Los Reyes reciben en San Isidoro la medalla de oro de Castilla y León
Herrera subrayó los méritos de la Corona en la fortaleza de las autonomías
Banderas leonesas para aclamar a los Reyes.
«Por el papel de primer orden que desde hace más de treinta años han desempeñado para el asentamiento pacífico de las autonomías». Los Reyes recibieron ayer de manos del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, la medalla de oro de Castilla y León en el salón Pendón de Baeza de la Colegiata de San Isidoro en una ceremonia presidida por el rigor y la brevedad. El presidente de la Junta subrayó durante su discurso los méritos de la Corona en el desarrollo y fortaleza de la España de las autonomías y destacó que el reconocimiento está íntimamente ligado a la Corona. «El primero en recibir la medalla, en el año 1987, fue Don Juan, al que consideramos el más ilustre de nuestros paisanos», recalcó el presidente refiriéndose al nacimiento del padre del Rey en La Granja.
Herrera agradeció además al Rey su papel «moderador» y su contribución al «ejercicio de una democracia sin traumas». «Gracias por lo que hacéis por España, por sus hijos y por Castilla y León», dijo.
La medida se adoptó tras al iniciativa de las corte autonómicas mediante una declaración institucional acordada por unanimidad en su sesión plenaria del 9 de diciembre de 2008, por la que se instaba a la Junta a conceder esta distinción, la máxima que puede otorgar la Comunidad.
La medalla de oro de Castilla y León es la máxima distinción que otorga la comunidad, y con ella se pretende honrar a las personas e instituciones que han prestado servicios relevantes y dignos de agradecimiento a esta tierra. En fechas anteriores se ha concedido a don Juan de Borbón, a Félix Rodríguez de la Fuente, a Adolfo Suárez, a Tomás Pascual y a Miguel Delibes. Tras la entrega de la condecoración Don Juan Carlos y Doña Sofía visitaron el Panteón Real, donde reposan los restos de los monarcas del Reino de León. Ante sus restos, los Reyes acompañados del Obispo de la Diócesis de León, Julián López, y miembros del Cabildo de la Colegiata rezaron un responso para terminar la visita en la iglesia donde se interesaron por el sistema de calefacción incorporado a los bancos del templo.
Al salir del templo, los Reyes fueron vitoreados por los leoneses al grito de «¡Viva el Rey de España y el Rey de León!», mientras parte del público asistente clamaba por la presencia del Pendón Real y abucheaba a los representantes de la Junta: «¡Fuera castellanos, León es un reino!».