Una sala para el recuerdo

Es un espacio de artes escénicas, pero ya ha sido bautizada como la sala «cuéntame». Decorada al uso de los años 60 y 70, la habitación tiene como objetivo que los enfermos recuerden algo de su pasado. A doña Sofía le sorprendió este espacio, sobre todo cuando se encontró con una fotografía suya, tomada cuando recibió su título en puericultura. Sobre el televisor, de la marca alemana Telefunken, que retransmitía la serie Bonanza, también encontró una foto del día de su boda.

Vestida con un traje de color azul claro y toques azul marino y unos bonitos zapatos a juego, curiosamente el mismo conjunto que lució el 14 de noviembre del 2008 cuando recibió a la junta directiva de la asociación y los representantes políticos del Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León en la firma de la integración en la Fundación Reina Sofía, la Reina llegó puntual a su cita las 11.30 horas.

Después de recibir un ramo de flores de la mano del pequeño Victor, visiblemente emocionado, y tras los saludos a los invitados, doña Sofía comenzó la visita que se prolongó durante una hora. En ese tiempo firmó en el libro de honor del centro y recorrió las instalaciones. Al entrar al centro, una vidriera de Luis García Zurdo preside la estancia: «El pensamiento es la luz», comentó el maestro vidriero, «la vidriera es un canto a la luz que la enfermedad ha mermado».

La Reina visitó la sala de Terapia, donde cinco pacientes trabajaban con una terapeuta a través de juegos para conocer y recordar la ciudad s de la ciudad o redactando las diferencias que podían apreciarse entre dos imágenes. La Reina se interesó por las actividades que se estaban llevando a cabo, así como por el empleo de una pantalla interactiva. «En el colegio era otra cosa» bromeó doña Sofía, quien se mostró «encantada» con la visita y deseó a los pacientes «que todo vaya bien».

La Reina se desplazó a la sala de Media Estancia 2. Una terapeuta se encontraba con 12 pacientes realizando ejercicios psicomotrices. «Hacen más gimnasia que yo, no hago gimnasia y es bueno», señaló la monarca. Durante varios minutos la Reina dialogó con pacientes como Dori o Vitorina, que se mostraron especialmente emocionadas con la visita, al igual que Teodoro, quien no dudó en expresar los buenos cuidados que reciben en el centro, donde se encuentran «para servir a Dios y a su Majestad, por supuesto».

También el gimnasio, la sala de memoria o la sala de formación de voluntarios recibieron la visita de Doña Sofía, quien mostró una especial atención a la denominada Sala de Artes Escénicas. Papeles pintados, tocadistos y discos de Manolo Escobar o Juanito Valderrama sitúan al visitante en una década en la que los pacientes que reciben asistencia vivieron su juventud.

La anécdora la provocó una voluntaria de la asociación que, sin conocimiento de los organizadores y saliéndose del protocolo, aprovechó para entregar a la Reina una carta personal. La visita al centro concluyó en la sala común, donde Doña Sofía volvió a saludar uno por uno a los casi 20 pacientes que allí se encontraban, ante la atenta mirada de todos ellos. Los más atrevidos intercambiaron unas palabras con ella. «pero qué guapa está, hija», decía una de las mujeres. Para finalizar, en un breve acto, doña Sofía descubrió una placa con la que se inauguró oficialmente el centro.

El Grupo Popular del Ayuntamiento lamentó no haber sido invitado, pero al acto de inauguración asistió la concejala popular, Ana Guada.