Abren juicio a un juez por el caso de las ITV
. El Supremo entiende que hay suficientes indicios para acusar a Joaquín Ortiz Blasco de haber asesorado a dos empresarios que están imputados en el sumario.
El caso de las ITV, la derivada catalana del proceso Campeón, no sólo amenaza con llevarse por delante la carrera política del líder nacionalista Oriol Pujol, sino también la de un magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
El Tribunal Supremo dictó ayer un auto en el que sostiene que hay suficientes indicios para que el fiscal pueda acusar al juez Joaquín Ortiz Blasco de haber asesorado a dos empresarios que están imputados en el sumario ITV sobre recursos que él mismo tenía que resolver.
Por ello, el Alto Tribunal solicita al Ministerio Fiscal que en un plazo de diez días solicite la apertura del juicio oral, que llevaría al juez al banquillo, o pida el sobreseimiento. La causa contra el juez es una de las partes del caso ITV que instruye la magistrada López Mejía y que investiga, entre otros, a un grupo de empresarios, Sergi Pastor, Sergi Alsina y Ricard Puignou, y dos ex altos cargos de la Generalitat, Josep Tous e Isidre Maselles, todos ellos imputados, que supuestamente trataron de amañar a su favor con la presunta colaboración de Pujol en un concurso de estaciones de ITV, que estaba recurrido judicialmente. Uno de los que impugnó aquella adjudicación pública fue Ricard Puignou, que pidió una suspensión cautelar del concurso. El magistrado que dictaminó esa medida fue Joaquín Ortiz, presidente de la sección quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Superior de Cataluña, la encargada de decidir si las concesiones se ajustaban o no a la ley.
El Supremo imputa al juez un delito de negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios y de abusos en el ejercicio de su función.