león lucha por la minería. La vida en el pozo del encierro
Un cumpleaños en la oscuridad
Uno de los encerrados cumplió 42 años en un día decepcionante para el sector.
Los compañeros bajan al pozo, con Platanito, para informar de lo ocurrido en Madrid.
José Araújo —uno de los siete de Santa Cruz— cumplió ayer 42 años y lo hizo, por primera vez, en un agujero convertido en apartamento en las entrañas de una montaña de carbón. No fue, desde luego, el lugar idóneo para sumar experiencia en la vida y tampoco la respuesta que volvió a dar el ministro de Industria fue su mejor regalo. José Manuel Soria sigue obcecado en su sentencia al carbón y su «vacile» no ha gustado mucho a 3.000 metros lineales de una luz que los encerrados ven cada vez más alejada, pues de momento nadie se plantea en el pozo abandonar la lucha emprendida hace ya 44 días, con sus respectivas noches.
El de ayer fue un cumpleaños agridulce. Agrio por lo que todo el Bierzo, León, España y el mundo entero ya saben, y dulce porque amigos y familiares no fallaron como sí lo está haciendo el Gobierno. Hasta el estómago de una montaña llena de vida bajó ayer una tarta de tres chocolates con velas y una bocamina dibujada, regalo de una vecina del cumpleañero. También un presente de familiares y amigos: una carpeta llena de frases de apoyo, poemas y dedicatorias. Letras unidas gracias al trabajo que desde hace días se ha hecho a través de las redes sociales. Y como por muy grande que sean la pena y la decepción, el humor y la ironía nunca deben aparcarse; los compañeros que ayer bajaron a la mina para informar a los encerrados de lo acaecido en Madrid introdujeron con ellos a ‘Platanito’. Es la nueva mascota de los Siete de Santa Cruz y representa al personaje más odiado en las cuencas, José Manuel Soria. Se trata de un peluche de grandes dimensiones con forma de plátano. El de Canarias. El de Soria. El del ministro de la muerte. La del carbón.
Ya son 44 jornadas de encierro y el panorama sigue siendo exactamente igual que al principio. Aunque nadie parece tener ya esperanza, sí confiaban en que la reunión de ayer mejoraría, al menos un poco, la crítica situación y daría un respiro a las cuencas y un empujón a los encerrados para decidirse a abandonar su agujero. Pero una vez más, el jarro fue de agua fría y a ellos no les queda otro remedio que resistir. Abandonar ahora, con nada conseguido pese a las fuerzas consumidas, sería haber perdido el tiempo y la salud. «Lo de este ministro es vacilarnos. Nos ha hecho perder el tiempo y creo que el vacile ya es suficiente», afirmó el presidente del comité de Santa Cruz.
