«Ha sido horrible, de repente se le ha ido la pala y... ¡pobre Fran!»

La mujer que acompañaba a la víctima en el momento de los hechos se encontraba en estado cercano al shock postraumático y apenas podía articular palabra cuando fue consultada por este periódico. Entre sollozos valbuceó. «¡Pobre Fran, pobre Fran! Llevaba mucho tiempo trabajando con nosotros. Era un chaval excelente. ¿Cuántos años tenía? Yo calculo que estaría alrededor de los 40. Ha sido horroroso. Yo iba con él y de repente se ha empezado a resbalar, a resbalar y.. ¡Pobre Fran!», dijo entre lágrimas, mientras se dirigía hacia la orilla del río por segunda vez, para prestar declaración ante la Policía Nacional.

«El agua estaba helada». El bombero que se lanzó al río en primer lugar para tratar de socorrer a la víctima se lamentó: «Está el agua helada y no se puede aguantar mucho. Yo lo he intentado un par de veces pero me parece que la pala está levantada y las puertas se han quedado bloqueadas», manifestó antes de que se hubiera podido recuperar el vehículo del agua. «No sé qué temperatura puede haber ahí abajo».