año y las que guarda de palomas ya fallecidas como recuerdo.
Olímpicas. Para que una paloma sea considerada olímpica tiene que tener 2.600 kilómetros recorridos durante la temporada, excepto en las áreas marítimas, a las que se les exige menos kilometraje por la dificultad del vuelo en costa. «Por esta capacidad para viajar de un punto a punto a más de cien kilómetros por hora tienen que estar muy controladas. Tú piensa que una paloma mensajera puede transportar hasta 30 gramos de cocaína», alerta Dacuña. Aunque la finalidad principal es deportiva, estas palomas también han sido utilizadas en casos de catástrofes naturales, operaciones de salvamento e intercambios de muestras entres hospitales.
La vivienda de una paloma puede ser desde una jaula grande hasta una auténtica casa. Lo único importante es que estén secas. «Lo más importante es su salud, la limpieza y el entrenamiento», asegura el leonés Vicente Tascón Prieto, Campeón de España y Campeón de la Copa del Príncipe de Asturias en el 2009. «A las palomas hay que cuidarlas todo el año, no sólo en época de competición; darlas los tratamientos adecuados y tenerlas en perfecto estado de salud», insiste este aficionado.
Las esperanzas están puestas ahora en los campeonatos de este año, para los que hay previstas 17 sueltas entre el 3 de marzo y el 27 de junio.
