Diario de León

Los cuatro mineros encerrados en Palencia aguantarán «lo que haga falta»

Han asegurado que no se van a dar por vencidos en su lucha para que el Gobierno de España recapacite

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Palencia. Efe.

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Los cuatro mineros encerrados en la delegación de la Junta de Castilla y León en Palencia afrontan su tercer día de protesta dispuestos a «aguantar lo que haga falta», y hasta que se les proporcione una solución que garantice el empleo y el mantenimiento de la actividad minera en esa provincia.

«Aguantaremos lo que haga falta. Hemos vivido encierros peores. El último en la mina duró veintiocho días, así que este no nos asusta», ha manifestado hoy a Efe Luis Sandino, quien ya luce una barba bien visible.

Los cuatro compañeros del Pozo las Cuevas que tiene la empresa Uminsa en Velilla del Río Carrión (Palencia) han asegurado que no se van a dar por vencidos en su lucha para que el Gobierno de España recapacite y no mantenga los duros recortes en las ayudas al carbón. «Ya lo hemos visto en otros sitios como Barruelo, un pueblo con 10.000 habitantes y 2.000 mineros que hoy tiene poco más de mil vecinos», ha lamentado Luis Miguel Hernández.

Permanecerán allí hasta que les den una solución, ha insistido este minero que lleva toda su vida trabajando en la mina, y ahora, con 45 años, se pregunta quién le va a dar trabajo si se le acaba este.

«¿Quién me va a contratar a mí, si la mitad del aire que tenía en los pulmones lo he perdido en la mina?», se lamenta.

Son razones suficientes para mantener el encierro de forma indefinida y contribuir con una medida de presión más que se suma a lo que están haciendo otros compañeros con cortes de carreteras y vías férreas, encierros y manifestaciones en León, Asturias y Palencia.

Así que «no queda otra que aguantar y mantener la esperanza», ha añadido por su parte otro de los encerrados, Julián Bahillo.

Mientras tanto, las horas pasan muy despacio y transcurren hablando, jugando a las cartas, escuchando la radio o leyendo el periódico.

«También recibimos visitas de algunos compañeros, de nuestros familiares y de los sindicatos de UGT y CCOO de Palencia que se están encargando de facilitarnos todo lo que necesitamos», ha añadido Bahillo.

Pero hoy el más afortunado ha sido José Primo, porque ha recibido la visita de su mujer María del Mar y de su hija Natalia, que le ha regalado un dibujo del fondo del mar y le ha dicho que «el próximo encierro» tenía que ser en un submarino.

«Nunca te acostumbras a esta situación, le echamos mucho de menos, pero tenemos que luchar por nuestro futuro», ha manifestado María del Mar, quien ha llegado cargada con ropa limpia y «algunas cosas más para que se entretenga y el encierro se haga mas llevadero«.

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