Reportaje | s. c. anuncibay
A la sombra del trazado
Adif completa todos los túneles de la variante en poco más de cuatro años
La variante de Pajares presenta el cauce por el que circulará el AVE desde León a Asturias. Los dos túneles centrales que la forman, de 25 kilómetros cada uno, los séptimos más largos del mundo, están calados desde hace meses en el estómago de la Cordillera Cantábrica, después de cuatro años de intenso trabajo, en los que cinco tuneladoras abrieron el camino de la alta velocidad.
Pero la construcción de este corredor no ha sido nada fácil. Los ingenieros han tenido que superar la complejidad de abrir 72 kilómetros de túneles en la montaña. La perforación del último tubo tumba la barrera histórica que ha cercenado la modernización de las infraestructuras ferroviarias entre la provincia y el Principado.
Lo más complicado ya está hecho. Aunque aún falta mucho camino por recorrer para inaugurar la línea de alta velocidad, que rebajará a menos de tres horas el viaje desde Madrid a Asturias. León alcanzará Oviedo en algo más de treinta minutos.
Los plazos comprometidos por el propio ministro de Fomento, José Blanco, anuncian la apertura de la variante en el 2012 y la del resto del trazado entre Valladolid y la capital leonesa. Habrá que darse prisa si pretenden poner en servicio todos los tramos en los meses previos a la próximas elecciones generales.
El efecto mediático juega a favor de los intereses de León. Las obras están en marcha en cada uno de los 17 tramos, pero falta la electrificación, señalización y colocación de la vía en cientos de kilómetros. Sólo dos años por delante para dar el salto a la alta velocidad. La ciudad se prepara para el cambio.