Los reyes salientes mantienen agendas separadas, igual que con su vida privada
Le cedió la Jefatura del Estado a su hijo el 19 de junio y desde ese momento se puso al servicio del rey de España. El 7 de agosto don Juan Carlos reapareció en un acto oficial tras la proclamación de Felipe VI, representando a la corona que había ostentado durante 39 años. Lo hizo en Colombia, en la toma de posesión del presidente Juan Manuel Santos. Simbología máxima de un cambio de papeles porque era don Felipe quien desde 1996 cruzaba el charco para representar a su padre en este tipo de ceremonias. Ese mismo 7 de agosto, en Palma de Mallorca, doña Sofía también tomaba parte en un acto oficial acompañando a los reyes en la recepción a las autoridades locales insulares.
En este tiempo, a don Juan Carlos se le ha podido ver en en un par de partidos del Mundial de baloncesto que se jugó en España, y a doña Sofía, sin ir más lejos, este sábado en Toledo en un concierto. Cada uno por su lado. Y parece que no va a resultar fácil captar una imagen de los reyes salientes juntos, salvo por fuerza mayor. Mantendrán agendas separadas, como también hacen con sus vidas privadas -pese a que ambos mantienen fijada su residencia en la Zarzuela-, y más ahora que el foco no se centra en ellos, sino en don Felipe y doña Letizia. Don Juan Carlos, sin una función definida, realizará los encargos puntuales que le asigne su hijo y nuevo rey, mientras que la reina Sofía mantendrá su participación en actos culturales y sociales. Aunque de forma limitada. Y será así para no restar demasiado protagonismo a doña Letizia, quien todavía no llega a los niveles de popularidad de su suegra.
El tirón de don Juan Carlos con los países árabes, el de doña Sofía en causas solidarias… La Casa Real trata de aprovechar la experiencia de casi cuatro décadas en el trono de España para contribuir a afianzar, al menos en los primeros años de reinado, la figura de Felipe VI, que, hasta que la princesa Leonor no alcance la mayoría de edad, no tendrá quien le represente en actos oficiales de envergadura. De ahí que en reiteradas ocasiones tenga y tendrá que recurrir a sus padres.