Cataluña dice que recibe 16.543 millones de euros menos de lo que aporta al Estado
El déficit fiscal catalán, la diferencia entre lo que Cataluña aporta a la administración central a través de los impuestos y lo que recibe vía gastos del Estado, ya sean inversiones o servicios públicos, se situó en 2010, último año estudiado, en 16.543 millones de euros. Cada catalán, según el estudio de la Generalitat sobre la balanza fiscal, aporta de media 2.260 euros más de los que recibe, hasta sumar los 16.543 millones.
Una cifra que supone entre el 5,8% y el 8,5% del PIB catalán, según las dos metodologías aplicadas por la Generalitat. Una tiene en cuenta el flujo del beneficio, que mide la actuación de la Administración central sobre el bienestar de los habitantes, y el otro, el flujo monetario, que evalúa el impacto económico generado por el Estado en el territorio catalán.
El consejero de Economía, Andreu Más-Colell, aprovechó la publicación de la balanza fiscal para denunciar que los 16.543 millones de euros que «van y no vuelven» bastarían para pagar todo el estado del bienestar catalán, salud, enseñanza y servicios sociales, y por tanto la Generalitat no se vería obligada a acometer los recortes que ha aplicado en los últimos dos años y que tendrá que repetir en años venideros. Sobre la base del déficit fiscal, el nacionalismo catalán ha construido un discurso, muy arraigado entre la población, que se resume en el lema «España nos roba».
Mas-Colell reclamó además al Gobierno de Mariano Rajoy que publique las balanzas fiscales de todas las autonomías y denunció que Cataluña aporta el 19,4% del total de ingresos de la administración central, por encima de su peso en el PIB, mientras que recibe el 14,2% del gasto, por debajo de su peso económico y de población, el 16% de la de España.
Las distancias, en cualquier caso, se mantienen estancadas respecto a las cifras de los años anteriores, de acuerdo a las estimaciones de la Consejería de Economía. De acuerdo a los datos del Gobierno catalán el déficit fiscal fue del 8,5% en 2009, y del 7,9% del PIB en 2006, si se toma como referencia el método del flujo monetario. En el otro caso, en 2006 fue del 5,6% del PIB y en 2009 cerró en el 5,8%.
Hace un año, el Ejecutivo de Artur Mas presentó los datos de las balanzas fiscales en plena reivindicación de un concierto económico para Cataluña, cuya negociación acabó sin éxito. Este año, en cambio, la publicación de las cifras se sitúa en un ámbito distinto, el del desafío independentista. Mas aspira a un estado propio y se encuentra en plena negociación sobre la flexibilización del déficit catalán para 2013 y también ha iniciado las conversaciones sobre la reforma del sistema de financiación.