PROTESTA 2.0
El Gobierno reconoce que hay que escuchar al 15-M, sobre todo la izquierda
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha reconocido hoy la necesidad de escuchar las reivindicaciones del movimiento del 15-M y ha abogado por " encauzar políticamente " muchas de sus aspiraciones, obligación que corresponde sobre todo, ha dicho, a los partidos de izquierdas.
Jáuregui ha respondido con estas palabras en el pleno del Senado a la pregunta que le ha formulado el senador del grupo mixto Francisco Javier Tuñón, quien ha instado al Ejecutivo a " tomar nota " de las protestas que se han sucedido en numerosas ciudades españolas para pedir una democracia más justa, participativa y solidaria.
El ministro ha coincidido con él y ha ratificado el respeto absoluto del Gobierno a estas manifestaciones, ante las que ha ejercido " su responsabilidad en materia de orden público con enorme prudencia ", ha añadido en referencia a la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado ante las acampadas.
Tras señalar que el Ejecutivo " comprende " este movimiento y es consciente de que en la sociedad hay " un trasfondo de protesta y de queja " que tiene que " entender y atender ", ha vinculado las manifestaciones con el paro, la crisis, los recortes del gasto públicos adoptados para tranquilizar a los mercados y con el comportamiento de algunos políticos.
Las manifestaciones ciudadanas, en opinión de Jáuregui, son también democracia y los partidos políticos tienen la responsabilidad de representar y vertebrar muchas de las aspiraciones del movimiento 15-M.
A su juicio además, los concentrados no apelan de la misma manera a todos los partidos y las formaciones de izquierdas tienen " más responsabilidad " para sentirse concernidos por sus demandas de justicia social e igualdad de oportunidades y " dar la respuesta adecuada " a sus aspiraciones.
Estas reivindicaciones han sido resumidas ante el pleno por el senador Tuñón, quien, tras acercarse a las concentraciones de la Puerta del Sol y de Pamplona, su ciudad, ha reconocido su simpatía hacia este movimiento. Los manifestantes quieren, ha dicho, que la democracia funcione y que se ponga fin de las prácticas corruptas y las instituciones deben dar cauce a esas propuestas.