Diario de León

El plan del carbón, en la recta final Los planes de cierre

Industria urge a las mineras a valorar su viabilidad con «coherencia y credibilidad»

Nadal pide a las autonomías que concreten con las empresas objetivos «realistas».

Tomás Villanueva, a su salida ayer del Ministerio de Industria.

Tomás Villanueva, a su salida ayer del Ministerio de Industria.

León

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El Ministerio de Industria tiene intención de cerrar «en una o dos semanas» el escenario de futuro de la minería de carbón, con los datos exactos de cuántas unidades productivas serán viables más allá del 2018 sin ayudas públicas, qué volumen de producción requerirá la nueva estrategia de generación energética nacional y cuántos trabajadores puede asumir el sector.

Para ello el Gobierno debe concretar un plan de cierre de las explotaciones que no vayan a ser viables, conseguir que Bruselas lo considere «creíble» y definir qué ajustes requerirá su ejecución en material social. La redacción del nuevo plan de cierre de la minería subvencionada cuenta ya con el compromiso de varias empresas mineras que «han presentado propuestas muy claras e inequívocas, razonables»; pero hay otras sociedades que «no han centrado bien su trabajo», y que deben remitir al ministerio cuanto antes un plan de futuro «serio y realista».

Así lo explicó ayer el consejero de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, que asistió junto con los responsables de industria de Asturias, Aragón y Castilla-La Mancha a la convocatoria del secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, en un encuentro para tratar de forma monográfica el futuro del sector minero.

Villanueva destacó que el Gobierno «tiene claro el enfoque político sobre la minería del carbón, más claro» que el que se dibujaba cuando se aceptó el reglamento europeo que lo condenaba al cierre; pero para defender la continuidad de las explotaciones viables «debe contar con un planteamiento serio, creíble y real que la Unión Europea pueda respaldar. No puede ocurrirnos como con el plan de cierre que envió el Gobierno anterior, que no se lo crea y lo devuelva; porque no sólo estamos jugándonos la credibilidad sino la oportunidad de tener minería en el futuro».

El consejero señaló que hoy mismo su departamento comenzará a trabajar con las empreas mineras para definir los planes de viabilidad que deben enviar al ministerio, «aunque llevamos tiempo trabajando con ellas discretamente»; y reclamó apoyo y «dejar fuera protagonismos políticos» para apostar por el futuro del sector con una sola voz en Bruselas.

El consejero de Economía concretó en dos los problemas inmediatos que debe afrontar el Gobierno: presentar un plan de cierre creíble para cumplir con la obligación europea, y «que permita defender la continuidad de las explotaciones viables sin que tengan que devolver las ayudas»; y establecer un marco jurídico con el que las empresas eléctricas puedan firmar contratos a largo plazo a partir de enero del 2015, cuando concluya el actual incentivo al consumo. «Las térmicas también tienen que tomar decisiones de inversión para adaptarse a la directiva comunitaria de emisiones, y esas decisiones tienen que tomarse sabiendo qué marco van a tener en el futuro, y si pueden contar con el carbón autóctono para cumplir sus objetivos de generación».

Por su parte el consejero asturiano, Graciano Torre, señaló que el plan del carbón se va a presentar en julio y no este mes, como estaba previsto, lo que supone «algunos retrasos».

Por último, el consejero señaló que las empresas que no vayan a ser viables más allá del 2018 tienen que decirlo ya. «En un momento tan complicado presupuestariamente es necesario priorizar las necesidades. No tiene sentido que las empresas que no vayan a seguir continúen recibiendo ayudas unos años más. Hay que cerrarlas ahora, y apoyar a las que puedan ser viables más allá del 2018 para que sigan creando empleo. Si seguimos así, van a cerrar todas».

Un argumento que, según insistió el responsable autonómico de Industria, «deben entender los empresarios y los trabajdores, pero también la sociedad en general».

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